Valencia no usa el equipo contra el cáncer que donó Amancio Ortega por falta de un "plan de evacuación"
La máquina de 26 toneladas aguarda en Suecia a que se apruebe la obra. El retraso sumará al menos dos años y mil operaciones cerebrales perdidas.
26 mayo, 2021 02:02Noticias relacionadas
Un año, doce largos meses después de que el Hospital Clínico pidiera licencia de obra para montar el equipo contra el cáncer de 3,5 millones donado por Amancio Ortega, el Ayuntamiento de Valencia ha respondido con un 'no'. ¿La razón? Que el "plan de evacuación" presentado no se adecúa a los requisitos del consistorio. ¿Las consecuencias? Un retraso en su instalación que ascenderá a dos años y un millar de operaciones intracraneales perdidas. La máquina, una Leksell Gamma Knife de 26 toneladas ya pagada, aguarda en Suecia a que la corporación resuelva el embrollo burocrático, según precisan a EL ESPAÑOL fuentes conocedoras de la iniciativa.
Esta es la desafortunada situación en la que se encuentra la puntera tecnología que anunció a bombo y platillo la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana en diciembre de 2019. El departamento presumió entonces de que iba a ser la primera instalada en un hospital público de España. "Va a suponer para los pacientes de la Comunidad Valenciana una mejora de su calidad de vida, y va a ofrecer una mayor supervivencia en el tratamiento de determinadas enfermedades. El equipo permite tratar entre 500 y 1.000 pacientes al año", detalló.
Se trata de "uno de los equipos más potentes en radiocirugía intracraneal, de mayor precisión y seguridad a nivel mundial", explicó. En concreto, permite tratar tumores malignos y benignos, malformaciones arteriovenosas y también indicaciones funcionales (neuralgia de trigemio, parkinson, epilepsia...).
"Comenzar cuanto antes"
Pero la propia Generalitat reconoció este martes a EL ESPAÑOL que, un año después de solicitar la licencia para instalarla, ha recibido la negativa del ayuntamiento por cuestiones técnicas. Tanto la Conselleria de Sanidad como el área municipal de Desarrollo Urbano las lidera el PSPV-PSOE. Y ambos departamentos fueron igual de escuetos en su comunicación al respecto este martes. "El Ayuntamiento ya se ha puesto en contacto con Sanidad para agilizar el trámite y que puedan comenzar las obras cuanto antes", indicaron desde el área de la vicealcaldesa Sandra Gómez.
Fuentes conocedoras del proyecto consultadas por este periódico precisan que los principales reparos planteados por los técnicos -12 meses después de la petición de la licencia- versan sobre el "plan de evacuación de personas de la nueva instalación", que no estaría correctamente justificado. El Hospital Clínico está tratando de solventar esta cuestión para obtener cuanto antes la autorización y poder comenzar con la actuación.
En el momento la obtenga, requerirá alrededor de cuatro meses para poder realizarla. La complejidad radica en las 26 toneladas que pesa la máquina, debido a las 122 fuentes de cobalto que permiten la radiación y a su cobertura de tungsteno, un denso metal que impide, precisamente, que la radiación producida se propague.
Al tratarse de un artilugio tan pesado, el hospital ha de reforzar el suelo del sótano de la Facultad de Medicina -donde se dispone a montarlo- hasta lograr un grosor de 50 centímetros de cemento. En consecuencia, aunque el Clínico logre la licencia en los próximos meses, la previsión es que la máquina no esté operativa hasta finales de 2021, cuando se cumplan dos años del flamante anuncio de Sanidad.
En este periodo de tiempo, como es obvio, no se ha podido tratar "entre 500 y 1.000 pacientes al año" con esta tecnología, como auguraba Sanidad. Los pacientes que han requerido cirugía intracraneal han sido atendidos con tratamientos alternativos, como radioterapia de alta precisión mediante aceleradores de Rayos X -disponible en otros hospitales valencianos como La Fe-.
En España, no obstante, existe una máquina idéntica ya instalada en el hospital privado Ruber Juan Bravo de Madrid, al que las autonomías recurren cuando no disponen de alternativa. El equipamiento se caracteriza por una mejora considerable de la precisión (0,4 mm), que permite abordar solo el objetivo de la intervención sin afectar el tejido sano cerebral.
Aparcada sin uso en Suecia
Mientras tanto, la Leksell Gamma Knife ya pagada por el empresario gallego para su instalación en Valencia, aguarda aún en su fábrica sueca a que el Ayuntamiento de Joan Ribó (Compromís) resuelva el expediente de su obra. En el momento el Hospital Clínico reciba el visto bueno la máquina será enviada mediante un transporte especial por carretera.
"La Comunidad Valenciana se convierte en pionera a nivel nacional en cuanto a radiocirugía y se sitúa a la vanguardia de la alta tecnología en cuanto al tratamiento del cáncer, ya que únicamente hay 350 unidades de Gamma Knife instaladas en diferentes países del mundo, como EEUU, Europa y Asia", presumió Sanidad en diciembre de 2019.
Pero hace tantos meses de aquel anuncio que los datos han cambiado. Las máquinas de este tipo instaladas en el planeta son ya cerca de 500. De hecho, también está prevista la instalación de una de ellas en Granada, que será la tercera de España.