Cayetana Álvarez de Toledo compareció en la tarde de este lunes a los pies de la escalinata de entrada del Congreso de los Diputados para explicar las razones que le ha argumentado Pablo Casado para justificar su decisión.
La ya exportavoz del PP en el Congreso de los Diputados, que tuvo que saltarse sus vacaciones para reunirse con el presidente del PP en la sede de Génova, aseguró que Casado argumentó su salida con que considera que "mi concepción de la libertad incompatible con su autoridad" y se lamentó que solo se prime el pensamiento único. "Un partido político no es un ejército ni una secta", destacó en su despedida.
La entrevista que la todavía portavoz concedió al diario El País este domingo fue la gota que colmó la paciencia de Casado. Cayetana volvía a pedir un Gobierno de concentración para salvar a España de las garras de Pablo Iglesias. "Rechaza mi insistencia en un Gobierno de concentración constitucionalista en España", continuó.
Cayetana aireaba públicamente este domingo que Génova "invade las competencias" del Grupo Parlamentario Popular que ella misma dirigía hasta este lunes, y Casado le afeó en privado que esta refriega pública ponía en duda su autoridad. "La libertad no es un indisciplina y el pensamiento propio nunca es un ataque a la autoridad. Jamás lo ha sido en mi caso", subrayó.
Cayetana volvió a refrendar que la destitución de Gabriel Elorriaga como número dos del Grupo Parlamentario es una clara invasión de competencias de Génova hacia su dirección y fue más allá: "Lo dije y lo sostengo porque se produce desde hace tiempo, desde el minuto uno". Álvarez de Toledo señaló al secretario general del partido, Teodoro García Egea, como la persona que le ha ido recortando poder poco a poco.
Los Presupuestos
En una reunión que se prolongó durante más de dos horas, el presidente del PP también le expuso que a partir de septiembre el partido entra en una nueva etapa. Casado le mostró su preocupación por la opinión contraria de Álvarez de Toledo a renovar la cúpula del poder judicial en connivencia con el PSOE y la más que posible negociación de unos Presupuestos Generales del Estado.
Además, Casado le dejó claro que no le interesa la batalla cultural. "No le parece un asunto político relevante en estos momentos, y para mí sí lo es". Antes de despedirse, Cayetana advirtió a su partido que el PP tiene que "ensanchar sus bases" para poder volver algún día a La Moncloa.