Una dirigente local de Vox en Barcelona fue quien delató al francotirador que quería matar a Pedro Sánchez como venganza por la exhumación de Franco. Esta es la versión transmitida por los de Abascal a través de un comunicado.
La Ejecutiva de Vox advierte de que no revelará la identidad de esta mujer, que trabaja como coordinadora en la Ciudad Condal, por su condición de "testigo protegido".
Al parecer, la política formaba parte de un grupo de Whastapp en el que Manuel Murillo Sánchez reveló sus intenciones. En este sentido, Vox reitera que esta persona "no mantenía ninguna relación" con el partido.
En conversación con este diario, un portavoz de Vox relata que los mensajes del detenido causaron impacto por su seriedad: "No tenía pinta de broma".
En cuanto la dirigente catalana de Vox leyó estos mensajes, arguye esta fuente, "lo comunicó a los servicios jurídicos del partido": "Le dijimos que lo denunciara".
Y así ocurrió. Siempre según el comunicado de Vox, esta política forma parte del caso en calidad de "testigo protegido".
Manuel Murillo, tal y como ha explicado este periódico, era conocido en los ambientes ultraderechistas en Cataluña. Cuando la Policía estuvo al corriente, registró su domicilio y encontró un arsenal de armas.