El adelanto electoral en la Comunidad Valenciana, anunciado este lunes por el socialista Ximo Puig, no ha gustado ni a sus propios socios de Compromís ni a la oposición. La nueva convocatoria, que supone avanzar sólo un mes la fecha prevista, es para PP y Cs la instrumentalización con objetivos partidistas de una facultad del Gobierno valenciano pensada para otras situaciones.
El presidente Puig ha tratado de vestir este adelanto como la confirmación de la Comunidad Valenciana como nacionalidad histórica, al hacer uso por primera vez de esta potestad que ofrece el autogobierno. Sin embargo, la decisión choca con sus propias manifestaciones de meses atrás.
“Evidentemente es un fraude y además es incoherente”, resume la diputada autonómica del PP María José Ferrer San Segundo en conversación con este periódico. “Puig dijo que estaba pensando adelantar elecciones para separarlas de las generales si había un superdomingo en mayo si Sánchez las fijaba allí, y ahora lo hace justo para lo contrario, haciéndolas coincidir”, aduce la popular. “Intentan salvarse del naufragio”, añade por su parte el líder de Ciudadanos en la región, Toni Cantó.
"Puro interés electoral"
Ximo Puig —que apoyó a Susana Díaz en las primarias que encumbraron a Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE— ha tomado la decisión de manera unilateral, para enfado de Mónica Oltra y el resto de miembros de Compromís, que consideran que no hay razones políticas que puedan justificar la jugada. La realidad es que la intención de los socialistas es aprovechar el impulso de Sánchez a nivel nacional para trasladarlo al ámbito autonómico. “Puro interés electoral y al calor, eso cree él, de las encuestas”, indica Ferrer San Segundo.
“Demuestra su debilidad cuando se apoya en Sánchez, como dos boxeadores noqueados, para evitar caer o caer juntos”, señala la diputada. “Además, decía que lo hacía para reforzar el autogobierno pero disolviendo ha impedido que se aprobara un importante proyecto de ley sobre Derecho Civil Valenciano, en el que se ha trabajado durante toda la legislatura con una amplia participación de la sociedad civil, que era el primer punto del Orden del Día de este mismo miércoles, y lo ha dejado caer”.
En la misma línea se manifiesta Toni Cantó. “Llevan mucho tiempo mareando la perdiz. Ahora que hay problemas, adelantan porque creen que va a haber más movilización de su electorado”, comenta. Fuentes de la formación naranja afirman a este periódico que Ximo Puig “ha cambiado: desde que está Sánchez en el Gobierno no ha dicho ni mu de la financiación autonómica y antes estaba todo el día quejándose”. Desde Ciudadanos resaltan que “ahora se envuelve en la bandera de España”. “Lo hace el mismo que entrega la educación a Compromís, la Esquerra Republicana de Valencia”.
Compromís estudia impugnar la medida
No son las únicas quejas que ha recibido el presidente Puig. Con su decisión ha roto con Compromís, que se plantean una impugnación jurídica. La propia Oltra ha advertido a Puig de las dudas jurídicas que conlleva la medida que ha salido adelante gracias al voto de calidad del president, al haber un empate técnico en el seno del Consell a la hora de secundar esta decisión.
“Esto evidencia la quiebra del pacto entre ellos. Han vendido mestizaje, pero era y es puro matrimonio de conveniencia”, aducen desde el PP de la Comunidad Valenciana. “Aun así, en el PP estamos preparados, y consideramos que cuanto antes mejor, para devolver a los valencianos un gobierno con mejor gestión, menos sectario y que dé más libertad”.