El final del curso político está llegando a la Comunidad Valenciana con frentes abiertos en el seno de la mayoría de los partidos políticos de ámbito nacional. Los problemas son múltiples. Van desde el convulso proceso de primarias en el PSOE y las consecuencias en el liderazgo del secretario general y presidente valenciano, Ximo Puig; a una guerra abierta en el PP de la provincia de Valencia que ha desembocado en la creación de una gestora, un destituido portavoz parlamentario de Ciudadanos (Alexis Marí) que ha decidido seguir la guerra contra la cúpula de la formación por medio de las redes sociales; y un Podemos valenciano que inicia nuevo rumbo sin ataduras a Pablo Iglesias (cuya candidata al Vistalegre valenciano no fue una apuesta ganadora).
Estas son las principales batallas abiertas en el tablero político valenciano en las que están en juego la estabilidad interna, los liderazgos y la carrera a los comicios de 2019.
PUIG Y EL PRÓXIMO CONGRESO DEL PSPV
El líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, no solo participó en la defenestración de Pedro Sánchez sino que, además, hizo campaña activamente a favor de Susana Díaz. El primero alcanzó el 63% de los votos de la militancia en la Comunidad Valenciana en las primarias que lo auparon de nuevo a la secretaria general de los socialistas, la segunda, el 27,9%. Puig admitió al día siguiente que no se esperaba en absoluto un resultado así y acto seguido afirmó que los resultados eran reflejo de una insatisfacción de la militancia que había que atender. Desde entonces, los sanchistas valencianos se mantienen expectantes ante la demanda de tener más peso en el PSPV o esperando a confirmar una candidatura alternativa a Puig en el próximo Congreso.
La candidatura alternativa, de hecho, coge más fuerza cada día. José Luis Ábalos es el secretario general de los socialistas en la provincia de Valencia y desde el principio decidió apostarlo todo por una reelección de Sánchez. Y ganó. Ahora ha logrado más fuerza y presencia, sobre todo desde que ejerce como portavoz interino del PSOE en el Congreso y será nombrado secretario de Organización este fin de semana.
Ábalos ha pasado en las últimas horas a defender públicamente la bicefalia en el socialismo valenciano. En una entrevista a Radio Nacional de España concedida este viernes manifestó que “no hace falta” que el líder del PSPV tenga que ser el presidente de la Generalitat. Hasta ahora se había mantenido prudente.
En los últimos días ya han salido nombres a la palestra como posibles candidatos a la dirección del socialismo valenciano. El último, el del alcalde de Burjassot, Rafael García. Burjassot (Valencia) fue uno de los municipios elegidos por Pedro Sánchez en su carrera para recuperar el liderazgo socialista. García, por el momento, solo habla también de bicefalia porque el PSPV necesita un “secretario general con dedicación exclusiva”, dijo en Radio Valencia. Ahora bien, quienes alaban las bondades que tendría para el socialismo valenciano que hubiera un secretario general distinto a Puig, insisten al mismo tiempo en que su liderazgo como presidente de la Generalitat no está en duda.
GUERRA SIN CUARTEL EN EL PP-VALENCIA
En casa de los populares valencianos, la guerra abierta en el seno de la formación ha llegado a tal extremo que Génova ha tomado la decisión de nombrar una gestora a modo de tregua impuesta. La causa de este conflicto hay que buscarla en la pugna para presidir el partido en la provincia de Valencia, el feudo que durante años encabezó el ahora imputadísimo en el caso Taula, Alfonso Rus.
El que era hasta ahora el presidente provincial, Vicente Betoret, hace tiempo que anunció que se presentaría a la reelección. La crisis se agudizó una vez que la presidenta del PP en la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, fuera reelegida en el puesto y propiciase como candidata al PP provincial de Valencia a Mari Carmen Contelles, la cara en la Diputación.
El desencuentro viene de lejos y hay que buscarlo en las llamadas líneas rojas con la corrupción. Bonig abogó por expulsar del partido a los ediles imputados en el Ayuntamiento de Valencia. Betoret es defensor de seguir los estatutos y aboga por no tomar medidas hasta que haya apertura de juicio. Él no está imputado pero su nombre aparece en el sumario de Taula porque, según el recaudador confeso Marcos Benavent, estaba en las reuniones en las que se hablaba de comisiones, aunque le descartó como parte activa de la trama.
