"Para la mayoría". Este es uno de los mensajes de campaña escogidos por el presidente de la Comunidad Valenciana y candidato socialista a la reelección, Ximo Puig. El dirigente acumula dos mandatos en los que ha gobernado gracias al apoyo de Compromís y Podemos, pero ahora aspira hacerlo en solitario, y lo reivindica desde el mismo eslogan.
"A nosotros nos gustaría tener el mayor apoyo posible. Vamos a luchar, en positivo, por tener el máximo apoyo", reconoció el dirigente preguntado al respecto. "Nosotros somos un proyecto para la mayoría. Cada uno tiene su espacio y tiene su vocación. Nosotros somos un proyecto para la mayoría social", subrayó el también secretario general del PSPV-PSOE tras una reunión de la Comisión Ejecutiva Nacional (CEN) de los socialistas valencianos.
Puig destacó su "respeto" por "otras opciones políticas". "Yo respeto lo que hace Sumar, respeto lo que hace Podemos, incluso respeto lo que hacen los partidos que, simplemente, quieren erosionar la democracia", dijo. A su vez, reconoció la importancia de "acordar si es necesario y los ciudadanos lo deciden".
[Ximo Puig hace balance tras convocar elecciones: "No todo lo hemos hecho bien, pero estamos mejor"]
"Los ciudadanos decidieron en el año 2015 que hubiera un Gobierno de coalición, y hemos trabajado durante ocho años conjuntamente. Con diferencias, claro que sí, pero también hay diferencias en los gobiernos con mayoría absoluta", expuso.
Pero manifestó su deseo de gobernar esta vez en solitario. "Cualquier opción política pretende llevar su proyecto político hasta las últimas consecuencias", aseveró. "Ahora nosotros queremos explicarle nuestro proyecto a los ciudadanos, y ojalá que obtenga las máximas adhesiones posibles", agregó
"Vamos a trabajar mirando a los ciudadanos y a la mayoría social de esta Comunidad, sin ninguna limitación. Somos un proyecto que aspira a representar a una inmensa mayoría de la sociedad valenciana", concluyó Puig al respecto.
"Crispación importada"
El presidente socialista, además de desmarcarse de sus socios de Compromís y Podemos, lo hizo del Gobierno nacional de Pedro Sánchez. En concreto, lo hizo al descartar "los intentos del PP" por convertir las elecciones autonómicas en un plebiscito de las generales.
"Nosotros apostamos por un debate en positivo, eliminando una crispación que viene importada y que, sinceramente, no existe en la Comunidad Valenciana", aseveró Puig.
El presidente de la Generalitat Valenciana activó el modo electoral en sus intervenciones desde este lunes, cuando anunció la disolución del parlamento y la convocatoria de los comicios en un discurso con aroma de campaña. En el mismo, no citó ni a Compromís ni a Podemos. Tampoco la palabra Botànic, que define a su pacto de gobierno.
El dirigente aprovechó para hacer balance de su gestión. "Ni todo lo hemos hecho bien ni todo está bien, pero estamos mejor", resumió. El socialista destacó que, en una legislatura marcada por enormes contratiempos como la Dana que asoló la Vega Baja, la borrasca Gloria, la pandemia y el impacto de la guerra de Rusia en Ucrania, la Comunidad Valenciana cierra este periodo con "más trabajo, más cohesión y justicia social y un nuevo mapa de oportunidades".
En cambio, el mandatario también reconoció "disfunciones" o "insuficiencias". Habló de "hitos que no hemos podido conseguir porque no dependen de nosotros", como la reforma del sistema de financiación autonómica mantiene a la región a la cola en financiación por habitante.
En este punto, también se refirió al recorte estatal al trasvase Tajo-Segura, sobre el que afirmó que seguirá exigiendo "agua para siempre". "Pedimos disculpas por los errores que hayamos podido cometer y las insuficiencias", dijo Puig sobre estas cuestiones.
Ximo Puig afirmó que se cierra una legislatura "excepcional" en la que, pese a las dificultades, "todos los indicadores económicos y sociales reflejan la evidencia de que la Comunidad Valenciana está mejor, que está avanzando y que lo está haciendo manteniendo la estabilidad, forjando acuerdos y priorizando las soluciones".