La opinión es unánime en todos los partidos de la oposición. Federico Trillo debería dejar de ser embajador en Londres después de conocerse el dictamen del Consejo de Estado que responsabiliza de la tragedia del Yak-42 al Ministerio de Defensa que él dirigía. Sin embargo, el PP y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, han respaldado al político de su formación y nada hace pensar que vayan a prescindir de sus servicios.

Nacido en Cartagena en 1952, Trillo siempre ha sido un político controvertido. De todas los problemas que arrastra, el más potente es, sin duda, aquel accidente del Yak-42 ocurrido en Turquía el 26 de mayo de 2003. Murieron 62 militares españoles que regresaban de una misión en Afganistán en un avión ucraniano Yakolev. Su gestión de la tragedia nunca gustó a la gran mayoría de familias de los fallecidos. Y siempre le ha perseguido.

Trillo es uno de los veteranos del PP que llegó a la cima de poder con José María Aznar y después fue perdiendo relevancia en la vida pública hasta casi desaparecer. Como ministro de Defensa vivió la tragedia del Yak-42 y el apoyo del Ejecutivo español a la guerra que emprendió Estados Unidos en Irak. Antes había sido presidente del Congreso durante la primera legislatura de Aznar, entre 1996 y 2000. Y después de su paso por Defensa continuó como diputado en la oposición y fue responsable de Justicia y Libertades del PP. En 2012, cuando ya se había pasado al sector privado, el Gobierno de Rajoy le nombró por sorpresa embajador en Londres. En 2015, el diario El País destapó que Trillo había cobrado hasta 354.000 euros de una constructora a lo largo de tres años cuando era diputado. 

Una plácida recolocación

Ahora, cuando Trillo disfruta de una plácida recolocación como embajador de España en Londres, esa tragedia ha vuelto a ponerse de actualidad porque el Consejo de Estado ha dictaminado que el Ministerio de Defensa sí tuvo responsabilidad en lo ocurrido, por no haber implementado las medidas preventivas necesarias. 

Una vez conocida la resolución, todos los partidos clamaban contra la continuidad de Trillo como diplomático. Así, por ejemplo, Pablo Iglesias decía que "un Gobierno a la altura de su gente no puede mantener a Trillo como embajador tras el informe del Consejo de Estado" y Pedro Sánchez afirmaba que "mantener a Trillo como embajador es responsabilidad única de Rajoy" y que "es indigno que represente a España ante otro país". También el exministro de Defensa José Bono, que sustituyó a Trillo en 2004, salía a la palestra para arremeter contra su antecesor en el cargo. "Al llegar, me encontré un cúmulo de desvergüenzas relacionadas con el Yak-42", decía Bono antes de calificar la investigación del accidente como "verdadera chapuza".

Accidente Yak-42

 

Piden que Cospedal comparezca

El PSOE exigía la destitución "fulminante" de Trillo de su actual cargo. Similar actitud mostraban desde Unidos Podemos y Ciudadanos. Además, las tres principales formaciones de la oposición llevaban el asunto al Congreso de los Diputados. Los tres partidos piden la comparecencia de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, para que explique el dictamen y, por ende, si prevé adoptar alguna medida contra Trillo.

Ahora hay que reparar el daño, no queremos hablar de indemnizaciones sino de perdón. ¿Quién lo va a pedir? y ¿quién va a asumir esta responsabilidad?

Los principales afectados por la tragedia del Yak-42 también movían ficha. La Asociación de Familiares de Víctimas del Yakolev 42 destacaba el respaldo moral que supone el informe del Consejo del Estado. En declaraciones a Efe, Miguel Ángel Sencianes, presidente del colectivo y hermano del sargento José Manuel Sencianes, de Zaragoza, fallecido en el siniestro, afirmaba que la resolución es "muy importante" para los familiares de las víctimas porque "es como decir que ahora tengo la verdad". "Ahora hay que reparar el daño, no queremos hablar de indemnizaciones sino de perdón. ¿Quién lo va a pedir? y ¿quién va a asumir esta responsabilidad?", se preguntaba. 

El PP respalda al embajador

Pese a este clamor, en el PP apoyan a Trillo. El propio Mariano Rajoy, cuando le preguntaban por esta cuestión, decía desconocer el dictamen, pero recordaba, eso sí, que el caso del Yak-42 "ocurrió hace muchísimos años" y "ya está sustanciado judicialmente", después de que la Audiencia Nacional decidiera archivar el procedimiento penal abierto contra seis mandos militares.

En esa línea, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, decía respecto a Trillo que "todos lamentamos lo sucedido, pero la labor que pueda desempeñar ahora mismo como embajador en el Reino Unido es distinta a la que estuviera desempeñando hace 20 años". Parece, por tanto, que, pese al clamor unánime, el Gobierno tiene intención de mantener al polémico y veterano Trillo en su retiro dorado

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