Pedro J. Ramírez ha analizado los resultados del 4-M con una conferencia pronunciada en el Club Siglo XXI. El escenario y el anfitrión están estrechamente ligados a su trayectoria. En 1978, intervino por primera vez a petición de esta casa. Y en el hotel Eurobuilding, a orillas del Paseo de la Castellana, tuvieron lugar las exitosas noches electorales de la UCD.
"No es lo mismo 'decíamos ayer' que decíamos en 1978", ha saludado. El presidente de EL ESPAÑOL ha expuesto un decálogo de conclusiones que, a su vez, podría arrojar dos veredictos. La "desaparición en Madrid de la influencia de Podemos y Vox" y la "oportunidad para la concordia" que aporta el resultado.
A juicio de Ramírez, el 4-M debería empujar a Sánchez y a Casado a negociar "los grandes pactos de Estado": "Ha perdido el partido de centro, pero ha ganado la centralidad. La derecha democrática puede centrarse y la izquierda ha sufrido un shock lo suficientemente fuerte como para olvidarse de las malas compañías".
El director de este periódico ha estado acompañado por Xabier Fortes -presentador de RTVE-, Antonio Casado -veterano periodista a quien conoce desde la Transición- y Paloma Segrelles -presidenta del Club Siglo XXI-. El decálogo de Ramírez ha comenzado con la siguiente frase: "Una vaca cruza por el medio del camino y...".
Esa ha sido la forma irónica de catalogar a la moción de censura lanzada por Ciudadanos en Murcia: "Es la prueba de la volatilidad de la política española. Un acontecimiento aislado produjo un accidente múltiple. El PP tuvo buenos reflejos para responder y contraatacó en Madrid".
Ramírez ha lamentado la moción y la ha tachado de "ocurrencia mal ejecutada": "El día que se presentó dio la casualidad de que yo estaba almorzando en Lhardy con Isabel Díaz Ayuso y Miguel Ángel Rodríguez. Ella me dijo que estaba vendida porque, si había un lío, tres de los 26 diputados de Cs podían hacerle un tamayazo". De ahí que a Ramírez no le sorprendiera que, a la mañana siguiente, en cuanto se confirmó la moción murciana, Ayuso pulsara el botón del adelanto electoral.
La segunda cuestión ha tenido que ver con "la cantonalización de la vida política española". Dicho esto, el director de EL ESPAÑOL ha discurrido que "lo de Madrid no es representativo, pero sí que puede ser contagioso": "Estos procesos generan lo que los politólogos llaman un momentum, un efecto de continuidad".
"¿Sánchez? Ni tan fuerte ni tan débil"
Sin embargo, Ramírez ha aportado un matiz sobre Sánchez: "No creo que antes estuviera tan fuerte como parecía ni ahora tan débil como se dice. Es un hombre que encaja bien los golpes, no se pone nervioso y sabe mantener la serenidad".
El tercer punto del decálogo ha versado sobre "el factor humano de la política": "Hacía tiempo que no se manifestaba de manera tan fulgurante. Se compara a Ayuso con Aguirre, pero Esperanza, cuando consiguió algo parecido, ya había sido ministra y presidenta del Senado. Hace dos años era la bruja novata. Hoy, su techo es el cielo. Ha nacido una estrella de la política".
El cuarto punto ha enlazado con lo ya mencionado: la "ataraxia" de Sánchez. "Un político que ha construido un discurso de izquierdas enlazado con separatismos diversos, una praxis política ajustada a las oportunidades que le ha ido dando cada momento. Pero, ojo, porque lo ocurrido con Madrid complica sus alianzas. Cuando mire a Podemos, no sabrá qué hay ahí exactamente y el independentismo estará echado al monte".
El decálogo ha seguido con otro de los protagonistas del 4-M, Pablo Iglesias: "Todo en sus siete años de aventura ha sido teatral. Es un acróbata de su propio ego. Se ha autodestruido, pero creo que estamos ante su primera retirada de la política. Quiere ser la novia en la boda y el muerto en el entierro".
Ramírez ha comparado a Iglesias con Albert Rivera: "Ahora estamos pagando su decisión de la primavera de 2019. Se han destruido de dos maneras distintas, pero igualmente eficaces a la hora de tirarse por la ventana".
En contra de lo que pudiera deducirse de los argumentos de la izquierda, el director de este diario ha hablado de un "viaje al centro del PP": "Han recogido hasta el 60% del voto de Ciudadanos. Ha ampliado su base electoral. No se ha ceñido al estereotipo ultraderechista en el que, torpemente, han querido encerrarle. También ha logrado 75.000 votos del PSOE".
"Explosión y reflexión"
Preguntado por la inquietud que pudiera generar el liderazgo de Ayuso en el despacho de Pablo Casado, ha negado la mayor: "Esa combinación entre lo explosivo y lo reflexivo podría ser eficaz".
El séptimo punto del decálogo lo ha dedicado a Ciudadanos: "Está en peligro de extinción. Es triste para alguien que siempre se ha sentido de centro. La maldición que parece afectar al centro está recayendo sobre ellos. UCD, CDS, el Partido Reformista, el ocaso de UPyD...".
Sin embargo, Ramírez ha hecho distingos entre Rivera y Arrimadas y ha reiterado que los errores del primero nunca serán comparables a los de la segunda. "Creo que Ciudadanos tendrá una oportunidad para la supervivencia en Andalucía".
Antes de concluir, el presidente de EL ESPAÑOL ha querido "celebrar la irrelevancia de Vox": "Me alegro. De la misma manera que me alegro de la decadencia de Podemos. Han convertido a los menas en enemigos de personas. Han cuestionado el combate de la violencia de género y el europeísmo. Por fortuna, serán irrelevantes. Además, a menos Iglesias, menos Abascal".
Ramírez ha concluido con su apuesta por un "gran pacto" entre Sánchez y Casado: "Podrían decir... 'Tú me has destrozado en Cataluña; y tú en Madrid'. Pero el país necesita un buen marco jurídico para salir de la pandemia. Hay que recuperar la concordia".