"Me llamó negro de mierda y no lo puedo consentir". Con estas palabras, el jugador del Valencia Mouctar Diakhaby dio este martes su versión de lo ocurrido el pasado domingo y reiteró que el jugador del Cádiz Juan Cala le profirió un insulto racista, algo que este niega.
Mientras la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha trasladado al Comité de Competición que estudie este supuesto insulto racista, los ministerios de Derechos Sociales y Agenda 2030 e Igualdad, con Ione Belarra e Irene Montero al frente, han enviado una carta al presidente de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, Javier Tebas, y al de la RFEF, Luis Manuel Rubiales, para que aclaren cuáles son sus medidas antirracistas tras el caso de Diakhaby.
En la misiva, ambos ministerios ponen de relieve la "situación alarmante" en la que Mouctar Diakhaby "terminó en el baquillo mientras el presunto agresor continuaba en el terreno de juego". "Queremos evidenciar nuestra preocupación ante situaciones como esta, que se vienen repitiendo de forma puntual pero constante en las competiciones de fútbol de nuestro país", apuntan.
Esta preocupación, continúa, les lleva a pedir que tanto Rubiales como Tebas aclaren "las medidas concretas que han sido efectivamente adoptadas respecto a este caso particular", así como las "medidas de prevención" de cara al futuro para evitar que se repitan estas situaciones, ya que no han trascendido a los medios de comunicación.
En el texto, que firman las directoras generales de ambos gabinetes, Amanda Meyer de Igualdad y Sandra Astete de Derechos Sociales y Agenda 2030, se apunta que los dos ministerios están "convencidos" de que el mundo de fútbol está "firmemente comprometido contra el racismo" y que tanto Tebas como Rubiales "harán cuanto esté en su mano para evitar que situaciones lamentables como la vivida el pasado domingo se repitan".
"Desde el Gobierno de España mostramos nuestra plena disposición a la colaboración interinstitucional y nuestro compromiso firme y permanente con la lucha contra el racismo y cualquier forma de discriminación, finaliza la carta.