Cristina Cifuentes intenta reconstruir poco a poco su vida. La expresidenta de la Comunidad de Madrid ha colgado en sus redes sociales una fotografía en la que se ve junto a sus dos hijos, Javier y Cristina, disfrutando de su obligado descanso. Escondida bajo unas gafas de sol y un gorro, la madrileña intenta mostrar su mejor cara la víspera del Dos de Mayo, la fiesta grande en Madrid que pretendía presidir cuando el escándalo del máster le cercaba.
La expresidenta resistió más de treinta días a las informaciones que contradecían su versión sobre el máster que se supone que había cursado en la Universidad Rey Juan Carlos. Sin embargo, ella se mantenía firme porque creía que mantenía el apoyo de Mariano Rajoy. La divulgación de un vídeo en el que se ve con dos cremas en el bolso tras haberlas robado en el supermercado fue la puntilla que le obligó a dimitir en apenas unas horas.
En su despedida ante los medios, Cifuentes señaló al "fuego amigo" como el culpable de su salida del tablero de juego político. La madrileña abandonó la Comunidad de Madrid, pero se resistía a dejar también la presidencia del PP madrileño, un cargo que le duró 48 horas más.
La despedida a Cospedal
El viernes a última hora de la tarde, envió una carta a la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, para anunciarle su renuncia irrevocable al cargo. Cifuentes quiso darle las gracias a la que considera su "amiga" y le pidió que le extendiera su renuncia al presidente del partido. La expresidenta nunca perdonará al presidente del PP que no descolgara el teléfono para pedirle la dimisión y enviara en su nombre a la ministra de Defensa.
Tras despedirse de su equipo en la Puerta del Sol el viernes, donde Cifuentes volvió a insistir en lo injusto que le parecía su marcha tras haber gestionado correctamente la Comunidad de Madrid, la expresidenta intenta recomponer su vida. El panorama personal no es nada halagüeño desde que destinara todos sus ahorros a levantar la empresa fallida de su marido, un arquitecto asfixiado por la crisis económica. Sin embargo, quiere transmitir una imagen de unidad familiar ante aquellos que han querido aniquilarla como persona.
En familia
Lejos de arrugarse, Cifuentes intenta mostrar al mundo su sonrisa para lanzar un mensaje a aquellos que quieren destruirla: su familia es su mejor defensa. Este miércoles será su delfín Ángel Garrido quien presida los actos del Dos de Mayo. Una festividad que ella pretendía utilizar para despedirse de los madrileños.
Con su salida fulminante, serán la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el vicesecretario Pablo Casado los protagonistas de una fiesta en la que la gran pregunta sigue siendo quién sustituirá a Cristina Cifuentes. El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, insinuó el lunes que la idea que tiene Génova es recuperar la bicefalia y colocar a dos personas de su máxima confianza: una en la Comunidad de Madrid y otra en el Partido Popular.