Hasta en cinco ocasiones, la ministra portavoz negaba a dar un solo detalle de la propuesta que llevará este miércoles el presidente, Pedro Sánchez, a la conferencia con los líderes autonómicos. Isabel Rodríguez insistió constantemente en los mensajes de "prudencia" y repitió que "la vacunación y la prevención individual son la receta del éxito de España frente a otros países". Mientras el Comité de Salud Pública estudiaba proponer restricciones como la vuelta al cierre del ocio nocturno y de las restricciones a la hostelería, Moncloa pedía "prudencia, vacunación y responsabilidad".
Pero sobre todo, Rodríguez aprovechó la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para negar que el Ejecutivo se haya confiado con los datos que, hasta hace una semana, no ponían tan en claro que nuestro país sufriría el embate de la ómicron igual que los demás: "No hemos llegado tarde, porque nunca hemos dejado de trabajar", sentenció, incluso indignada, ante la insistencia de la prensa.
"Desde el 20 de marzo de 2020 hasta este 21 de diciembre de 2021 no hemos dejado de reunirnos con las Comunidades Autónomas, cada semana, en el Consejo Interterritorial de Salud", repitió tres veces. "Y no se nos puede reprochar", respondió directamente al último turno de preguntas, "que hace semanas que los técnicos piden decisiones, porque hace cinco semanas no conocíamos esta variante... y llevamos cuatro semanas estudiándola".
La pregunta no había sido agresiva, sino la quinta sobre lo mismo. Y planteada, más allá de que sea la crítica de la oposición y de varios presidentes autonómicos, de un modo muy concreto: "¿No cree el Gobierno que, a dos días de Nochebuena, el ciudadano tiene derecho a saber qué restricciones se le van a imponer durante las Navidades?".
De viernes a martes
Lo cierto es que el viernes pasado, en la rueda de prensa del Consejo extraordinario, Rodríguez todavía insistía en que "España está mucho mejor que los países de nuestro entorno". Y que eso se debía a que nuestra tasa de vacunación es mucho más alta. Este martes, el discurso había virado a que "a pesar del enorme esfuerzo y la responsabilidad de la población, hemos visto un enorme salto en la incidencia", razón por la que se ha convocado a los presidentes regionales.
Y, en defensa de la vieja argumentación, la portavoz recordó varias veces que el 85,3% de las personas mayores de 70 años ya tienen su dosis de refuerzo de la vacuna "y es en esa franja de edad donde se observa la menor incidencia".
En medio, ¿qué ha pasado? Una nota oficial de Moncloa el sábado, anunciando la conferencia de presidentes del miércoles y una declaración institucional de Pedro Sánchez el domingo en la que no adelantó nada de lo que pretende proponer.
Pero que el Gobierno está tenso y preocupado es una evidencia.
De ahí la cadencia de mensajes, para mostrar implicación en la lucha contra la Covid. Y de ahí que, aunque la portavoz haya mantenido esa actitud de ocultación de cuál será la propuesta que ponga sobre la mesa, sí admitió que "buscaremos implantar un mínimo denominador común" entre el Gobierno central y los de las Comunidades Autónomas. "Y luego, en el ámbito de sus competencias, que cada una de ellas module qué otras medidas dispone".
Hasta después de Navidad
El problema, que admiten las fuentes del Ejecutivo, es que cualquier restricción pasará por propuestas que lleve cada Gobierno autonómico a su Tribunal Superior de Justicia. Que éste tiene entre tres días y una semana para responder. Y que, en caso de rechazar la medida en cuestión, la Junta de gobierno regional deberá acordar llevar un recurso de casación ante el Tribunal Supremo... que tiene otra semana de tiempo para emitir sentencia.
Y así se podría pasar la Navidad hasta que algunas de las restricciones planteadas se puedan implantar. Y a la vista de que la curva de incidencia se ha convertido casi en una pared y que España ya está en riesgo extremo, cuando sólo hace un mes que salió del moderado, las peores previsiones indican que, en enero, hayamos superado los 1.000 casos de incidencia acumulada. Así lo temen fuentes de los gobiernos autonómicos consultadas por este diario.
Por eso Moncloa insistía tanto este martes en que "la solución es la vacunación", poniendo el ejemplo de la efectividad de la tercera dosis en las personas mayores. Fuentes del Gobierno admitían, a la salida de la rueda de prensa, que se han visto sorprendidos por el poco tiempo de efectividad de las vacunas: "Lo sospechábamos, pero no podíamos imaginar que sería tanto".
Aunque al mismo tiempo incidían en que "la tercera dosis está siendo muy efectiva con la variante ómicron", el Ejecutivo sí que teme que calen en la sociedad los mensajes "negativos". No sólo para la economía y el desánimo de la ciudadanía, sino para alimentar "a los negacionistas". Es decir, Moncloa no quiere que nadie piense que vacunarse no sirve de nada porque después el Gobierno decreta nuevas restricciones.
"Nos jugamos la base de nuestra lucha contra la pandemia", sentenciaba un ministro a la salida del Consejo este martes.