La moción del PSC aprobada este jueves por el Parlamento autonómico catalán y en la que se exige al presidente de la Generalidad, Quim Torra, que convoque elecciones o se someta a una cuestión de confianza, podría formar parte de un plan a medio plazo de los socialistas catalanes encaminado a la formación de un nuevo tripartito de ERC, PSC y Catalunya en Comú (Podemos).
El plan no se limitaría a la Generalidad sino que afectaría también al Ayuntamiento de Barcelona y a otros municipios catalanes en los que la suma de los tres partidos nacionalistas de izquierdas alcance la mayoría absoluta.
Según fuentes de Ciudadanos, el PSC habría intentado en un primer momento convencerles para que fueran ellos los que promovieran una moción de censura o de confianza contra el presidente de la Generalidad. Tras la negativa de Cs a ejecutar una moción ajena y destinada al fracaso -prueba de lo cual es que Inés Arrimadas ni siquiera la ha mencionado en su cuenta de Twitter-, los socialistas catalanes habrían decidido finalmente presentarla ellos mismos.
Para sorpresa de todos en el hemiciclo catalán, la moción fue aprobada este jueves gracias al desmarque de la CUP, que decidió no participar en la votación, propiciando así la derrota de ERC y JxCAT.
La moción fue aprobada con 72 votos a favor de los socialistas, Cs, PP y Catalunya en Comú. ERC y JxCAT cosecharon por su parte 71 votos para el no. El abandono de la CUP habría sido, sin embargo, insuficiente para aprobar la moción si no fuera por la ya conocida negativa de JxCAT a sustituir a los cuatro diputados de la formación que no pueden votar por estar encarcelados.
"Oriol Junqueras y Raül Romeva sí pueden votar porque designaron un sustituto, y ustedes no han querido hacerlo" ha replicado la portavoz del PSC Eva Granados cuando JxCAT se ha quejado de que la moción habría sido derrotada si esos cuatro diputados (Carles Puigdemont, Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull) hubieran podido votar.
Un pacto de muy largo alcance
"El PSOE y el PSC tienen un pacto con ERC", dicen fuentes del PP. "Y es desde mucho antes de la aplicación del 155. Socialistas y republicanos llevan encamados mucho tiempo. El objetivo del PSOE al aceptar el 155 no era el mismo que el de Mariano Rajoy o Albert Rivera. Lo que querían los socialistas era que ERC ganara las elecciones del 21 de diciembre de 2017 para poder formar un tripartito junto con Podemos. Pero la cosa salió mal porque Cs ganó las elecciones y Carles Puigdemont quedó por delante de Oriol Junqueras gracias a la ocurrencia aquella de 'Puigdemont, nuestro presidente".
"Y ese tripartito no se limita a Cataluña sino que pretendía llevarse también al Congreso de los Diputados" añaden en el PP. "La promesa de indultos para los líderes del procés debe interpretarse a la luz de ese plan. Iceta no mete la pata, desde el punto de vista de sus intereses, cuando habla de referéndum en diez años e independencia con el 65% de los votos. Iceta era jefe de Gabinete de Narcís Serra en el 82. No es un novato ni tampoco es tonto. Sabe lo que dice y por qué lo dice".
La idea que flota entre los líderes populares es que el voto favorable del PSOE a la aplicación del 155 sólo pretendía acelerar la formación de ese tripartito. "Lo que ocurre es que los resultados del 21-D fueron adversos para PSC y ERC. Y eso es lo que acabó precipitando la moción de censura contra Rajoy. Porque el plan de Sánchez era primero Cataluña y luego España. Pero las elecciones catalanas les obligaron a cambiar el plan: primero España y luego Cataluña. Y en eso están ahora mismo el PSOE y el PSC" finaliza el interlocutor de EL ESPAÑOL.
La victoria se debe… a Llarena
Josep Costa, el vicepresidente de la cámara autonómica catalana que el miércoles intentó censurar a Inés Arrimadas cuando esta citaba los insultos de Quim Torra relativos a "bestias con forma humana", dijo tras el pleno que la moción sólo había sido aprobada gracias "al voto de calidad del juez Llarena". "De hecho, contando los votos de presos y exiliados, la moción no se ha aprobado" ha dicho Costa en su cuenta de Twitter.
Quim Torra, por su parte, hace caso omiso de la moción. Ni convocará elecciones ni se someterá a una cuestión de confianza. Sin embargo, un detalle ha llamado la atención entre los diputados del Parlamento catalán: Torra ha escenificado su supuesta fortaleza parlamentaria saliendo del hemiciclo acompañado por los seis consejeros de JxCAT… y ninguno de ERC. Lo que, no hace falta señalarlo, ha fortalecido las sospechas de que el pacto de ERC con el PSOE/PSC y Catalunya en Comú es una realidad y que su víctima propiciatoria es Quim Torra. Es decir Carles Puigdemont.