Durante un proceso de desaceleración económica, se torna más importante si cabe la gestión proyectada por el Gobierno. Pedro Sánchez, consciente de la inquietud empresarial suscitada por su socio de coalición, ha logrado mantener los ministerios clave -Economía, Hacienda, Fomento...-, pero se ha visto obligado a ceder uno de ellos: Trabajo.
Gestionado por Yolanda Díaz, miembro de Galicia en Común -que integra Unidas Podemos-, no suscita optimismo entre los electores, según el sondeo realizado por SocioMétrica para este diario. Hasta un 57,9% cree que el empleo empeorará a lo largo de esta legislatura, frente al 28,9% que piensa que mejorará.
Son muy pocos -un 12,9%- los que pronostican que el paro "se quedará igual". Tomando como referencia la llegada de la democracia reciente, Díaz encarna uno de los perfiles más a la izquierda de los que han pasado por el Ministerio de Trabajo. Proveniente de Esquerda Unida -la IU gallega-, no tiene experiencia en la gestión empresarial.
Pedro Sánchez es consciente de que el Empleo fue el talón de Aquiles que acabó con los gobiernos de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. De ahí que haya desgajado del Ministerio la Seguridad Social, para crear otra cartera y ponerla en manos de José Luis Escrivá. En una situación límite, este departamento socialista podría actuar como una suerte de contrapeso respecto al de Trabajo.
Entre los votantes del PSOE, lógicamente, sí existe la esperanza de que la situación mejore gracias, entre otras cosas, a la labor del nuevo Gobierno. Así lo cree, según este sondeo, un 66,6%. En Unidas Podemos -gestores de este ministerio-, el porcentaje se eleva hasta el 82,2%. Llama la atención la indiferencia que concita en Más País. Un 51,5% de los electores de Íñigo Errejón pronostica que el empleo "se quedará igual".
La respuesta de los partidarios de la oposición, también previsible, es demoledora. Un 94,6% de los seguidores del PP prevé un empeoramiento. Esta variable es del 90% en Vox y del 82,3% en Ciudadanos.
El PSOE y el empleo
Como ha quedado mencionado, el empleo desencadenó la debacle de los gobiernos de González y Zapatero. El primero, durante los albores de su larga trayectoria, llegó a situar la tasa de desempleo -datos de la EPA- en el 21,4%. En 1993, España reunió en torno a seis millones de parados, con una tasa del 22,7%. En aquel momento, se alcanzó lo que hasta entonces era un récord.
Algo similar ocurrió con Zapatero, que asumió el poder en plena estabilidad, con el grueso de los indicadores saneados. En 2008, con la crisis carburando, la tasa de desempleo era del 13,7%. En 2011, había ascendido hasta el 23%.
Mariano Rajoy, a pesar de los recortes y la polémica reforma laboral, no pudo evitar que este porcentaje se inflara, en 2012, hasta el 26%. Hoy, la EPA oscila alrededor del 14%.
Sánchez sigue disfrutando de cierto viento a favor. Es cierto que no se está destruyendo empleo, pero la velocidad de creación disminuye progresivamente.
Ficha técnica
Se han realizado 1.100 encuestas con fuente mixta telefónica (fija y móvil) y panel online. Campo entre los días 15 a 18 de enero. Análisis de datos: postequilibraje muestral según cuotas cruzadas de sexo, edad, provincia y situación laboral según censos INE. Para voto, posponderación por recuerdo en las elecciones del 10-N. Los coeficientes de ajuste para la convergencia muestra-universo, se hacen por iteración al 97%, que equivale a un margen de error teórico <3% para nivel de confianza del 95%.
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