Ciudadanos considera el whatsapp de Ignacio Cosidó la prueba de que el reparto de los vocales del CGPJ "es una película de mafiosos". Así lo ha descrito Inés Arrimadas tras reunirse con la Ejecutiva de su partido. La líder de la oposición en Cataluña ha exigido a Casado "una explicación inmediata" en torno al "vergonzoso pasteleo". Podemos, por su parte, ya pide al portavoz popular en el Senado que abandone el cargo y "entregue su acta".
A ninguna de las dos formaciones le parece suficiente el comentario de Cosidó: "Se ha malinterpretado mi lenguaje". Tanto Podemos como Ciudadanos ven en el texto publicado por este diario la subrepticia intención del PP para controlar la sala que juzgará su corrupción.
Arrimadas, estos días entre Cataluña, Madrid y Andalucía, ha recordado que su partido no participó en el "mangoneo" a pesar de haber tenido la oportunidad: "Vemos una pinza entre PP, PSOE y Podemos contra la independencia de la Justicia".
Hasta este lunes, Ciudadanos trataba de descifrar el motivo que llevó al PP a entregar la mayoría del CGPJ a PSOE y Podemos: "Hoy conocemos el porqué. Intentan controlar la Sala Segunda. Es gravísimo, no un chiste ni una broma de mal gusto. Casado debe dar la cara inmediatamente. Él colocó a Cosidó en su actual puesto, es su mano derecha".
Pablo Echenique, tras compartir opinión con los dirigentes de su partido, también ha exteriorizado que el whatsapp de Cosidó pone en jaque la credibilidad de la Justicia. Un discurso que no convence a Ciudadanos, puesto que "Podemos también ha participado en el reparto de vocales".
El secretario de Organización de Podemos ha criticado: "Sólo faltaría que, si hay que investigar por la 'Operación Kitchen' a quien también fue director general de la Policía con Rajoy -Cosidó-, lo hiciera esa sala que él mismo dice va a controlar".
Este periódico ha publicado en los últimos días nuevas revelaciones sobre la operación dirigida desde algunos despachos del ministerio del Interior, cuando estaba al frente Jorge Fernández Díaz, por las que determinados policías operaban secretamente para controlar a Luis Bárcenas, en plena investigación de la 'caja B' del PP y del 'caso Gürtel'.
Precisamente, en esa operación con "cocineros" y en la que se utilizaba al chófer del extesorero para averiguar hasta dónde llegaba la recopilación de información sensible contra el partido en el Gobierno, la implicación de Cosidó habría sido clave como mano derecha del ministro.
Podemos ha incidido en que la presidencia del magistrado Marchena todavía "no está hecha". La formación de los círculos, a pesar de haber participado en el reparto de vocales, asegura que no votará al presidente acordado y que, si realmente sale elegido, "quedará claro que es el preferido del bipartidismo".
Podemos, en todo caso, no rompe con el Gobierno ni con el PSOE en lo referido al reparto de cuotas y asientos en el CGPJ. A pesar de que la elección de los vocales judiciales por el poder político supone traicionar su programa electoral, Pablo Iglesias se ha asegurado, previo pacto con los socialistas, al menos una silla.
Arrimadas, a modo de conclusión, ha celebrado que las intenciones del PP sólo serán "un intento": "No controlarán la Sala Segunda porque España cuenta con grandes profesionales que, por cierto, se están manifestando para lograr más recursos y seguir siendo independientes".