Decía Gary Lineker que el fútbol es un deporte de once contra once en el que siempre gana Alemania. Las elecciones de este domingo, pese a jugar sólo alemanes, han alumbrado ganadores hasta en España. Pedro Sánchez, Inés Arrimadas e Íñigo Errejón han sido los tres líderes que han corrido a celebrar el reparto de escaños del Bundestag.
El único que no ha podido cantar victoria ha sido Pablo Casado, teniendo en cuenta que los herederos conservadores de Merkel han quedado segundos y sin posibilidades de reeditar la gran coalición, aunque fuera desde la vicepresidencia. Olaf Scholz, el socialdemócrata ganador, ya ha exhibido su intención de formar gobierno con los liberales y los verdes. Armin Laschet, el sucesor de Merkel, también quiere seducir a esos dos socios. Se prevén unas negociaciones largas y con final incierto.
Resulta paradójico: PSOE, Más País y Ciudadanos han convertido las elecciones alemanas en su particular encuesta halagüeña. Y Casado, que no ha podido hacer lo propio, es quien más puede presumir hoy de los sondeos.
Dicen los expertos –y tienen razón– que es osado comparar los partidos españoles y alemanes como si fueran iguales; es decir, como si la AFD fuera Vox y los verdes Más País. Pero en el caso de Sánchez, Arrimadas y Errejón son ellos los culpables de que eso suceda. Intentan hacerse partícipes de los buenos resultados de socialdemócratas, verdes y liberales porque les conviene.
Sánchez ha escrito en su cuenta de Twitter: "Enhorabuena por los magníficos resultados. España y Alemania seguirán trabajando por una Europa más fuerte y por una recuperación justa y verde, que no deje a nadie atrás".
Para regocijo del presidente del Gobierno español, Olaf Scholz, el ganador de las alemanas, se ha propuesto mirar a su izquierda para alcanzar la cancillería. Es verdad que el papel de Podemos quedaría sustituido por el de los verdes, más moderados, y que entraría en la ecuación un partido liberal, ejerciendo esa bisagra tan típica en Europa como desconocida en España.
La CDU conservadora afronta una etapa de incertidumbre debido a la jubilación de Merkel, pero también a esa posible salida de la cancillería. La gran coalición, un modelo jamás replicado en España, se ha resquebrajado.
Inés Arrimadas ha resumido la contienda alemana con este mensaje: "Mi enhorabuena a los liberales del FDP por su buen resultado en estas elecciones. Tras pasar por momentos de mucha dificultad, consolidan una posición fuerte en el Bundestag. Ojalá decidan el próximo gobierno, sería la mejor noticia para Alemania y para Europa".
Los liberales alemanes, tras un periodo de ostracismo, se han vuelto a tornar bisagra en la formación de gobierno. Precisamente, los miembros de su delegación acudieron este verano a la convención de Ciudadanos para insuflar ánimo a Arrimadas.
La jerezana se miró ya entonces en el espejo alemán, como diciendo: "Mirad lo que han pasado y lo bien que están ahora". Este domingo, consumada la resurrección liberal en las urnas, Arrimadas ha mencionado esos "momentos de mucha dificultad" y su próximo papel decisorio.
Íñigo Errejón ha dicho: "Los verdes es la fuerza que más crece en Alemania y la más votada por la juventud. Hay una ola verde que recorre Europa y es la semilla del futuro". El líder de Más País sueña con que esa "ola verde" que ya ha alcanzado Berlín y otras capitales europeas haga lo propio en España.
El fundador de Podemos creía en el 15M por su "transversalidad" y, en su libro recién publicado, critica a su expartido por haberla abandonado y haberse asimilado a las viejas organizaciones comunistas.
El padre de Errejón hace varias décadas fue uno de los primeros verdes en España. Le decía a su hijo que siguiera el mismo camino, pero él rehusó hacerlo... hasta ahora. Las próximas elecciones generales –Madrid fue una buena piedra de toque– dirán si el proyecto puede extenderse al resto de las Comunidades autónomas.