El fichaje de Félix Sanz Roldán como asesor externo del presidente de Iberdrola Ignacio Sánchez Galán ha caído como una bomba en ambientes políticos y sociales del país. Horas después de haberse producido este polémico fichaje, sin precedentes, ni PSOE, ni Partido Popular, ni Podemos han querido hacer valoraciones oficiales al respecto, lo que alienta la idea de que hay consenso en las principales fuerzas políticas en torno al nombramiento.
Una de las justificaciones que se da en círculos políticos es que, tras casi diez años al servicio del país en un puesto tan delicado como el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), le quedaba una exigua pensión como militar.
Su nueva aventura en el ámbito privado le asegura una jubilación de oro, y es una forma de blindarle por sus servicios al Estado.
Para aceptar el cargo en Iberdrola, el hombre que conoce todos los secretos del Estado de la última década necesitó la autorización del Gobierno, ya que cesó de su puesto en mayo de 2019 y, al tener rango de secretario de Estado, mantenía una cláusula de incompatibilidad de dos años.
El general tuvo que explicar en qué consistiría su nuevo trabajo en una de las grandes compañías del Ibex y la Oficina de Conflictos de Interés le dio el visto bueno en un informe fechado el 29 de junio, según consta en el Portal de Transparencia.
Sanz Roldán (Cuenca, 1945), que ingresó en la Academia General Militar en 1962, se convirtió en el máximo responsable del Centro Nacional de Inteligencia en 2009, con José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa.
Ahora bien, el general se ganó la confianza del Gobierno del PP hasta tal punto que Mariano Rajoy lo mantuvo en el puesto durante los siete años que gobernó. Tras el triunfo de la moción de censura, Pedro Sánchez le permitió seguir hasta la jubilación. Le sustituyó la que era su mano derecha, su secretaria general, Paz Esteban.
Iberdrola ha comunicado que el general se incorporará al International Advisory Board, un selecto club internacional que asesora personalmente al presidente de la eléctrica. Este consejo al que ahora pertenecerá Sanz Roldán se reúne una vez al semestre y está formado por exministros, embajadores y ex altos cargos de la Unión Europea.
La biografía de Sanz Roldán está salpicada de éxitos y también de episodios controvertidos.
Triángulo Corinna-Villarejo
El jefe de los espías españoles fue testigo y protagonista en la historia de amor, dinero y poder que llevó a la abdicación de Juan Carlos I. Corinna Zu Sayn-Wittgenstein acusó a Sanz Roldán de estar detrás de la Operación Mónaco en la que, presuntamente, un grupo de mercenarios financiados por el CNI entró en su oficina para robar los documentos de las cuentas en el extranjero de Juan Carlos.
En las cintas de Corinna que grabó el ex comisario José Manuel Villarejo, la amiga del Rey se refiere a Sanz Roldán como el Troll porque “era igual de desagradable que un ogro”. La empresaria alemana asegura en una grabación que el general de cuatro estrellas la amenazó diciéndole que no podía garantizar su seguridad y la de sus hijos, y le acusaba de ser el causante de la ruptura con Juan Carlos I.
En el caso Tándem que se sigue en la Audiencia Nacional, el ex comisario Villarejo se enfrenta a dos años de cárcel por delitos de calumnias y denuncia falsa contra el exdirector del CNI. La empresaria alemana prestará declaración como testigo de la defensa del comisario jubilado el próximo 18 de septiembre.
Clave en la abdicación
Sanz Roldán ha sido uno de los hombres de mayor confianza del hoy Rey Emérito, integrante de su círculo más estrecho. Junto a Rafael Spottorno, jefe de la Casa del Rey, y el expresidente Felipe González, fue una de las figuras clave para convencer a Juan Carlos de que abdicara.
El caso Noos, que implicaba la imputación de su yerno Iñaki Urdangarin, y la caída de Botsuana en medio de una crisis económica y política sin precedentes desde el inicio de la Democracia, precipitaron su abdicación. La propia Corinna relata en una de las grabaciones que Sanz Roldán fue quien gestionó el accidente en el país africano. De hecho, siempre ha señalado que Sanz Roldán era “un emisario” del exjefe de Estado.
Por su parte, el ahora asesor de Iberdrola negó hace dos años bajo juramento ante un juez que amenazara a Corinna y su hijo Alexander durante la reunión que mantuvo con ella ese junio de 2012 en el Hotel Connaught.
En su declaración como testigo en el Juzgado de Instrucción 48 de Madrid, afirmó que le “molestó muchísimo” que después “de 57 años de servicio ininterrumpido a España” se le acuse de haber podido amenazar a una mujer y su hijo.
Caso Villarejo
El fichaje de Sanz Roldán por Iberdrola se produce además en pleno caso Villarejo, por el que se investiga la presunta contratación del excomisario por parte de la eléctrica para hacer labores de espionaje contra ACS y su presidente Florentino Pérez.
De acuerdo con la investigación abierta por la Fiscalía, Iberdrola hizo encargos a Villarejo para presionar al también presidente del Real Madrid y frenar la intención de la constructora de estar en el consejo de administración de la eléctrica.
La decisión de la multinacional de incorporar en plantilla al exjefe del CNI puede interpretarse como una forma de blindarse ante la filtración de información desde el entorno de Villarejo -ahora en prisión preventiva- a los medios. En este sentido, tanto Iberdrola como Sanz Roldán comparten adversario.
Además, por su condición de exjefe del CNI, Sanz Roldán conoce los secretos en seguridad más importantes de España así como de otros países. Por lo tanto puede ser útil a nivel de geopolítica a la hora de invertir fuera.
De la profesionalidad de Sanz Roldán nadie duda. Las fuentes consultadas por este periódico recuerdan que el exjefe del CNI es general del Ejército con cuatro estrellas, el máximo grado al que puede aspirar un militar en España.
Quienes le conocen lo describen como un hombre muy inteligente, afable, de carácter accesible. También fue Jefe de Estado Mayor de la Defensa. Hay quien le reprocha haber sido el “más político” de todos los directores que ha tenido el CNI.