La candidata favorita por el aparato del PP se ha convertido en la gran derrotada de una jornada electoral histórica. María Dolores de Cospedal (Madrid, 1965), secretaria general y presidenta del partido en Castilla-La Mancha, ha quedado eliminada en la frenética carrera para suceder a Mariano Rajoy: tan solo ha conseguido seducir a 15.090 militantes de los 58.305 afiliados inscritos que votaron este jueves.
Una vez descalificada de este duelo, la 'número dos' del PP tiene en su mano la llave maestra que conducirá a Pablo Casado o Soraya Sáenz de Santamaría hasta lo más alto del Partido Popular. El futuro presidente del partido se decidirá los próximos 20 y 21 de julio en el Congreso Extraordinario en el que solo votarán los 3.184 compromisarios elegidos en urna por los militantes este jueves. En su comparecencia tras asumir la derrota, reconoció que ahora abre un "período de reflexión" para que ese 25,92% de votos que ha obtenido su candidatura vaya a la candidatura que "sea lo mejor para el futuro del PP y de España".
El candidato de Aznar
Los dos candidatos oficiales apenas han sacado 1.500 papeletas de diferencia. Un empate técnico que puede provocar un vuelco si los afines a Cospedal ofrecen la mayoría de su apoyo a la candidatura de Pablo Casado. Cospedal es secretaria general del PP desde hace diez años, un cargo que Rajoy le encomendó para borrar cualquier rastro del aznarismo en sus filas. En esta durísima campaña, la secretaria general señaló a su rival, el visecretario de Comunicación, como el favorito del expresidente José María Aznar. Un gesto que no desagradó a Casado, que se presentó como el candidato que ha trabajado cómodamente tanto con Aznar como con Mariano Rajoy.
Cospedal ha compatibilizado la secretaría general con la presidencia del partido en Castilla-La Mancha, la única autonomía donde consiguió despuntar por encima de sus rivales, además de Galicia. La 'número dos' del PP basó su campaña electoral en recordar ante los militantes de que ella era la candidata con más experiencia de gestión. También presumió de haber defendido con uñas y dientes las siglas de un partido castigado duramente por la corrupción. "Yo me he partido la cara por el PP", ha repetido en sus mítines. Muchos entendían en esa frase que señalaba directamente a su rival más fuerte, Soraya Sáenz de Santamaría, a quien siempre afeó que se pusiera de perfil en los años más duros de la Gürtel para que nada le salpicase.
Más de 6.000 votos de diferencia con Santamaría
La secretaria general no tenía pensado presentarse a suceder a su jefe. Lo hizo solo cuando Alberto Núñez-Feijóo dio la espantada y Soraya Sáenz de Santamaría tenía decidido presentarse. Cospedal siempre presumía de que ella sí había ganado elecciones en una clara referencia de nuevo a la exvicepresidenta, que nunca se había medido en las urnas. Hasta este jueves, cuando le ha ganado con más de 6.000 votos de diferencia en una votación en la que tan solo han votado 58.000 inscritos.
Abogada del Estado por oposición, Cospedal se casó con Ignacio López del Hierro -19 años más mayor que ella- en septiembre de 2009, en una boda en un cigarral de Toledo a la que acudió como invitado el presidente del PP, Mariano Rajoy. Desde entonces, a la dirigente siempre le han perseguido una alargada sombra por los dudosos negocios de su marido.