La moción de censura ha pasado factura al liderazgo de Fernando López Miras en el PP de la Región de Murcia. Tanto es así que ya existen voces críticas en un sector de la militancia mientras gana enteros la alcaldesa de Archena, Patricia Fernández, como alternativa a presentar una candidatura que pugne con López Miras por la presidencia del partido en el próximo congreso de los populares murcianos.
"La Ayuso de Murcia". Así es como llaman a la regidora de Archena algunos militantes y actores sociales que consideran que a Patricia Fernández se le ha quedado chico el Ayuntamiento. Las voces críticas en el partido han surgido por los acontecimientos vividos desde que Ciudadanos, siendo el socio del PP en el Gobierno regional, negoció a espaldas de López Miras una moción de censura con el PSOE que casi le cuesta a los populares perder 26 años de hegemonía en suelo murciano.
La postulación de la alcaldesa para liderar el PP, según ha podido saber EL ESPAÑOL, sería vista con buenos ojos por militantes que ostentaron cargos orgánicos y electos: desde exalcaldes a exconsejeros, incluso expresidentes de la comunidad. "La vieja guardia podría alinearse con Patricia Fernández si presenta una candidatura, aunque correría el riesgo de enfrentarse al aparato de Génova", asegura una voz crítica que regentó una elevada responsabilidad política. Es evidente que el avispero está removido en la sede del Partido Popular en la capital del Segura.
"No hay buen ambiente porque no hay un proyecto político consolidado", sostienen miembros de ese sector crítico con la presidencia del partido, que ostenta Fernando López Miras, desde el congreso extraordinario celebrado en marzo de 2018. En aquella fecha recibió el 93% de los votos, pero tres años y cuatro meses después, esa mayoría se ha visto cuestionada por la moción de censura que se salvó sobre la bocina y con la ayuda del secretario general del PP, Teodoro García-Egea.
"Hay descontento en afiliados de base", insisten. El motivo es la solución que se dio a la moción incorporando a tránsfugas de Ciudadanos al Consejo de Gobierno y cediendo la Consejería de Educación a la diputada expulsada de Vox, Mabel Campuzano. "Los principios de partido dónde quedan", se preguntan esas voces críticas.
Las tensiones internas han surgido en el PP sobre todo por dos motivos. De un lado, a algunos no les gusta que la extrema derecha haya ganado tanta visibilidad institucional tras cederles una cartera importantísima como Educación. Y por otro lado, entienden que está hipotecada parte de la lista del PP para los comicios autonómicos de 2023 porque algunos de los diputados de otro signo que ayudaron a salvar el Gobierno regional irán en la candidatura popular. Entre otros motivos, por haber sido expulsados de sus partidos: Vox y Ciudadanos.
"Existía un malestar en el partido con la moción de censura y se acentuó con la reforma del Estatuto del Presidente". El cambio de esa norma tampoco gustó a algunos militantes porque fue el otrora jefe del Ejecutivo regional y líder del PP murciano, Alberto Garre, el que impulsó limitar a dos mandatos la presidencia de la Comunidad. Y lo hizo con el apoyo de todos los grupos parlamentarios. Ese tope impedía a López Miras presentarse a las elecciones de 2023 y la modificación de la citada norma se llevó a cabo para que volviese a liderar la lista popular.
"En la reforma del Estatuto del Presidente, no existe el interés general por el que deben trabajar los partidos y eso ha hecho daño", expone la vertiente crítica del PP. Además, ese cambio legislativo con connotaciones electorales se aprobó en plena pandemia de coronavirus. Valga como termómetro del malestar orgánico lo sucedido en un grupo de WhatsApp donde hay 68 cargos del PP, entre alcaldes y portavoces de la oposición en los ayuntamientos: uno informó de que había salido adelante la derogación de los mandatos y solo tres aplaudieron. El resto guardó silencio.
Entre el 10 de marzo, cuando se presentó la moción de censura, y el 24 de junio, cuando se rompió el límite de legislaturas presidenciales, la regidora archenera ha visto incrementadas "las llamadas" y "mensajes" de militantes, personas que han ostentado cargos públicos en otras legislasturas y actores sociales, que le han hecho llegar su apoyo a su modelo de gestión y forma de hacer política.
"El comentario que se repite es que la alcaldesa de Archena es la Ayuso de Murcia". Y a buen entendedor pocas palabras faltan, más allá de empezar a testar qué opina Génova de que al próximo congreso del PP de Murcia concurran dos candidaturas en vez de una. Otra voz crítica asegura que "hay algún exconsejero que va vendiendo la gestión municipal de Patricia entre las organizaciones profesionales de Murcia". Es un secreto a voces que en el partido empiezan a cocerse dos corrientes: la de Fernando López Miras y la de Patricia Fernández.
La for y nata agrícola
EL ESPAÑOL ha podido saber que el discurso político de la regidora goza del respaldo -a título personal- de miembros de la Cámara de Comercio, la Asociación Murciana de la Empresa Familiar, la Universidad de Murcia, la Universidad Católica de San Antonio, el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura o la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región. El dato no es baladí porque algunos de estos colectivos e instituciones son caladeros de votos del PP.
"Patricia recibe comentarios muy positivos y cada vez son más continuos". La última ocasión fue en Archena, el 7 de mayo, durante la firma de un manifiesto en defensa del Trasvase Tajo-Segura: una cuestión que forma parte del 'ADN' de Partido Popular y a la que la alcaldesa dio su apoyo públicamente. El acto contó con una gran puesta en escena y la regidora se rodeó de la flor y nata del sector agrario murciano, así como de algunos empresarios de renombre.
