Que el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, haya enarbolado de nuevo hoy durante la sesión de control al Gobierno la bandera de la prisión permanente revisable ha dejado en shock a buena parte de la Cámara. La mayoría de los grupos políticos han mostrado su rechazo a que los populares utilicen el caso Laura Luelmo para volver a poner el foco sobre esta pena, que está vigente en la actualidad.
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha cargado directamente contra el líder de la oposición. “Es inexplicable cómo un cargo público como Casado ha utilizado el dolor para una intervención política, cuando tendríamos que reflexionar en la mejora a la seguridad de las mujeres. Es hacer política de muy bajo nivel”, ha indicado en los pasillos del Congreso. “No procede la utilización constante de un instrumento que existe. Confunde, provoca angustia y algunos lo usan para hacer política de muy bajo nivel. No es de recibo aprovechar situaciones tan tremendas para cambiar la política penal y criminal”.
No ha sido la única. El portavoz parlamentario de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, también se ha mostrado muy crítico con el mensaje lanzado por los populares. “Lamentable. Eso de utilizar un dolor muy reciente para hacer reivindicaciones políticas a mí me repugna. Ya han convertido el debate en el de la prisión permanente revisable, ya volvemos a la demagogia de no centrarnos en el problema”, ha expresado.
Mismo problema, distintas soluciones
Ambas formaciones políticas han llamado a esperar a la resolución del Tribunal Constitucional, que tiene pendiente pronunciarse sobre la legitimidad de este castigo tras la presentación de un recurso por parte de los socialistas, para tomar medida alguna. De momento, la mayoría de los partidos en el Congreso, con el PSOE y Podemos a la cabeza, creen que esa pena va en contra de la reinserción de los presos.
Las soluciones, sin embargo, se bifurcan para el Gobierno y Cs. Si bien Calvo ha anunciado que el Gobierno está trabajando en una “reforma del Código Penal que define y tipifica delitos graves sobre la libertad sexual de las mujeres”, que incluirá una definición “clara” de qué es agresión sexual y qué es violación, así como un agravamiento de las penas.
También un “despliegue” del artículo 106 del ordenamiento: seguir teniendo en vigilancia a delincuentes que hayan cumplido con su pena, pero que sean “personas con riesgo de peligrosidad muy alto, con alta reincidencia y que acaban dando situaciones tan tremendas” como el caso Laura Luelmo.
Cs busca el cumplimiento efectivo de las penas
Girauta, por su parte, ha expresado que la prioridad para su grupo es otra. “Hay que centrarse el verdadero núcleo del problema: no se cumplen las penas efectivas. Sobre todo en delitos especialmente repugnantes, donde se da mayor incidencia que en otros tipos de crímenes”.
“Vamos a decir la verdad objetiva y cruda: hay un tipo de delitos en los que se reincide más. Está comprobado por la ciencia jurídica y por ciencias menos blandas, y eso no lo puede ignorar el derecho penal. El régimen de tercer grado y los permisos deben tenerlo en cuenta”, ha opinado el político naranja.