Félix Álvarez todavía camina despistado por los pasillos del Congreso. Como reportero impertinente de El Informal estuvo varias veces a las puertas del hemiciclo tocando las narices a políticos como el hoy presidente Mariano Rajoy. El día que recogió su acta de diputado confiesa que se puso algo nervioso pensando en cómo será su primer paseíllo desde el escaño hasta la tribuna de oradores. “Son como los nervios del teatro”, dice. “El peor momento es el de salir al escenario, pero cuando empiezas a hablar todo fluye”.
Vídeo: Silvia P. Cabeza
Felisuco (Santander, 1966) inicia como legislador su enésima reinvención personal. Este humorista cántabro ha sido contador de chistes en Genio y figura, presentador de televisión, director de un medio de comunicación, directivo del Racing de Santander, actor de teatro y profesor de informática. A partir del 19 de julio será uno de los 32 diputados del grupo parlamentario de Ciudadanos.
“Mi recorrido vital es muy complejo y muy variado. Siempre he dicho que ha sido el azar el que me ha ido llevando a los diferentes sitios”, dice en una entrevista con EL ESPAÑOL. “Así que cuando me preguntan que si yo manejo mi vida, pues respondo que no y que además no quiero manejarla porque la propia vida me lleva a sitios que me están resultando muy interesantes y muy enriquecedores”.
En esta etapa política que abre, Álvarez no reniega de Felisuco: “Es como mi nombre de guerra a nivel cómico, pero debajo de la piel hay exactamente lo mismo. Pelear o luchar contra Felisuco, me es prácticamente imposible”.
La comida con Fran Hervías
Felisuco dice que llegó a la política de puntillas. Asegura que era un español cabreado más el día que decidió darse de alta como militante de Ciudadanos, “sin ninguna otra aspiración”, para echar una mano en la campaña del 20 de diciembre.
“Siempre he sido una persona que he tenido muchas inquietudes políticas y sociales y siempre he estado revoloteando como las polillas en la farola alrededor de la política”, dice. “Un día desde la tranquilidad del sofá de mi casa me dio por dar un paso al frente. Me atrajo mucho la propuesta de Ciudadanos. Económicamente me considero más liberal, pero socialmente, más progresista. Yo creo que C's representa muy bien este tipo de iniciativas. Este tipo de partidos europeos centristas, que yo creo tienen lo mejor de la derecha y lo mejor de la izquierda”.
La convocatoria del 26-J llevó a Ciudadanos a replantearse algunas candidaturas. El secretario de Organización, Fran Hervías, viajó a Santander y ofreció a Felisuco encabezar la lista. Era un escaño prácticamente asegurado para el partido naranja. No era una decisión fácil para el humorista, pero en su camino, dice, volvió a cruzarse el azar. En los días inmediatamente posteriores a la propuesta coincidió con el eurodiputado naranja Javier Nart en un vuelo, con el portavoz parlamentario Juan Carlos Girauta en el AVE y, la guinda del pastel, con Albert Rivera en Casteldefells.
“Entonces llamé a mi mujer y le dije: 'Voy a tener que aceptar porque esto son serendipias, una casualidad cósmica”, cuenta. “Estuvo dos semanas sin hablarme”.
Ciudadanos logró 48.379 votos en Cantabria el 26-J, unos 5.000 menos en comparación con el 20 de diciembre, y Felisuco conservó el escaño del partido: “Trabajamos mucho, peleamos mucho todo el equipo de Cantabria y conseguimos el escaño. En Santander soy muy conocido y sabía que iba a tener mucha gente detrás que me iba a apoyar. También es verdad que cuando eres una persona pública tienes también otro pelotón de gente al que no le gustas, pero estaba confiado en conseguirlo”.
Un chiste sin gracia
Felisuco cree que el actual bloqueo político y el riesgo de unas terceras elecciones no convierte la política española en un chiste. Ciudadanos ya ha anunciado que se abstendrá en segunda votación para facilitar la investidura de Rajoy.
