El Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas aprobaron este miércoles, en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), el Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria para el 2022 y 2023. El documento, al que ha tenido acceso este diario, marca las pautas para una reforma del sistema de Atención Primaria en el que la digitalización y la mejora de las condiciones laborales son imprescindibles.
De esta forma, el proyecto insiste en la necesidad de mejorar la atención gracias a los sistemas de información y la salud digital. Una de las grandes apuestas del Ministerio que dirige Carolina Darias. Pero, y en contra de las peticiones del sistema privado de salud, la Primaria se digitalizará en solitario. Es decir, los datos del paciente se podrán consultar en su centro de Salud y en el hospital, aunque no será posible que lo haga un profesional de la privada.
Tal y como consta en el plan aprobado por las Comunidades y el Ministerio, el objetivo del proyecto es que, en el cuarto trimestre de 2023, "el 100% de las Comunidades" tengan implantado un sistema de interoperabilidad de Historia de Salud Digital entre los distintos ámbitos asistenciales, al menos entre Atención Primaria y Atención Hospitalaria.
Sanidad deja de lado el plan de incluir también los datos sanitarios del paciente recogidos por los servicios privados de salud, pese a reconocer la importancia de la interoperabilidad de los datos sanitarios.
De hecho, en el argumentario de su propuesta, apuestan porque "los profesionales de Primaria deben poder consultar todos los informes generados en otros ámbitos asistenciales". Explican que, del mismo modo, la información generada por Primaria debe de poder ser consultada desde el Hospital.
"La Atención Primaria puede beneficiarse de la Historia Clínica Digital Interoperable del Sistema Nacional de Salud (SNS) al poder consultar información sanitaria de ciudadanos que pertenecen a otras Comunidades Autónomas", apuntan.
Además, esta historia clínica digital que propone Darias va más allá de los datos de salud del paciente. Se añade que debe incluir condicionantes sociales para un "abordaje biopsicosocial" en la consulta. O lo que es lo mismo, saber de dónde es el paciente, sus antecedentes familiares e, incluso, sus capacidades económicas.
Condicionantes sociales
Sobre este punto, Sanidad y las Comunidades no se han puesto de acuerdo por lo que han decidido poner en marcha un "grupo de trabajo específico" para definir qué condicionantes sociales y de contexto familiar se incluyen en la historia de salud digital.
Esto quiere decir que no será una decisión individualizada de cada sistema autonómico (unas cosas se tienen en cuenta en Galicia y otras en Cataluña) sino que se implantará "de manera homogénea".
Pero no todo el plan de digitalización de la Atención Primaria está basado en una historia clínica interoperable entre el centro de salud y el hospital. También hacen un gran hincapié en la digitalización desde otras perspectivas: la telemedicina.
En este sentido, el proyecto habla de "facilitar la atención sanitaria en centros sanitarios inteligentes". O lo que es lo mismo, que de aquí a 2023 las Autonomías liciten servicios digitales como "teleconsulta, videoconsulta, acceso a imágenes médicas y chatbots".
Sanidad quiere meter un nuevo elemento al sistema sanitario: el Big Data e Inteligencia Artificial. Con ello, asegura que se va a "impulsar la atención personalizada adaptada a cada paciente".
El objetivo es que los médicos de todos los centros de salud de España tengan, antes de 2024, herramientas digitales para emitir "alertas individualizadas de salud" y puedan detectar "de forma remota" riesgos del paciente e, incluso, hacer un diagnóstico.
Este apartado está principalmente pensado para la España rural y los pacientes crónicos. Por eso, se propone que las Autonomías dispongan de "herramientas digitales evaluadas" para este tipo de perfiles. Los modelos que se prevén son: sistemas de seguimiento en remoto de la hospitalización a domicilio y "automonitorización".