Los miembros del Gobierno Valenciano militantes de Iniciativa -partido integrado en Compromís- están convirtiendo la recta final de la legislatura en un auténtico esperpento. La vicepresidenta que sustituyó a la imputada Mónica Oltra, Aitana Mas, cesó este martes de forma fulminante, a solo siete meses de las elecciones autonómicas, a su compañera de filas y titular de Agricultura. Y esta última, Mireia Mollà, replicó este martes ausentándose en el tradicional traspaso de carteras.
El relevo, vendido tanto por Compromís como por el PSPV-PSOE en aras de "la unidad del Ejecutivo", sirvió más bien para evidenciar la guerra interna. Buena prueba de ello fueron las palabras de la consellera entrante, Isaura Navarro, sobre la ausencia de su antecesora. "Cada persona, con sus actos, deja claro cuál es su posicionamiento y su actitud", aseveró.
Las palabras de Navarro resultan tan reveladoras como sus omisiones, pues la dirigente no brindó en su parlamento halago alguno a su antecesora y compañera de partido. Sí los tuvo, sin embargo, para Mónica Oltra. Esta "ausencia" sí la lamentó en su toma de posesión, donde deseó que "su situación jurídica injusta acabe y vuelva a la vida pública".
Cabe recordar que la exvicepresidenta se encuentra investigada por la presunta desprotección a la víctima de abusos sexuales de Luis Eduardo Ramírez Icardi, exmarido de la propia Oltra. El hombre, educador en un centro de menores, abusó sexualmente de la niña tutelada, y el testimonio de la joven fue desacreditado por la propia Conselleria de Igualdad mediante dos informes a favor del agresor.
Los dirigentes de Compromís están ofreciendo este espectáculo "a solo cinco meses de la disolución de Les Corts", tal y como subraya el entorno de la propia Mollà, que no duda en afirmar que este escenario "pone en riesgo la continuidad del Gobierno valenciano".
Misterio "incomprensible"
Los verdaderos motivos del cese fulminante siguen siendo un misterio "incomprensible", por tratarse de un movimiento desestabilizador a pocos meses de la cita electoral. Ambas partes ofrecen versiones diametralmente opuestas. "Es muy llamativo que la primera gran decisión de Aitana Mas sea cesar a una compañera de partido a pocos meses de las elecciones cuando, por ejemplo, no ha destituido a varios cargos imputados de su departamento", agregaba el entorno de Mollà en referencia a los imputados, precisamente, del 'caso Oltra'.
Mollà conoció la noticia poco antes de que la anunciara Presidencia de la Generalitat. "Es una decisión incomprensible que no han sabido justificar", resaltaba su equipo. En el bando opuesto dibujan a una Mireia Mollà completamente fuera de control, a la que acusan de cargar abiertamente contra otros miembros del Ejecutivo valenciano como Rafael Climent, de Més Compromís, y Rebeca Torró, del PSPV-PSOE.
A su vez, la responsabilizan de haber puesto en riesgo los Presupuestos autonómicos de 2023, un argumento llamativo pero compartido en las filas socialistas. "Con su cese se ha optado por la estabilidad, porque su continuidad ponía en riesgo la aprobación de las cuentas, algo que esperemos que ocurra el próximo viernes", trasladaba este martes el Ejecutivo.
El entorno de Mollà, en cambio, negaba la mayor. "Es absolutamente falso que haya querido negociar por su cuenta los Presupuestos, ni que haya propuesto reducir las partidas de Inclusión y Educación (ambas de Compromís) para incrementar la de Agricultura", aseguraron.
"Medias verdades y mentiras"
"Tampoco es cierto que haya cargado contra compañeros del Consell como Climent y Torró. Mollà no ha dicho nada que no haya defendido también el presidente Ximo Puig, que ha reconocido en varias ocasiones que la Comunidad Valenciana sufre un retraso en el desarrollo de parques fotovoltaicos", añadieron. A juicio de los estrechos colaboradores de la consellera saliente, "están tratando de justificarlo todo con medias verdades y mentiras".
Este es el convulso panorama del principal socio de Ximo Puig, que acaba de aupar al diputado en el Congreso Joan Baldoví (de Més Compromís) para acudir a las autonómicas con un candidato reconocible tras la marcha de Mónica Oltra. "Todo esto es munición gratuita para la oposición", lamentaba este martes el entorno de Mollà.
Lo cierto es que, tal y como apuntan las encuestas, de la salud de Compromís en las urnas dependerá la continuidad del actual pacto de Gobierno entre PSPV-PSOE, los nacionalistas y Unidas Podemos. La realizada por SocioMétrica para EL ESPAÑOL auguraba, precisamente, un triunfo de la derecha por el declive de Compromís.