Una abrumadora mayoría de españoles considera que Marruecos está actuando de una manera hostil y es cómplice de la inmigración masiva que estos días ha desbordado Canarias. Un 83,1% de los ciudadanos ve la mano del país vecino en la oleada de pateras arribada en los últimos meses a las costas españolas de las islas.
El sondeo de SocioMétrica para EL ESPAÑOL constata esta opinión en el conjunto de los ciudadanos españoles, con muy leves diferencias entre quienes optaron por partidos de izquierdas o de derechas en las pasadas elecciones. Ya fueran éstos nacionalistas o de ámbito nacional, la opinión de los votantes no oscila en demasía. De los encuestados, sólo un 5,7% cree que Marruecos colabora con España de una manera amistosa.
El país vecino es una de las estaciones término para personas de todo el continente africano antes de dar el salto a Europa, en busca de mejores oportunidades. Más ahora, que las rutas mediterráneas que partían de Turquía, Libia y Argelia han sido o cegadas o mejor controladas en el último año.
Y tradicionalmente, Marruecos ha utilizado la política migratoria como método de presión a España para forzar negociaciones o desviar la atención de sus ciudadanos en situaciones de problemas internos hacia un rival exterior. Ambas circunstancias se dan en este momento y a la vez.
Crisis socioeconómica
El gobierno del rey Mohamed VI está presionando a España para conseguir más fondos con los que equipar a sus fuerzas de seguridad. Y además la pandemia de coronavirus ha afectado a su economía de una manera menos perceptible en las cifras oficiales pero más profunda en la realidad.
Según la Oficina Económica y Comercial de España en Casablanca, la economía sumergida supone en el país vecino alrededor del 21% del PIB no agrícola. Pero es que en el sector del comercio la cifra alcanza el 68%, en el transporte por carretera del 32% y en la industria agroalimentaria se calcula en el entorno del 26%.
Todos estos sectores han sido especialmente golpeados por los confinamientos y otras medidas restrictivas relacionadas con la Covid. Fuentes del Ministerio del Interior español confirmaron a este periódico que la falta de demanda en esos sectores por el desplome del turismo -externo e interno- y la ausencia de una red de Estado del bienestar homologable a la de las sociedades occidentales ha podido motivar "la oleada de candidatos" a salir del país en patera.
"Y además hay que añadir que las fuerzas de seguridad están más concentradas en mantener el cumplimiento de las restricciones", añaden desde el departamento de Fernando Grande-Marlaska.
El Sáhara y Podemos
Pero lo cierto es que los encuestados no creen en estas explicaciones, sobre todo los votantes del centro y la derecha. Un 91,3% de los simpatizantes del PP, un 96,3% de los de Vox y un 80,7% de los de Ciudadanos acusan a Marruecos de hostilidad. Por el contrario, el 3,3% de los populares, el 1,9% de los ultraconservadores y un 4,4% de los liberales detectan colaboración de Rabat.
Todos ellos ven claramente la mano del gobierno marroquí en esta oleada de pateras, que ya ha llevado a más de 17.000 migrantes a las costas canarias. Sobre todo, teniendo en cuenta que ése no es el único frente abierto por Rabat con España. Ahora mismo, son tres los escenarios en los que Marruecos hostiga intereses españoles o con responsabilidad histórica de nuestro país.
Únicamente hay algún matiz de mayorías si se compara la opinión de los simpatizantes del PSOE y de Unidas Podemos con el resto de encuestados. En el caso de los votantes socialistas, el 60,5% de los encuestados acusa a Marruecos de ser hostil y actuar de manera cómplice con la inmigración masiva, y sólo el 16,2% ve una actitud amistosa y colaboradora del país vecino. Destaca la enorme cantidad de partidarios del partido de Pedro Sánchez que no sabe o no contesta a la pregunta, un 23,2%.
Quizá por ser parte del Gobierno y por las responsabilidades en las relaciones internacionales, son menos los socialistas los que culpan a Marruecos incluso que los morados. En los simpatizantes de Pablo Iglesias influye, sin duda, su apoyo decidido a un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental para que su postura sea menos proclive aún a Rabat. Así, entre los votantes morados, es un 72,2% el porcentaje de quienes creen que es hostil y sólo un 10,7% ve amistoso a Marruecos.
Desde hace meses, el Ejecutivo de Mohamed VI ha sellado las fronteras de Ceuta y de Melilla, asfixiando el comercio tradicional de las dos ciudades autónomas españolas en el norte de África. Y hace escasamente dos semanas, el Ejército marroquí hizo incursiones armadas en territorio del Sáhara Occidental, rompiendo el alto el fuego acordado con el Frente Polisario hace más de dos décadas.
Ahora mismo, el muelle del puerto de Arguineguín está colapsado, todavía con más de 1.000 personas durmiendo a la intemperie, en unas instalaciones improvisadas por la Cruz Roja para no más de 400 inmigrantes.
Y tras un año en el que se ha ido dejando el problema sin resolver, según el Gobierno canario, sólo en las últimas dos semanas el Ejecutivo central ha reaccionado, presentado dos planes de choque seguidos. Además, la Vicepresidencia primera ha conminado al Ministerio de Defensa a montar un primer campamento provisional en Barranco Seco, con capacidad para 800 personas, y a que ya prevea varios más hasta alcanzar las 7.000 plazas.
Ficha técnica
Se han completado 2.088 encuestas aleatorias, a través del panel online propio de SocioMétrica (n=7.100), representativo de toda España, gestionado a través de la plataforma Gandia Integra (c), entre el 19 y el 21 de noviembre. La submuestra resultante se ha ponderado para el censo total nacional por sexo, edad, tamaño municipal, hábitat rural/urbano, y situación laboral, y reponderando por recuerdo de voto en las elecciones del 10-N. Al tratarse de muestreo no probabilístico no hay error muestral, sino convergencia por interacción para el total nacional, que es del 97% según algoritmo implementado en Barbwin de Tesi (c). Sociométrica es socio de Insights + Analytics España, rama empresas, asociación de Data Science que integra a Aneimo y Aedemo.