En el 'Got Talent' de los universitarios que quieren ser políticos nadie dice “se la bufa”
Ocho universitarios han competido en la final de la liga madrileña universitaria de debate.
6 abril, 2017 02:36Se han puesto gemelos en la camisa, muchos por primera vez. Uno ha cambiado la carpeta por el maletín de cuero marrón, fragancia Manuel Azaña 1931. Peluquería de última hora, vestidos de estreno y sonrisas ensayadas. También citas, muchas citas. Casi todas de Cervantes. La final de la Liga Universitaria de Debate está a punto de empezar. Algunos de los participantes prefieren hablar de camino hacia el parlamentarismo, de una primera oportunidad para politiquear sabiendo que las cámaras han venido a verles. Se miran en el espejo de Albert Rivera y Pablo Iglesias, dos rostros alumbrados por primera vez en la facultad.
Es la primera vez que se celebra una edición institucionalizada de este torneo. Han participado 80 estudiantes y 13 universidades, tanto públicas como privadas. Este miércoles, dos equipos en el escenario, cuatro oradores en un lado del salón de actos de la Real Academia Española de la Lengua (Universidad Pontificia de Comillas) y otros cuatro en el otro (Universidad Francisco de Vitoria). Los vencedores viajarán a Guatemala este verano y pelearán por el cetro mundial de la dialéctica. En el jurado, rostros relevantes: el presentador de informativos de Antena 3, Vicente Vallés, el ex fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, y la presidenta del Consejo General de la Abogacía, Victoria Ortega.
El formato los disfraza de sofistas. El mensaje se queda en segundo plano, dejando paso a la retórica, la lógica y la percha. Hace dos semanas, los dos equipos conocieron el tema a debatir: "¿Existen suficientes herramientas para defender la propiedad intelectual?". Prepararon la respuesta afirmativa y la contraria. Justo ahora se celebra el sorteo. "Cabe la posibilidad de tener que defender algo en lo que no crees", relata un organizador.
Elocuencia y poesía
Didier es el encargado de abrir la contienda. Lo hace solemne, en el mismo atril de madera que utilizan los académicos. El público atiende desde los butacones de terciopelo granate. El sol de la mañana se filtra por las vidrieras, que rezan: "Elocuencia" y "poesía". Cada uno dispone de cuatro minutos y se pueden interrumpir con un par de preguntas.
La seriedad de Didier es común, pautada. La comparten los que le toman el relevo. Ningún golpe bajo, ni siquiera algo de retranca. Cero ataques personales. El "se la bufa, se la suda, se la pela, se la refanfinfla" de Pablo Iglesias a Rajoy quizá hubiera roto los cristales del templo de la ortografía.
J.J. Ponce, del equipo contrario, apunta que el tema a debatir es más técnico que emocional, "menos de tripas", por lo que "es más difícil el ataque directo".
Adiós al exabrupto
Dicho esto, las opiniones sobre el exabrupto de Iglesias son diversas. Unos hablan de estilo propio, otros de recurso de última hora. También está quien lo lamenta y considera que unas palabras así "denigran a uno mismo".
"Limpia, fija y da esplendor", dice el lema de la RAE pincelado en el techo. Y en esos tres verbos, nada de "bufar", "sudar", "pelar" y "refanfinflar".
Didier, más tranquilo tras su intervención, cuenta que su equipo estuvo reuniéndose durante un par de semanas. Hubo tanto trabajo individual de hemeroteca como boxeo dialéctico. De ahí las intervenciones a veces enjundiosas en exceso, repletas de ejemplos legislativos, sentencias internacionales y casos sin resolver.
"Tengo una marcada vocación"
Ponce revela su "marcada vocación política". "Me gustaría defender en el Congreso valores como la unidad de España". Califica de "fundamental" el respeto y se mira en el espejo de Pablo Casado. Aunque coincide menos con él, le gustan las maneras de Albert Rivera. No sólo el líder de los naranjas participó en estas competiciones. También lo hizo el portavoz en la Asamblea, Ignacio Aguado, precisamente en el equipo de Comillas, ahora finalista.
Didier también sueña con lograr un acta de diputado. Le gustaría aportar "tranquilidad" para alejar la pasión excesiva que dejó a España sin acuerdos.
Naomi Núñez estudia Farmacia, aunque no descarta el parlamentarismo. Señala lo importante de la oratoria para cualquier profesión. Se detiene en cada uno de los actuales líderes. Ve con buenos ojos la labor de Rajoy en la tribuna: sin pasión, pero midiendo los tiempos.
"¡Hay cantera!"
Vicente Vallés, presentador de Antena 3, atiende a este periódico justo después de anunciar el veredicto del jurado: ha ganado Comillas. "¡Hay cantera!". Con buena impresión de los razonamientos de ganadores y perdedores, no descarta que pueda salir de esta final un diputado de éxito. Aunque les manda un recado: "A veces con muchas menos palabras se pueden decir las cosas más claras". Torres-Dulce, exfiscal, coincide con el buen nivel mostrado por los participantes, aunque no ve tan claro la emergencia de un político de renombre. Se afana en desmarcar la oratoria de la política, aunque la destaca como ingrediente clave.
El consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Rafael van Grieken, clausura esta primera edición de la Liga Universitaria de Debate. Halagüeño, termina en el micrófono: "Esto es como ver jugar a Cristiano Ronaldo y tener que salir justo después sin ser Cristiano Ronaldo". Lo dice un político.