La batalla entre ERC y JxCAT ha provocado un terremoto en Moncloa con epicentro en Cataluña. Las presiones de JxCAT para que la consejera de Salud autonómica, Alba Vergés, de ERC, diera las cifras reales de muertos por coronavirus en vez de la cifra parcial utilizada hasta ahora ha desembocado en un cambio en el sistema de conteo que ha dinamitado el control oficial de las estadísticas del Ministerio de Sanidad.
Desde el miércoles, el gobierno autonómico catalán incluye en la cifra de fallecimientos también a aquellos ciudadanos que han muerto en residencias y domicilios particulares. Hasta ahora, la cifra de fallecimientos sólo recogía a aquellos que lo habían hecho en hospitales. Este cambio en el sistema de recuento de víctimas por parte de la Generalidad ha puesto en un aprieto a Pedro Sánchez y al ministro de Sanidad, Salvador Illa.
La variación no es menor. Antes del cambio del sistema de conteo, la cifra de víctimas oficial en Cataluña era de 3.855. Si a esa cifra se le suman aquellos ciudadanos que han muerto en sus domicilios o en residencias de ancianos, la cifra se eleva sin embargo hasta los 7.097. Es decir, prácticamente el doble que la cifra oficial.
Bronca de Montero
Una sencilla extrapolación al conjunto del país permite sospechar que las cifras reales de muertes por Covid-19 puedan ser mucho más elevadas que la cifra oficial dada por el Gobierno. Y de ahí que la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, abroncara este jueves a la Generalidad, sin mencionarla, exigiendo que las comunidades se ajusten al criterio establecido por la OMS. Es decir, al de que sólo se contabilicen como víctimas del Covid-19 aquellos ciudadanos que hayan dado positivo en un test.
"Cualquier intento de confundir a la opinión pública o los ciudadanos puede generar una sensación de desconfianza o de que no todas instituciones están cumpliendo", dijo Montero, antes de pedir que todas las comunidades se atengan a un mismo sistema de recuento para no generar distorsiones. El objetivo es tener una "visión global" del Covid-19.
Oficialmente, el Gobierno distingue entre muertos "por coronavirus" y muertos "con coronavirus", y sólo reconoce como víctimas del Covid-19 a las diagnosticadas mediante un test positivo.
Las dudas sobre la fiabilidad de las cifras oficiales fueron reconocidas por el mismo Fernando Simón, que dijo no saber si todos los casos reconocidos por la Generalidad "tienen un diagnóstico previo de coronavirus" y que confesó que "la cifra real de muertos es muy difícil de saber".
Orden de Sanidad
La pregunta corrió como la pólvora por toda Cataluña. ¿Por qué la Generalidad confiesa ahora la cifra de muertos real en vez de la que se estaba dando hasta ahora, si ese dato puede despertar recelos sobre su gestión de la epidemia? La explicación es doble.
El primer motivo está, paradójicamente, en una orden del propio Ministerio. Sanidad pidió hace semanas a las comunidades que estas le comunicaran antes del 8 de abril el dato de los fallecidos en sus residencias de ancianos, una cifra que depende en la mayoría de los casos de los Servicios Sociales regionales.
No se sabe cuántas o qué comunidades en concreto respondieron a la orden. Pero el pasado 10 de abril, Sanidad exigió a los responsables que afinaran aún más los datos incluyendo también en el recuento los casos probables –personas que se sospechan infectadas, pero a las que no se ha hecho la prueba– y los posibles –ciudadanos con síntomas leves a los que tampoco se ha hecho la prueba–.
Según Sanidad, si esas cifras de muertos en residencias no se han publicado oficialmente todavía es porque el Ministerio está a la espera de que todas las comunidades obedezcan la orden. Pero el hecho de que Cataluña se haya adelantado haciendo pública su cifra ha despertado las sospechas de que todas las comunidades puedan tener un número mayor de muertos por Covid-19 que el reconocido como oficial hasta ahora.
