El presidente del PP, Pablo Casado, ha abierto este martes la Junta Directiva Nacional reivindicando la labor que ha desarrollado durante los últimos cuatro años. Ha pedido perdón por los errores que ha podido cometer, que han conducido al PP a una grave crisis interna, pero también se ha lamentado de la "injusta reacción" que ha sufrido por parte de algunos sectores del partido.
"Tengo la conciencia muy tranquila, llena de agradecimiento, sin rencor ni frustración", ha afirmado ante los miembros de la Junta Nacional, que ha acordado convocar un Congreso extraordinario para elegir, previsiblemente, a Alberto Núñez Feijóo como nuevo líder del partido. El cónclave popular se celebrará los días 1 y 2 de abril en Sevilla.
"Lamento todo lo que haya hecho mal y la situación que han sufrido esta semana nuestros militantes y votantes", ha añadido Pablo Casado, quien se ha mostrado dolido por "la reacción que he tenido que sufrir, inédita, que creo que no merezco ni merecería ninguno de vosotros".
Casado continuará al frente del partido hasta el Congreso, bajo la tutela de los barones regionales del PP, que el pasado miércoles le forzaron a firmar su dimisión en diferido para iniciar una nueva etapa liderada por el presidente de la Xunta de Galicia.
A su llegada al Hotel Eurostar Tower de Madrid, Alberto Núñez Feijóo ha anunciado que mañana miércoles reunirá a la Junta Directiva del PP de Galicia. En función de lo que acuerde el PP gallego, decidirá si finalmente opta a presidir el partido a nivel nacional. Los barones sospechan que el exsecretario general Teodoro García Egea sigue maniobrando en la sombra para lanzar una candidatura alternativa a la de Feijóo.
Ante la nueva etapa que se abre, Pablo Casado ha aprovechado su intervención para ofrecer su apoyo a Alberto Núñez Feijóo, del que ha dicho que "siempre me ha brindado su lealtad y amistad, las mismas que él recibirá de mí para lo que decida hacer en un futuro".
Las quejas de Ayuso
Durante la Junta Directiva Nacional, ha tomado la palabra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien ha pronunciado una durísima intervención en la que ha lamentado que Casado haya dilapidado el capital del partido, cuando "lo teníamos todo: una izquierda debilitada y un centro-derecha fuerte".
Ayuso ha dicho que "ojalá se hubiera investigado con tanto detalle a Sánchez" por parte de la dirección del PP, ha recalcado que el partido no puede cerrar las heridas en falso y ha exigido que se "investigue y expulse" a los autores de la campaña que dice haber sufrido, a cuenta del pago que su hermano cobró de una empresa por un contrato de mascarillas con la Comunidad de Madrid.
Sus palabras han sido respaldadas por el consejero de Administración Local de la Comunidad de Madrid, Carlos Izquierdo, y por la exportavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, cuya intervención ha sido respondida con un profundo silencio, sin un solo aplauso.
En un tono más conciliador, también han tomado la palabra el presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago, quien ha hecho un llamamiento a la unidad para dejar atrás todos los conflictos de la última semana, y el líder del PP en Castilla La Mancha, Paco Núñez, quien ha ofrecido su apoyo para que Feijóo asuma la presidencia del partido.
"Ética y ejemplaridad"
Pablo Casado ha recordado que tomó las riendas del partido en las primarias de 2018, en medio de una grave crisis interna provocada por la moción de censura contra el Gobierno de Rajoy. Pero hoy el PP vuelve a ser una alternativa sólida de Gobierno, ha añadido Pablo Casado, quien espera que su renuncia facilite "el reencuentro de toda nuestra base social en la casa común del centro reformista y liberal".
El todavía líder del PP ha recalcado que uno de sus principales empeños ha sido garantizar la "ejemplaridad" del partido y sus altos cargos, para dejar atrás los escándalos de corrupción que causaron la deserción de los votantes en la etapa de Mariano Rajoy.
Por ello ha enumerado los principios y valores que han guiado su actuación durante los últimos cuatro años: "la defensa de la libertad, de la unidad de España, del Estado de derecho, de la familia, y de la ejemplaridad pública".
"No concibo la política sin la ética de la responsabilidad", ha añadido, "sobre dos compromisos esenciales: la construcción de un proyecto político reformista, centrado y ganador, y la regeneración para recuperar la confianza de la sociedad en el buen nombre de nuestro partido".
La receta de Casado
Casado ha pedido a los dirigentes del PP que dejen atrás las rencillas internas, porque el reto es desalojar a Pedro Sánchez de La Moncloa. Para ello, ha señalado, el PP debe ofrecer "una nueva mayoría que rescate a los españoles de esta profunda crisis económica y social, que recupere nuestro prestigio internacional y que salvaguarde nuestro Estado del bienestar".
"Los enemigos de la libertad siguen ahí: el nacionalismo excluyente, los herederos de los terroristas, el populismo radical y el colectivismo identitario", ha advertido el aún presidente del PP.
Para hacerles frente, según casado el PP debe enarbolar las banderas de la "libertad, el constitucionalismo, europeísmo el y atlantismo, la igualdad de todos los españoles en derechos y obligaciones, la independencia judicial, impuestos bajos para crear empleo y libertad para elegir los mejores servicios públicos".