La clave para que militantes del partido, junto a representantes de colectivos e instituciones comparen a Fernández con Ayuso está en varios factores. Uno de ellos es su gancho electoral: suma tres mayorías absolutas consecutivas desde que en 2011 lideró por primera vez la lista del PP en Archena. El acto de presentación de su candidatura a las últimas elecciones municipales contó con el propio presidente regional, Fernando López Miras, y el secretario general, Teodoro García-Egea, los cuales resaltaron su eficacia en la gestión y la fiabilidad de su proyecto político.
Esta licenciada en Odontología, nacida en junio de 1980 en Archena, también promueve en materia fiscal algunas de las denominadas 'políticas de la libertad' que llevaron a Isabel Díaz Ayuso a arrasar en las elecciones de Madrid. Prueba de ello es la reducción de un 35% en el precio del suelo industrial y las bonificaciones en las licencias de obras que han provocado que no exista ni un solo metro disponible en el polígono industrial. Es tal la demanda, que el Ayuntamiento está trabajando en tres ampliaciones que suman 210.000 metros cuadrados.
Otro factor que ha provocado que la popularidad de la regidora, Patricia Fernández, haya crecido notablemente en la Región de Murcia y en el seno del partido son iniciativas pioneras que ha adoptado durante la pandemia y que recuerdan a medidas de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como una línea propia de ayudas a la hostelería. Todo ello, apuntala la idea de que tiene altura de miras y necesita un ruedo político más grande que un pueblo de 19.428 habitantes.
Visita pendiente de Casado
En la convención nacional de alcaldes populares celebrada en Cartagena el 12 de junio, el presidente del PP, Pabo Casado, le dijo a Patricia Fernández que quería que su próxima visita a la Región fuese en Archena: un municipio donde el PP ha ganado por mayoría absoluta en siete ocasiones. La localidad es un bastión para el partido y la regidora ha aportado tres victorias electorales a esa estadística que la sitúa con ventaja en el test de las urnas, al que Fernando López Miras solo se ha sometido una vez, cosechando una derrota en las autonómicas de 2019 frente al PSOE.
De hecho, el origen de la moción de censura es el fallido pacto de gobernabilidad que tuvo que suscribir López Miras con Ciudadanos para salvar el cetro del Palacio de San Esteban y que luego le obligó a negociar con los tres diputados expulsados de Vox para tumbar la iniciativa presentada por PSOE y Cs. "La convulsión política ha sido muy grande en los dos últimos años y al final, lo que quiere el partido es una mayoría absoluta para gobernar sin Vox", reflexiona el sector crítico del PP murciano.
Otro gesto llamativo que tuvo lugar en esa misma convención de alcaldes fue en el turno de intervenciones. El presidente regional, Fernando López Miras, le prometió a Pablo Casado que en las próximas elecciones autonómicas conseguiría una mayoría absoluta, pero en la clausura el líder nacional de los populares no respondió al guiño de López Miras. De este asunto se habló en algunos corrillos de regidores murcianos: Casado solo hizo promesas si él llegaba a la Moncloa.
Precisamente, un barómetro importante donde testar el ambiente orgánico que se respira en las huestes populares, son los ayuntamientos. Y ahí, el PSOE de Diego Conesa gana al PP de Fernando López Miras: al gestionar 25 de los 45 consistorios de la Región (23 en solitario y 2 en coalición). Además, los socialistas lograron hacerse con el control de Murcia, a través de la doble moción de censura pactada con Cs, y el hecho de que el PP no lograse salvar la Alcaldía de la capital ha provocado tensión entre militantes de las pedanías murcianas.
Tope: marzo de 2022
Todo estos factores, unidos al reciente congreso del Partido Popular en la Comunidad Valenciana, han removido el fuero interno del PP murciano porque el cónclave de la Región tiene como fecha tope para celebrarse marzo de 2022. En el último comité regional, el presidente López Miras movió ficha ratificando como nuevo secretario general, al alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, y como nueva responsable del comité electoral, a la alcaldesa de San Pedro del Pinatar, Visitación Martínez. El objetivo: amarrar apoyos en el tablero municipal.
La regidora de Archena, Patricia Fernández, rechazó meses atrás asumir una vicesecretaria autonómica en el PP de Lopez Miras. Tal negativa es llamativa para esta politíca que es miembro nato del comité ejecutivo regional y a la que un sector del partido -incluidos exaltos cargos- ven como única alternativa para impulsar una candidatura en el congreso autonómico del PP que plante cara a la del actual presidente.
A nivel orgánico, la regidora tiene experiencia y contactos porque fue vicesecretaria de Comunicación y secretaria de Política Social de la ejecutiva regional. También ha sido presidenta de Nuevas Generaciones del PP de Archena. Es una militante pura sangre que ha progresado políticamente desde las bases del partido hasta llegar a un cargo electo: primero como concejal, luego como portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento, diputada regional, y finalmente como alcaldesa.
Fernández y López Miras guardan una buena relación fraguada, entre otros ámbitos, en la Asamblea Regional, donde la regidora fue diputada durante la pasada legislatura en el grupo popular liderado por el presidente. Ahora, un sector de la militancia quiere ascender a la alcaldesa de Archena tras bautizarla como "la Ayuso de Murcia". La última palabra la tendrán en Génova.