"Nos une una sociedad de mujeres y hombres libres e iguales, en armonía con la naturaleza". Un edén primigenio en el que hombres y mujeres libres e iguales convivan en armonía con la naturaleza, esa es, según Pedro Sánchez, "la promesa que une a las dos tradiciones de la izquierda". Es decir, la idea de España en la que, según sus palabras, coinciden PSOE y Unidas Podemos.
La frase de Sánchez en su discurso del debate de investidura ha evocado la que pronunció el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero durante su discurso en la Cumbre Climática de Copenhague de diciembre de 2009 sobre la propiedad de la tierra, hace diez años.
No sólo fue el tono de Sánchez, sino los ecos de su discurso -plagado de referencias a los derechos civiles, la defensa de la mujer, los pobres, la ecología o los derechos de los animales- los que recordaban a Zapatero y su famosa declaración: "La tierra no pertenece a nadie, sólo al viento".
La frase de Sánchez –"nos une una sociedad de mujeres y hombres libres e iguales, en armonía con la naturaleza"– arrancó los aplausos de los escaños del PSOE, además de alguna que otra sonrisa, pero no de los de Unidas Podemos, que no parecían muy impresionados por el arranque cuasi hippie del candidato a la Presidencia.
El jefe de los duwamish
La semejanza entre el discurso de Sánchez y el de Zapatero fue de inmediato utilizada por el líder del PP, Pablo Casado, que comenzó su turno de palabra por la tarde recordando que el candidato a la Presidencia del Gobierno se expresaba en términos muy parecidos a los de su antecesor socialista en la Moncloa, y que había perdido dos horas de discurso "para decir que va a conseguir la armonía del hombre y la mujer con la naturaleza".
La frase original de Zapatero de 2009 evocaba la respuesta del Jefe Seattle, líder de la tribu duwamish, a la oferta de compra de sus tierras por parte del presidente de los Estados Unidos Franklin Pierce en 1854. Un discurso que nunca existió tal y como se recuerda en la actualidad. Porque esa frase que aparece hoy en las carpetas de los adolescentes de todo el mundo –"la tierra no pertenece al hombre, el hombre pertenece a la tierra"– y que Zapatero adaptó a su manera procede en realidad de un telefilme de la cadena ABC rodado en 1971.
Del discurso verdadero del Jefe Seattle sólo se conocen reproducciones parciales y por boca de terceros. En ninguna de esas versiones, bastante más fidedignas en cualquier caso que el mencionado telefilme de 1971, aparece una sola frase que se parezca siquiera remotamente a la de Zapatero. Prueba de ello es que los duwamish acabaron vendiendo sus tierras al Gobierno de los Estados Unidos como si fueran efectivamente ellos, y no el viento, sus legítimos propietarios.