El Gobierno asume que no habrá exhumación antes del 28 de abril. "Es casi imposible", reconoce un portavoz autorizado de los socialistas. Se refiere al recurso que los nietos del dictador interpondrán ante el Tribunal Supremo en los próximos días. El PSOE ya trabaja para convertir el "no-desentierro" en un argumento electoral: "Si seguimos en Moncloa, el dictador saldrá".
En esa tesitura, los Franco cantan victoria. Se muestran optimistas ante el desenlace y su abogado pronostica que el Supremo concederá la cautelar. Un extremo que también concibe el Ejecutivo. Según las fuentes consultadas por este diario, Sánchez no exhumará antes de que se pronuncie la Justicia: "Imagínate que no esperamos y que la magistratura aplica la suspensión. Haríamos el ridículo".
No obstante, dada la trayectoria del presidente, muy pocos se atreven a descartarlo del todo. Del recuerdo cuelga la frase de Pedro Duque, ministro de Ciencia: "Que levante la mano al que no le haya descolocado una decisión de Sánchez".
El Gobierno y los Franco son vasos comunicantes desde que comenzó el proceso. La inseguridad de uno azuza el optimismo del otro y viceversa. A día de hoy, los deberes sin hacer de Moncloa pueblan de esperanza las reuniones de la familia, que se agarra a las elecciones como a un clavo ardiendo. "La salida de Sánchez facilitaría muchísimo las cosas, desde luego", cuenta un nieto del dictador.
El albacea de los Franco, Luis Felipe Utrera Molina, tiene tal confianza en el Tribunal Supremo que no estirará los plazos hasta el final como estrategia para evitar la exhumación antes del 28 de abril. "Todavía no hemos decidido el día, pero será pronto. Estoy convencido de que nos concederán la cautelar. Si no lo hacen, ya no tendría sentido el fallo. Imagínate que fuera favorable a nosotros. ¿Qué más daría si ya hubiera tenido lugar el desentierro?", desgrana el letrado.
Pedro Sánchez anunció a bombo y platillo la exhumación de Franco poco después de ser investido presidente del Gobierno. Primero la comprometió para verano. "Os pillará trabajando", contó a los periodistas en un corrillo. Después llegó su confesión: reconoció haber pagado la novatada. Algunos de sus colaboradores dedicados a los aspectos técnicos acogieron con sorpresa la celeridad prevista por el mandatario.
A pesar de las informaciones publicadas, el Vaticano y los abades custodios de la Basílica hace tiempo que pasaron a un segundo plano. Tanto una parte como la otra son conscientes de que dirimirá el Tribunal Supremo.
Si cuando empiece la campaña electoral -lunes 8 de abril- no ha habido exhumación, coinciden distintos juristas consultados por este diario, "es imposible que la haya antes de votar": "El TS nunca interfiere en los procesos electorales".