La disputa llegó a tales niveles que ni siquiera se pudo conformar el comité organizador del Congreso. Génova dio entonces un primer toque y mostró su disposición a “intervenir lo que sea necesario” en pro de un acercamiento entre ambos candidatos que, en lugar de lograrse, es más imposible que nunca. Isabel Bonig, después de un episodio de guerra sucia (filtraciones de polémicos audios criticando a la nueva dirección popular), se ha visto obligada a pedir una gestora.
Finalmente, el PP nacional ha impuesto una gestora que implica apartar a Betoret de la presidencia provincial. Pero los desencuentros continúan. Betoret insiste en que se ha apartado por el bien del partido y exige que se convoque el congreso povincial lo antes posible. Desde el PP regional hablan más bien de posponerlo hasta que las aguas vuelvan a su cauce.
El coordinador general del partido, Fernando Martínez-Maillo, no ha escondido su preocupación durante estas semanas al hablar del PP de la provincia de Valencia como un “importante conflicto” en el que se juegan, dice, las elecciones de 2019.
UN PORTAVOZ DESTRONADO EN CS
La mañana en la que se oficializó la destitución de Alexis Marí como portavoz parlamentario de Ciudadanos, éste dijo ante las cámaras: “El día que Rivera invitó a los díscolos a que se fueran, se tomó una sobredosis de colacao, iba muy cargao”. Muchos interpretaron esta manifestación como un intento de obtener la expulsión del partido.
No pasó nada. Pero desde entonces, el exportavoz de Cs ha continuado realizando críticas directas a los dirigentes de la formación a través de su perfil de Twitter, sobre todo después de que se aprobaran unos Presupuestos Generales del Estado que considera dañinos para la Comunidad Valenciana. “Hoy por hoy, subo a un ascensor y si llevo la carpeta de Ciudadanos la escondo”, dijo tras el desacuerdo con los Presupuestos que respaldó su partido en el Congreso.
La escalada de críticas vía Twitter tuvo la respuesta de los líderes de la formación naranja. La portavoz de la ejecutiva, Inés Arrimadas, le ha pedido que entregue el acta de diputado. “Cuando uno está abiertamente en contra de lo que deciden los afiliados y de la línea que democráticamente se ha elegido, lo único que le queda es abandonar los cargos públicos que en su día consiguió defendiendo las siglas y el programa de Cs”, dijo. De la misma forma se manifestó Mari Carmen Sánchez, su sustituta en las Cortes Valencianas.
Pero Marí no tiene ninguna intención de irse por voluntad propia. “Va a ser que no”, respondió a Arrimadas. El exportavoz defiende su posición como respuesta al giro liberal que dio el partido y ya ha anunciado que no tendrá problemas en romper la disciplina de voto en el grupo parlamentario.
UN PODEM QUE SE ALEJA DEL LÍDER IGLESIAS
Mientras, la formación de Podemos en la Comunidad Valenciana ha acabado por consumar el divorcio con Pablo Iglesias. El partido ya ha pasado su congreso para elegir nuevo secretario general valenciano y las bases han confirmado la ruptura con el pablismo. La candidata oficialista, la senadora Pilar Lima, se quedó a casi 10 puntos del vencedor, un joven diputado autonómico y licenciado en Filosofía, Antonio Estañ.
Iglesias ha perdido influencia en la Comunidad Valenciana pero habrá que esperar para ver cómo se traslada la nueva situación al día a día de la formación en Valencia. Por el momento, algunos ven como una injerencia las críticas que Iglesias dedicó a la portavoz de Compromís, Mónica Oltra, la semana pasada. Falta saber si será el precedente de otros posibles intentos por ganar protagonismo en Valencia. La formación está además a la espera de hacer el cambio de portavoz parlamentario en las Cortes Valencianas.
Estañ, por su parte, ya ha anunciado que reclamará un Podemos federalista para desprenderse del tutelaje de Madrid.
Ni siquiera Compromís acaba de salvarse en esta tromenta perfecta que amenaza a todos los partidos valencianos. La coalición han vivido situaciones muy tensas entre las formaciones que la conforman a lo largo de la legislatura, principalmente por las difderencias a la hora de decidir su relación con Podemos.
La formación mayoritaria de Compromís, el Bloc Nacionalista Valencià, ha nombrado coportavoz a su secretaria general, Àgueda Micó, quien ya ha apuntado que Mónica Oltra es la líder pública de la coalición, pero no la política. Micó, no obstante, rechaza hablar de contrapeso al protagonismo de la vicepresidenta de la Generalitat valenciana.