Personas en favor de la unidad de España y otras en favor del acuerdo entre el PSOE y los independentistas se han enzarzado en los alrededores del Congreso de los Diputados, mientras en el Hemiciclo discurría el debate de investidura. Ha sido la parte del guion que no estaba prevista.
Ambos grupos se han encontrado en los alrededores del Congreso. No llevaban ni cinco minutos unos frente a otros, en la parte más cercana a la plaza de Cánovas del Castillo, cuando unos pocos ciudadanos se han enfrentado y se han empezado a oír los primeros “Viva España, viva el Rey y viva la Guardia Civil” y otros de “Sí se puede”, unos contra otros.
Parecía que el conflicto no iba a ir a más, pero el tono ha ido elevándose conforme pasaba el tiempo y el número de personas iba aumentando. A un lado estaban quienes apoyaban el pacto entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, quienes, pasado el mediodía han empezado a gritar “vosotros, fascistas, sois los terroristas”. Enfrente manifestantes en favor de la unidad de España acusaban a Pedro Sánchez de llevar a cabo un golpe de Estado. Todos han intentado desmarcarse de cualquier signo político, pero lo cierto es que se han podido ver insignias de partidos como PSOE, PP, Vox o sindicatos como UGT y CCOO.
Gritos contra Sánchez
Esto ha provocado que la Policía Nacional haya tenido que intervenir y separar a las dos marchas y evitar que fuera a más. Sin embargo, después de lo sucedido se ha podido observar a varias personas enfadadas y llorando con el cruce de insultos y descalificiones que se hacían entre unos y otros. Después las manifestaciones, que ninguna estaba prevista, han seguido una frente a otra, y la cosa no ha ido a más.
Las primeras personas en llegar a los alrededores de la Cámara Baja habían sido los contraios a Sánchez, quienes han proferido gritos como “Sánchez, traidor” o “Torra a la mazmorra”.
Entre los manifestantes se encontraba una iniciativa para reclamar que la lengua valenciana sea reconocido como una lengua oficial más y que acusa a los diputados valencianos de haberse vendido a los independentistas catalanes por fines económicos.