“Los chistes te hacen reír. Y creo que esta situación no le hace gracia a ningún español”, dice. “Es el momento de políticas de Estado y no politiquillas ombliguistas y palaciegas. Creo que es tiempo para ver la responsabilidad de los partidos políticos”.
Álvarez es consciente de que su pasado le puede jugar una mala pasada en su presente como diputado. Pero no le importa demasiado. Asegura que a lo largo de su vida profesional siempre ha sabido ganarse el respeto de sus compañeros y confía en hacerlo también ahora en el Congreso.
“Estoy seguro que habrá quien intentará minusvalorarme o cachondearse de mí. Otra cosa es lo que me importe a mí, que es nada o cero”, afirma. “Sé que el respeto uno se lo gana trabajando, y el prestigio uno se lo gana con resultados. En mi vida, he tenido el respeto de mis compañeros en todos los trabajos que he tenido, porque he trabajado mucho y muy duro, y he tenido prestigio porque he tenido grandes resultados. Y espero que en esta etapa de diputado del grupo de C's me gane ambas cosas. No tengo ningún miedo”.
Felisuco dice que puede aportar a la Cámara empatía y la “experiencia vital que me ha dado estos años a través de la pila de distintos trabajos que he tenido”: “Cuando me preguntan esto siempre respondo que (Gaspar) Llamazares es ginecólogo. ¿Qué tiene que ver la ginecología para acabar de diputado? O (Alfredo Pérez) Rubalcaba, que es un político de una experiencia y una trayectoria tremenda, pues es químico”.
“Sé lo que es levantar la persiana de un negocio, sé lo que es pagar nóminas a fin de mes, sé lo que es el fracaso”, explica. “Tengo una familia de lo más normalita, con una hermana jubilada con un 65% de invalidez, tengo un padre muy mayor, sé lo que es la fuga de cerebros porque tengo una hija que a los 31 años es doctora en neurociencia y profesora en la Universidad de Valparaíso, en Chile... Toda esa experiencia vital va conmigo y esa empatía que tengo creo que puede servir mucho. La nueva política tiene que tener más pellejo, tiene que tener más sensibilidad y tiene que estar más pegada a la calle”, añade.
“Si no eres de izquierdas parece que te señalan”
Felisuco cuenta con el apoyo de sus mejores amigos. Saben que va a ser el centro de atención y, entre bromas y veras, ya le llaman “la gran esperanza blanca”. Humoristas como Micky Nadal, Javier Capitán, Goyo Jiménez y Josema Yuste le transmiten su aliento y el orgullo que sienten por el paso que ha dado.
“La cultura ha estado muy ligada a visiones de izquierdas. Yo la verdad que vengo también de la izquierda. Fui votante socialista toda mi vida, pero decantarte por un partido que no identificas rápidamente con la izquierda en seguida parece que te señalan con el dedo”, dice. “Mis amigos me han animado, me han apoyado, me han dicho olé tus narices. Están encantados y orgullosos”.
Felisuco todavía no tiene asignado un papel en Ciudadanos, pero con la boca pequeña asegura que le gustaría estar vinculado a comisiones relacionadas con el mundo de la cultura y también de pesca y agricultura, por su importancia para Cantabria. El actor se muestra muy crítico con el presidente de la región, Miguel Ángel Revilla.
“De Madrid a Santander no hay tren, hay una diligencia. A caballo llegas antes”, dice. “Cantabria es la única región donde el paro interanual aumenta, donde los niveles industriales han caído a mínimos, donde más ha bajado la renta per cápita y luego Revilla nos da lecciones en pizarras televisivas. Pero cuidado con Cantabria que se nos está desangrando”.
Si Felisuco inicia en el Congreso una carrera política que le puede llevar a aspirar a la presidencia de Cantabria, todavía es pronto para saberlo. Pero nada se puede descartar: “Ni me lo he planteado, ahora sólo quiero centrarme en esta legislatura, que comience andar si es posible y trabajar. Dios y el tiempo dirán…”