Presión sobre ERC
El segundo motivo es la guerra entre ERC y JxCAT, es decir entre Oriol Junqueras y Quim Torra, por la hegemonía en la región. Las presiones de JxCAT para que el departamento de Salud, en manos de ERC, sume a la cifra oficial de muertos por Covid-19 las de fallecidos en residencias de ancianos, también en manos de ERC, han sido insistentes durante toda la crisis.
El objetivo de JxCAT también es doble. En primer lugar, levantar dudas sobre la gestión de la pandemia por parte de los consejeros de ERC de cara a las futuras elecciones autonómicas catalanas.
En segundo lugar, poner en un aprieto al Gobierno de Pedro Sánchez, al que nada le conviene menos ahora que abrir el melón del debate sobre la cifra real de muertos por Covid-19.
El pasado 8 de abril, el diputado Josep Riera i Font, de JxCAT, logró sacar de sus casillas a la consejera de Salud republicana Alba Vergés durante una reunión telemática de la comisión de salud del Parlamento autonómico catalán. Riera i Font le preguntó a la consejera si se había sido lo suficientemente sensible a la hora de comunicar el número de bajas del Covid-19. Y esta estalló indignada.
"La pregunta me ofende" dijo Vergés. "Yo no puedo dar unas cifras que no son oficiales. Y esto lo he explicado muchísimas veces. Y lo he explicado en rueda de prensa, públicamente y también en privado. Y ya está. ¡No tengo nada más que decir! Ya está bien. ¡Ya basta de jugar con cifras de muertos!". El rifirrafe puede verse en la hora 4:39 de este vídeo.
Efecto dominó
"Era previsible que todo esto ocurriera" dice una fuente parlamentaria de Ciudadanos. "Hace tiempo que les estamos pidiendo las cifras reales. Todos sabíamos que no estaban contando a todos los muertos. Si no contabilizas algo, no se puede diagnosticar. Era una obviedad que la cifra real no era la oficial".
La revelación de las cifras catalanas está pensada para provocar un efecto dominó en el resto de comunidades que ponga en apuros a Sánchez y le debilite frente a los nacionalistas. "Es que es muy probable que en otras comunidades esté sucediendo lo mismo", dicen en Ciudadanos.
"Pero había demasiada presión sobre ERC" añaden. Una presión a la que se sumó Ciudadanos, aunque con un objetivo radicalmente diferente. "Nosotros pedimos que no hubiera ningún error en los crematorios. Porque en Barcelona hay lista de espera y no hay familiares presentes durante los últimos momentos de muchos ciudadanos".
"Nadie quiere hacer demagogia o sensacionalismo. Pero pedimos máximo respeto para los fallecidos, en vista de lo que está sucediendo en toda Cataluña. ¿Te imaginas decenas de muertos esperando para ser quemados?", añaden desde Ciudadanos.
Muertos invisibilizados
El pasado 4 de abril, Marc Castells, alcalde de Igualada, la ciudad española más golpeada en términos relativos por el Covid-19, criticó el recuento hecho por la Generalidad.
El alcalde, perteneciente a JxCAT, había advertido pocos días antes de que la mortalidad en su ciudad se había elevado un 300% en relación al año pasado. El sábado 4 de abril, Castells volvió a salir a la palestra para pedir que la Generalidad contabilice a todos los muertos. En su opinión, no hacerlo así puede enviar un mensaje equivocado a los ciudadanos y hacer que estos se relajen con las medidas de protección y de confinamiento.
Las declaraciones del alcalde de Igualada llegaron después de que el viernes 3 de abril cuatro vecinos de Igualada murieran en el hospital y otros siete en domicilios y residencias. Ninguno de ellos fue contabilizado por la Generalidad. Oficialmente, y de acuerdo al gobierno autonómico, ese día no había muerto nadie en Igualada por primera vez en varias semanas.