Alberto Garzón se ha reunido este martes por quinta vez este año con el Rey, al que ha encontrado “tranquilo” porque dentro de una semana va a haber un Gobierno en España. Ello, a pesar de que el líder de IU le ha explicado la estrategia de Unidos Podemos para la legislatura que ahora empieza: apoyar las movilizaciones sociales que él prevé inevitables este invierno debido, sobre todo, a los 5.000 millones de euros de recortes que Bruselas obliga al nuevo Ejecutivo a incluir en los presupuestos generales del Estado.
“Viene un ciclo de movilizaciones que no están dirigidas por nosotros, que son naturales, pero que nosotros vamos a apoyar”, ha dicho Garzón, que quiere participar- como ya hizo en 2012- en la manifestación que está convocada el día de la investidura este fin de semana para rodear el Congreso de los Diputados.
“El ciudadano Felipe de Borbón es consciente de que va a haber una investidura. Está convencido de que se ha acabado este periodo de búsqueda de gobierno. Esto es compartido por la ciudadanía: nos acercamos al final de un año porque el PSOE va a apoyar a Rajoy, porque ha cometido un fraude, ha traicionado a sus votantes, y finalmente esta semana tendremos a un presidente del Gobierno responsable de la corrupción estructural en nuestro país y de los recortes en la educación y en la sanidad”, ha dicho Garzón tras su encuentro con Felipe VI en la tarde del lunes en La Zarzuela en el marco de la ronda de consultas previa a la nominación del candidato.
Garzón ha analizado muy gráficamente esa “traición histórica a la gente de este país que se siente de izquierda”: se ha tratado de un “golpe” de la “oligarquía socialista” que representan el ex presidente Felipe González y Susana Díaz, la presidenta de la Junta de Andalucía, que ambos empezaron a urdir mucho antes del Comité Federal de este domingo en el que se ha acordado la abstención a Mariano Rajoy. Ambos prefieren, según Garzón, que “gobierne Rajoy antes que la izquierda”. Por eso, “el día de la investidura va a haber millones de personas frustradas y también gente [una minoría social] que va a estar descorchando champán”.
Desde su punto de vista, ese supuesto golpe incluye no solo la investidura de Rajoy, sino también “acuerdos programáticos esenciales para que nadie cambie en España” y porque la “estrategia de Felipe González y de Susana Díaz” es la de ganar tiempo para que el PSOE se recupere de su crisis.
“Las máscaras han caido. Ya sabemos quién gobierna en el PSOE: una oligarquía que ha estado escondida desde diciembre hasta septiembre y que ha salido para descabezar a una dirección socialista que quería explorar un gobierno alternativo. Felipe González y Susana Díaz defienden los intereses de las grandes empresas españolas”, ha añadido Garzón, que ha concluido: “Ahora, la oposición somos nosotros”.
Una oposición contrapuesta a la “guardia pretoriana del PP” en la que se han constituido el PSOE y Ciudadanos, que se han convertido así en meros “subalternos del jefe de la Gürtel”. Garzón ha usado un lenguaje muy directo, ilustrativo del tiempo que se avecina: “España necesita un gobierno pero no un mal gobierno. Podrían haber votado también a Al Capone”.
Oramas, optimista
En las cuatro anteriores rondas de consultas, Ana Oramas fue la que más alto y más claro dijo siempre lo que iba a pasar: nuevas elecciones en un caso e investidura fallida de Mariano Rajoy en otro. Este lunes, la dirigente canaria se ha caracterizado también por ser la más optimista: la legislatura que empieza con el nuevo Gobierno en minoría de Rajoy no tiene por qué ser “difícil” como dictamina la inteligencia convencional sino todo lo contrario.
“Cuando no hay mayorías absolutas y todos somos imprescindibles, cuando tiene que haber diálogo, es el momento de hacer las grandes transformaciones y los grandes pactos de Estado, la de las oportunidades”, ha afirmado Oramas tras su encuentro de tres cuartos de hora con el Rey en La Zarzuela en los que ha informado de su voto positivo pero “puntual” a Rajoy, que tendrá que ganarse el apoyo “semana a semana”.
La diputada de Coalición Canaria le ha trasladado a Felipe VI su convencimiento de que “un año y medio o dos años” da incluso para llevar a cabo la necesaria reforma de la Constitución de 1978. Hace tres legislaturas, Oramas ya trabajó en la revisión constitucional con los socialistas Alfonso Guerra y el fallecido Txiki Benegas y los populares Soraya Sáenz de Santamaría y piensa que ahora puede recuperarse ese trabajo.
Para Oramas, los cambios inmediatos a introducir esta legislatura pasan por las pensiones, la educación y la reforma laboral. Pero lo importante, y lo que ella más ha sentido en un encuentro con el Rey, es la tranquilidad de saber que en España va a haber Gobierno dentro de una semana. “En la audiencia el ambiente ha sido totalmente distinto al de julio, incluso sonreíamos más que la última vez”, ha explicado Oramas, que ha hablado más de futuro que de pasado con el monarca: por ejemplo, de los congresos de los partidos que están por venir (PP y PSOE) que del Comité Federal socialista que se ha celebrado este domingo.
Las posibles fechas de la investidura- el sábado 29 y el domingo 30- no preocupan al Rey, ha explicado Oramas. “El monarca me ha ratificado que la fecha la pone el Congreso y que no ha puesto ninguna condición para estar aquí para la firma del decreto, que obviamente no va a firmar estando fuera”, ha señalado la dirigente canaria.
La decisión de Ana Pastor, la presidenta del Congreso, vendrá determinada por la hora en la que Felipe VI termine este martes su audiencia con Rajoy. Pastor quiere dejar pasar 24 horas entre la conclusión del encuentro y el inicio de la sesión de investidura el miércoles por la tarde. “Tengo billete [de vuelta a Canarias] este sábado y este domingo”, ha concluido Oramas entre risas.
También Pedro Quevedo, el diputado de Nueva Canarias que la ha precedido junto al asturiano Isidro Martínez Oblanca (Foro), ha sentido esa diferencia en el ambiente con respecto a las consultas del pasado julio. Según Oblanca, no es el momento de ser "tiquismiquis": tras 10 meses sin Gobierno, España puede esperar un día más para la investidura de Rajoy.