Los consellers de Carles Puigdemont no ocultan su enfado con la medida de control del gasto público impuesta desde Moncloa. La amenaza de cortar el grifo del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) a Cataluña si se destinan recursos públicos en el referéndum del 1-O ha enfurecido al Ejecutivo catalán. Tanto que el consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Josep Rull, lo ha llegado a comparar con el certificado de buena conducta franquista.
"Vuelven a poner en valor lo que ocurría en la época de Franco, de pedir un certificado de buena conducta cada semana. Es una expresión de sectarismo", ha indicado Rull en una entrevista con Europa Press. La medida, que busca confirmar que no se han iniciado expedientes de pago destinados directa o indirectamente a actividades vinculadas con el referéndum, será efectiva desde el miércoles, según publica el BOE.
El cumplimiento de esta iniciativa de control sobre las cuentas condiciona el desembolso del FLA. Es algo que, según Rull, "no se puede entender de ninguna de las maneras. Más cuando el FLA forma parte del sistema de financiación autonómica, un mal sistema pero que el Estado español tiene la obligación de gestionar y de hacerlo sin amenazas".
El paquete de folios de Turull
El conseller de Presidencia, Jordi Turull, cree que el Gobierno ha anunciado esta medida sin pensar en las consecuencias y están "rozando lo absurdo". En una entrevista con RAC1, Turull ha comenzado a ironizar sobre la medida, porque "ha llegado un momento en el que un departamento de la Generalitat comprará un paquete de folios para la fotocopiadora y dirán: '¡Folios! Igual sirven para el recuento de los votos que se hace al lado de las mesas. ¡Querella!'".
Sobre cómo será la campaña institucional del 1-O, Turull no ha querido decir ni una palabra. El motivo por el que se excusa el conseller es que, si lo hiciera, "al cabo de media hora tendría un helicóptero de la Guardia Civil con el fiscal para intentar encontrar algo".
Turull se muestra convencido de que "si colapsan económicamente y financieramente Cataluña, España se hundirá, así de claro". La medida legislativa es, bajo su óptica, "un tiro en el pie". "Están intentando apagar un fuego con gasolina y nosotros estamos intentando hacer un tsunami democrático, el fuego siempre lo puedes parar y el agua no", ha añadido.
Puigdemont, en Twitter
El primero en reaccionar ante la medida del Ejecutivo de Mariano Rajoy fue el president, Carles Puigdemont. En la mañana del sábado ya pedía en Twitter que el Gobierno devolviera a Cataluña los intereses que los catalanes han pagado para recibir el FLA y su dinero invertido para sufragar la "guerra sucia" policial y para rescatar la banca y "las radiales de Madrid".
En una serie de tuits, Puigdemont también reclamaba que el Gobierno devolviera a Cataluña el dinero que no se ha invertido en esta comunidad, "pese a estar presupuestado".