"Somos conscientes de los errores, estamos dispuestos a mejorarlos”. Pablo Casado entonaba el mea culpa este sábado ante un anfitrión de peso dentro de las filas del partido que preside. El líder del PP viajaba a Galicia para coincidir con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y dar así imagen de unidad –“cierre de filas y apretar los dientes”, en palabras de Casado- tras la debacle electoral del domingo. “A las duras y a las maduras este partido saca raza y tira hacia adelante”, sacaba pecho el dirigente popular.
El batacazo del 28-A, donde el partido conservador perdió 71 de los 137 escaños que tenía en el Congreso -quedó reducido a 66 actas-, dejó en la cuerda floja el proyecto del líder del PP. Y después del desenlace electoral vinieron los primeros análisis. El equipo de Casado responsabilizó en gran parte sus “muy malos resultados” a la fragmentación del voto de centro derecha, ya que la irrupción de Vox acabó beneficiando al PSOE y ha perjudicado a las fuerzas políticas que no quieren que Pedro Sánchez siga en La Moncloa.
Temiéndose esa división, Casado azuzó el fantasma del voto útil durante la campaña, y su discurso se escoró hacia la derecha, precisamente para evitar una mayor sangría y tratar de retener a un electorado que podía abandonar al PP para votar por las siglas del partido de Santiago Abascal. Pero la estrategia no funcionó.
Y esta semana el gran barón gallego, el único líder del PP que gobierna en mayoría absoluta, se erigía como una de las voces más críticas con el giro a la derecha emprendido por Casado. Feijóo, que no pudo participar en la Ejecutiva convocada tras los comicios para no faltar a una sesión de control en el Parlamento gallego, apostaba claramente por volver al centro. Abrir las puertas para mantener al PP como “un punto de encuentro entre muchas sensibilidades: entre gente que es más de derechas, más liberal, más conservadora, más de centro, más reformista, más de centro izquierda…”. En definitiva, recuperar “un partido amplio” y con “espíritu ganador”, como ha recordado este sábado en el municipio coruñés de O Pino, arropado por más de 5.000 militantes y simpatizantes del PP.
Comienza "la remontada"
Dejando atrás "el duelo, la decepción y la derrota", Feijóo ha intentado levantar los ánimos hablando de "remontada" y de "victoria", con la vista puesta en las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo. En ese sentido, ha pedido a los votantes de Ciudadanos y también a los "moderados" de Vox e incluso del PSOE que vuelvan a "la casa común" del PP. "Son nuestros aliados. Solo así podemos ser la alternativa".
"Aquí no sobra nadie, en todo caso falta mucha gente", ha afirmado, y ha dejado caer que "no hay ninguna puerta de salida abierta".
Los electores de Vox, según Feijóo, han "entendido el mensaje nítido: si nos unimos los votos valen para que la izquierda y el populismo no gobiernen". Y los de "Cs también quieren un partido de mayorías". "En Ciudadanos puede haber algún campeón de oratoria, pero no hay ninguna experiencia de gobierno", embestía Feijóo, que pedía "perdón" por los errores que se hayan podido cometer y daba las gracias a Casado "por dar la cara por todos".
Casado toma nota
Por si las numerosas apelaciones a unir el voto pronunciadas por Feijóo no fueran suficientes, Casado volvía a incidir en esa tesis. "Unamos el voto en torno al PP porque en España sólo hay un partido de centro derecha que es el PP". "El resto que se ubiquen ellos", proseguía sin mencionar ni a Cs ni a Vox.
A su partido, en cambio, sí que lo definía, siguiendo los consejos de Feijóo. "Un partido abierto, reformista y centrista" que debe servir como un "destino común de los españoles y dique de contención al PSOE"
Y continuaba con palabras de admiración para el barón gallego: "Feijóo es una referencia a nivel nacional. Lo es por el buen gobierno en la Xunta, por cómo está el PP gallego, y lo es porque este partido representa nuestra esencia. Nacimos aquí, de abajo arriba, en las aldeas y parroquias". "Y una vez más el 26 de mayo volveremos a ganar para servir a España", aventuraba.
El PP 'se centra' en el 26M
Con la vista puesta ya en las próximas citas electorales, Génova presentó este martes su nuevo lema de campaña, Centrados en tu futuro, con el propósito de recuperar el espacio abandonado.
Ese mismo día Casado comenzaba a modular sus palabras y etiquetaba por primera vez a Vox como un partido de “ultraderecha”, al tiempo que situaba a los de Albert Rivera en la "socialdemocracia".
El PSOE gana en Galicia
Galicia ha sido, hasta este 28-A, uno de los feudos históricos del PP. Pero el domingo la formación de la gaviota vio cómo perdía la hegemonía al convertirse en la segunda fuerza política –por detrás del PSOE-, poniendo fin a 37 años de éxitos electorales en esta región. A pesar de ese “resultado malo sin paliativos”, como definía el propio Feijóo, Galicia es la comunidad con mejor resultado del PP en España, que, con un 27,39% del voto, se sitúa “11 puntos más que la media” nacional, según recordaba el barón gallego. De hecho, siete de los nueve diputados con los que el PP supera a Ciudadanos vienen de Galicia. Y Vox no ha conseguido materializar en escaño ninguno de sus votos cosechados en las cuatro provincias de estar región.