Antes del "juicio final" del 10 de noviembre, a Fernando Savater le ha llegado otro: el de las muelas. Acaban de sacarle una, justo cuando Ciudadanos acaba de anunciar su fichaje: cerrará la lista al Congreso por Madrid. Es la segunda vez que brinda su apoyo electoral -estampando su nombre en una papeleta- a Albert Rivera. También lo hizo el pasado mayo, entonces como broche simbólico de la candidatura europea.
"¡Sí, sí! A estas alturas y con dolor de muelas", saluda el filósofo a este diario. Savater toma aire tras la gira de presentación de su último libro, La peor parte, una suerte de memorias de amor dedicadas a Sara, su mujer, fallecida hace cuatro años. A media mañana, todavía con la "boca anestesiada", acepta someterse a una segunda intervención quirúrgica que gira en torno a esta pregunta: ¿por qué Ciudadanos? Y que concluirá con esta respuesta: "Porque es el partido más útil para frenar a Sánchez".
Savater estrenó ese argumento en septiembre de 2016, justo antes de las elecciones al País Vasco. Compartió un acto con el propio Rivera en Bilbao. Antes de aceptar, advirtió a la cúpula naranja: "Diré lo que me parezca". Y con esa independencia, firmemente seguro de que Ciudadanos continúa siendo la organización "más útil", reseña casi un lustro después: "Espero que el proyecto salga reforzado. Si tiene el peso suficiente, podrá exigir condiciones a Pedro Sánchez".
El autor de Ética para Amador tiene claro que el presidente socialista "ni fue, ni es, ni será de fiar": "Cuanta más gente le vote y menos apoyos necesite... peor. El acuerdo le obligaría a transigir con las reformas que necesitamos".
Savater, referente en los movimientos políticos de centro desde el nacimiento de UPyD, insiste en que Ciudadanos "nunca se movió" del fiel de la balanza: "¡El que se apartó fue Sánchez!". En ese sentido, sí que coincide con Rivera. "Unas veces estamos más de acuerdo y otras menos", resume.
El escritor le resta importancia al error de cálculo de Rivera. El líder de Ciudadanos siempre creyó que Sánchez sacaría adelante su investidura con Unidas Podemos. "Ahora está claro que no fue así. En política, todos hacen predicciones. Unas veces se acierta y otras no. Pero la determinación del PSOE fue alcanzar ese acuerdo", apunta.
A ojos de Savater, el nacionalismo volverá a ser uno de los ejes de la campaña electoral. Rivera le ha fichado para, principalmente, dar esa "batalla de las ideas": "Es muy arriesgado que nos cansemos de fenómenos que siguen activos y son muy peligrosos".
-Pero, ¿teme que en otros lugares de España, más allá de País Vasco y Cataluña, esto pueda empezar a vivirse como un leve fenómeno meteorológico?
-Imagínese cómo de cansados estamos los que llevamos aguantándolo cuarenta años en el País Vasco. ¡Yo mismo estoy hasta el último gorro! Pero el nacionalismo sigue siendo una amenaza. No se puede hacer zapping. Entiendo a quienes están hartos pero, de verdad, no podemos encogernos de hombros. Si te interesa tu país, deben interesarte también sus problemas, por muy aburridos que sean.
La relación de Savater con Ciudadanos
Fernando Savater siempre fue partidario de la fusión entre UPyD y Ciudadanos. El 10-N, los magenta concurrirán absorbidos por las listas naranjas. Su líder, Cristiano Brown, irá de 7 por Madrid; y el filósofo, su mayor referente, cerrará esa misma lista.
Pero el apoyo de Savater a Rivera no es flor de un día. Ya se lo brindó cuando UPyD no había languidecido del todo, por considerar a la plataforma nacida en Cataluña "la opción más útil del momento".
"Tendremos nuestras diferencias, pero para un votante de UPyD lo más parecido es votar a Ciudadanos, y no quedarse sentado en el sofá", arguyó en 2016, poco antes de los comicios vascos. A partir de ahí, su relación con Rivera se ha ido estrechando.
En junio de 2018, habiéndose desvinculado del proyecto la mayoría de intelectuales que fundó Ciudadanos -el último en hacerlo fue Xavier Pericay-, Savater arropó a Rivera en un acto celebrado en la madrileña estación de Chamartín. Allí fue encumbrado como principal estandarte de los liberales en lo que se refiere a la "lucha contra el nacionalismo".
"La aceptación de una ley igual para todos funda la libertad democrática. Lo carnal y lo estético, que pueden llegar a ser lo más importante de nuestra vida, no configuran la ciudadanía. Lo que pasa es que a nadie le interesa hablar de esto. La mitología de los territorios ha secuestrado el debate", explicó Savater.
El pasado mayo, por primera vez, cristalizó el nombre del escritor guipuzcoano en una papeleta electoral de Ciudadanos: la de las europeas. Este noviembre, cerrará las listas al Congreso de los Diputados por Madrid.