Las ventajas son múltiples, comenzando por la financiación y la visibilidad. Por eso, desde la Transición, los partidos políticos se han peleado por tenerlos. Son los grupos parlamentarios en el Congreso y en el Senado, que en esta ocasión los nacionalistas han buscado con un extraño compañero de viaje: el Partido Popular. Todo vale con tal de evitar el Grupo Mixto. Allí hace más frío.
Según el artículo 28 del Reglamento del Congreso, la Cámara fija una subvención para cada Grupo Parlamentario, que desde 2010 es 28.597,08 € mensuales y una subvención variable en función del número de diputados de cada uno de ellos de 1.645,49 € mensuales por cada diputado. Aunque Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) no tiene en teoría derecho por sus resultados electorales, el PP se ha mostrado muy favorable a garantizárselo en el Congreso. En el Senado, al PNV le ocurría algo parecido. También el PP ha salido en su ayuda justo antes de que se cerrase el plazo para registrar las propuestas, este martes a las 20:00.
Tener grupo propio asegura el cobro de una subvención también por el envío gratuito de propaganda electoral, por la que se abonará 0,22 € por elector en cada una de las circunscripciones en las que se haya presentado la lista al Congreso de los Diputados y al Senado. Garantiza además, en campaña electoral, la cobertura de los medios de comunicación públicos, por ejemplo en debates televisados.
Más allá de la dotación económica, el grupo propio está representado en todas las comisiones parlamentarias y tiene capacidad para intervenir en todos los debates que se desarrollen en igualdad de condiciones, así como en las sesiones de control, donde se garantizan sus preguntas e interpelaciones. Por otra parte, quienes forman parte del Grupo Mixto tienen que repartirse el tiempo de las intervenciones y los asientos en las comisiones, así como los recursos financieros.
Las dos vías para obtener las ventajas
El plazo para las propuestas terminó este martes, aunque los partidos aún podrán presentar un recurso. En el Grupo Mixto previsiblemente repetirán Bildu, UPN, Foro Asturias, Coalición Canaria y Nueva Canarias.
Existen dos vías para poder crear un grupo parlamentario según el Reglamento del Congreso. La primera, obtener al menos 15 escaños en las elecciones generales. Quienes no consigan ese número, pueden intentar haber logrado al menos cinco diputados y además contar con un 5% de los votos a nivel nacional o un 15% en las circunscripciones en las que se presentaron.
Este martes, rozando el límite del plazo para presentar la solicitud, la alianza catalana de Podemos, En Comú Podem, ha decidido ir de la mano con la formación estatal, al igual que IU y Equo, por constatar la “falta de apoyos del PP y PSOE” para tener grupo propio al tiempo que ha criticado que “ambos partidos apoyen a CDC”.
Quienes siguen buscando el grupo propio y han presentado los escritos a la Mesa de la Cámara son Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) y las confluencias de Podemos, Compromís y En Marea, y no todos tienen las mismas posibilidades de conseguirlo.
Previsiblemente serán 8 los grupos del Congreso de los Diputados, integrados por PP, PSOE, Unidos Podemos (y sus confluencias), Ciudadanos, ERC, PNV, CDC y el Grupo Mixto.
CDC y su cortejo al PP
Si atendemos al Reglamento del Congreso, CDC cuenta con ocho diputados -necesita al menos cinco-, pero no llega al 15% señalado en cada una de las provincias catalanas, ya que en Tarragona (13,7%) y Barcelona (12,26%) no lo alcanzaron. Tampoco lo hace en el conjunto de la comunidad, un porcentaje que se ha usado en otras ocasiones pero que se sitúa ahora en el 13,92%.
Por lo tanto, si atendemos a lo que establece el Reglamento los diputados de CDC tendrían que ir, por primera vez, al Grupo Mixto. Pero todo apunta a que no va a ser así. Las razones: su buena relación con el PP en la Mesa del Congreso (donde está la decisión final de qué grupos se crean), ya que diez votos anónimos permitieron que se eligiera a la vicepresidenta tercera, del PP; y la interpretación del Reglamento. Para conseguir ese porcentaje, lo que se podría hacer es una media aritmética entre Girona (23,2%), Lleida (22,64%), Tarragona (13,7%) y Barcelona (12,26%) o restar importancia a las décimas que le faltan para llegar al 15% exigido.
Más complicado lo van a tener las confluencias autonómicas de Podemos Compromís y En Marea. La Mesa del Congreso ya lo rechazó tras el 20-D porque ninguna de las coaliciones respetaba el artículo del Reglamento que impide que diputados de la misma candidatura puedan formar grupos parlamentarios separados.
El PNV tendrá grupo propio en el Senado
Dentro del Senado, todas las miradas están puestas ahora en Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Ambos han negociado durante los últimos días con el resto de los partidos para conseguir cumplir los requisitos que el Reglamento de la Cámara fija para poder formar un grupo parlamentario propio.
CDC y PNV necesitan reunir cada uno de ellos los diez senadores exigidos para poder registrar un grupo en la Cámara Alta; PNV tiene seis y CDC cuenta con cuatro, por lo que tienen que conseguir que otros grupos les cedan senadores. Ambos lo han conseguido. El primero, el PNV, que este lunes ha llegado a un acuerdo con el PP, que ha informado “facilitará” que pueda tener un grupo propio, por lo que cederá a los jeltzales “temporalmente” y “por cortesía” cuatro de sus senadores. De este modo, y según establece el Reglamento, ningún grupo propio puede bajar de seis durante la legislatura, algo que no supondrá un problema al PNV cuando comience la legislatura y los populares vuelvan a su lugar, puesto que ellos cuentan con seis.
Por su parte, a CDC le ha sido más complicado pero finalmente, a última hora de este martes, se ha inscrito como grupo propio en el Senado tras haber recibido seis escaños prestados por ERC, Bildu, Coalición Canaria (CC) y la Agrupación Socialista Gomera.