Cuando Cayetana Álvarez de Toledo subió al escenario en Barcelona, en su puesta de largo como cabeza de lista por la provincia al Congreso, los aplausos eran abrumadores. Allí, en primera fila, estaba la plana mayor del Partido Popular en Cataluña, con el líder nacional, Pablo Casado, también presente. Cuando estuvo ante el atril, Cayetana comenzó a agradecer uno a uno a los impulsores de su candidatura. Pero un nombre sonó por encima de los demás: Dolors.
A Álvarez de Toledo y a Dolors Montserrat, exministra de Sanidad de Rajoy, última portavoz parlamentaria del PP en el Congreso y referente de los populares catalanes en Madrid, les une su pasado, que no es de color de rosa. Las diferencias comenzaron cuando la hoy candidata a la Cámara Baja por Barcelona pegó el portazo en 2015 ante el “silencio” de Mariano Rajoy por el simulacro de referéndum del 9-N y se fue del partido.
Cayetana, diputada en el Congreso, ya había mostrado anteriormente su rechazo a la gestión marianista, protagonizando enganchadas con Soraya Sáenz de Santamaría o dejando en evidencia al propio presidente con artículos en prensa. Pero con el 9-N algo cambió: Álvarez de Toledo cargó contra la acción del Gobierno popular. “En estos cuatro años de mayoría absoluta, la democracia ni se ha regenerado ni se ha defendido” o “el Gobierno abdica de su responsabilidad constitucional de hacer cumplir la ley en Cataluña. Su inhibición genera una profunda sensación de desamparo”, fueron algunas de las opiniones vertidas.
Las familias del PP
La entonces vicesecretaria de Organización del PP catalán y vicepresidenta tercera del Congreso, Dolors Montserrat, no se quedó callada y contestó. En la radio, en directo. Fue a matar: quienes tenían “legitimidad” para hablar sobre la cuestión catalana en el PP eran “los catalanes”. “Se tiene que entender Cataluña desde dentro de Cataluña y quienes tenemos legitimidad para hablar somos los catalanes y en el caso concreto del PP, el que está legitimado para hablar del PP de Cataluña es Alicia Sánchez-Camacho, el presidente Rajoy y María Dolores de Cospedal y nadie más, porque son ellos los que están manteniendo contacto directo”.
Desde ese momento, nada fue igual. Ambas se retrataron en las antípodas dentro de la “casa común” que era el PP: una, profundamente marianista; la otra, discípula de Aznar, adscrita al entorno FAES.
El PP catalán siguió su caminos. Era el apogeo de Rajoy: Jorge Fernández Díaz, Alicia Sánchez-Camacho, Andrea Levy, Dolors Montserrat. Hasta que llegaron la moción de censura y las primarias, donde Montserrat fue portavoz de la campaña de Dolores de Cospedal. Y ganó Pablo Casado.
"Víctima de Alejandro Fernández"
La limpia entre los populares catalanes se ha producido en dos tiempos. El nuevo presidente del PP puso a Alejandro Fernández, muy próximo a él, a dirigir. A Montserrat la recuperó, dentro de las cuotas de integración prometidas, y la colocó como portavoz en el Congreso. Pero entre ambos dirigentes las fricciones no cesaron: fuentes del partido aseguran a este periódico que “Alejandro, que no era nadie hasta que se hizo muy amigo de Pablo en la X legislatura, no tenía mucho feeling con la mayoría del PP catalán”.
“Alejandro siempre ha pensado que Dolors no le reconocía la autoridad”, aunque desde la bancada popular el sentimiento es el contrario. “Dolors es sincera, de ir de frente. Ella siempre ha estado para el partido y él lo confundía con un cuestionamiento”. Aun así, todo parecía ir bien: Montserrat se postulaba como cabeza de lista al Congreso por Barcelona y, desde la dirección nacional, se lo habían confirmado. “Ella estaba convencidísima y le apetecía muchísimo”.
Pero, dos semanas antes, hubo bronca entre ella y Fernández. Y, entre medias, cristalizó el fichaje de Álvarez de Toledo, quien también sonó para Madrid.De puertas adentro, no hay duda: “A Dolors se la ha cepillado Alejandro, porque Dolors le estorbaba”.
Ticket hacia Bruselas
El resultado es ya conocido: Montserrat engrosará las listas del PP para las elecciones europeas, un encargo “forzoso”. “Es un premio de consolación, porque no era su momento para Bruselas. A ella aún le quedaba mucho recorrido por hacer”, explican las mismas fuentes.
No será la única damnificada: no repetirán en las listas ni el exministro del Interior, Fernández Díaz, ni la que fue artífice del mejor resultado del PP en la historia de las elecciones catalanas, Sánchez-Camacho.
Con todo y con eso, los populares no dudan de que Álvarez de Toledo puede ser un revulsivo para el electorado: “A lo mejor Cayetana puede atraer a otro tipo de voto que no tenemos, otro tipo de perfil. Moderado pero contundente”.