Joan Baldoví le dio este jueves un toque picante al anuncio de su regreso a la política valenciana. Confirmó que se presentará a las primarias de Compromís para ser el candidato de la coalición a la Presidencia de la Generalitat, y lo hizo con una doble provocación al presidente Ximo Puig, el rival a batir en las urnas. Grabó su campaña en las dependencias del líder socialista y le acusó en la misma de plegarse a los intereses del Gobierno central.
El dirignte nacionalista buscó la polémica en un vídeo en el que reflexiona sobre su experiencia como diputado en el Congreso y desglosa algunas de las razones que le han llevado a regresar a la Comunidad Valenciana. "No os quiero engañar, me he sentido muchas veces solo defendiendo los intereses de los valencianos. Y no, no hablo solo de la derecha", reza su primera pulla, claramente dirigida a los socialistas.
La acusación no es nueva. El dirigente ha señalado en repetidas ocasiones a los del puño y la rosa por no ser, a su juicio, lo suficiente reivindicativos en la capital con los problemas valencianos, en particular con la infrafinanciación de la autonomía, que es el territorio español que menos fondos recibe del Estado por habitante.
La mayor provocación del vídeo, sin embargo, aparece en los instantes finales. Se trata de un mensaje más visual que textual. Baldoví discurre por conocidos enclaves del centro de la ciudad hasta llegar a su destino, que no es otro que el Palau de la Generalitat, el edificio gótico del siglo XV donde Ximo Puig tiene su despacho.
"Vuelvo al País Valencià porque quiero que los valencianos y las valencianas sigan teniendo un gobierno honrado, valiente y que cuida las personas. Vuelvo para que no vuelva la derecha y, con ella, la corrupción, los recortes y las políticas antisociales. Vuelvo a por un nuevo Botànic", concluye Baldoví junto a la entrada del Palau.
Cabe recordar, no obstante, que la idea de acechar la sede de la Generalitat Valenciana no es nueva en Compromís. Ya lo hizo Mónica Oltra en el cierre de la campaña electoral de 2019, en plena tensión con los socialistas por el adelanto unilateral de Ximo Puig para hacer coincidir las autonómicas valencianas con las generales.
El equipo de Mónica Oltra todavía fue más explícito en aquella ocasión. Proyectó en la pared del palacio el mensaje "Oltra, presidencia" desde la Plaza de la Virgen, donde tuvo lugar el mitin de cierre de campaña de Compromís. Pretendió así dar un golpe de efecto que se le volvió en contra tan solo 48 horas después, cuando el escrutinio reveló que Ximo Puig era el candidato más votado y con mayor ventaja frente a sus socios que en 2015.
Las nuevas primarias de Compromís para escoger a su candidato a las elecciones de 2023 se celebrarán en febrero, y se da por hecho que Baldoví contará con el apoyo de una amplia mayoría en la formación. El diputado regresa a su tierra para sustituir a Mónica Oltra tras su dimisión por su imputación y polémica gestión en el caso de los abusos sexuales a una menor tutelada por el que ha sido condenado su exmarido a cinco años de prisión.
"Siempre he sido una persona muy disciplinada y, cuando hay que dar un paso adelante, lo doy", manifestó Baldoví en declaraciones al programa Al Rojo Vivo, de La Sexta, tras hacer pública su candidatura. No obstante, el dirigente subrayó que, si el juzgado archiva la investigación abierta contra Oltra, será ella la candidata de la coalición.
"Lo que hemos hecho es dejar siempre la puerta abierta a una persona como Mónica Oltra, que lo ha sido todo en Compromís y tendrá siempre la puerta abierta y el cariño de toda la coalición", destacó.
Según las encuestas, existen serias opciones de que el bloque de la derecha sume más que el de la izquierda esta vez en la región, y Compromís recurre a Baldoví, su plan B desde la dimisión de Oltra, para intentar salvar el pacto de izquierdas que lidera el socialista Ximo Puig.
"Siempre he querido que se construyan mayorías de progreso", destacó Baldoví. El diputado confirmó que este miércoles trasladó su decisión a Oltra; al alcalde de Valencia, Joan Ribó; y a la vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz.
Distinto origen
Oltra procede de Izquierda Unida, mientras que Baldoví ha formado parte del histórico Bloc (rebautizado como Més) la corriente nacionalista de la coalición. Sin los resultados obtenidos en 2015 y 2019 por Compromís, Puig no habría sido presidente.
Baldoví siempre ha estado en la recámara y se ha ido consolidando a medida que han pasado los meses. La izquierda valenciana se juega revalidar un tercer mandato en las próximas elecciones autonómicas y Ximo Puig necesita a un socio de Gobierno robusto para mantenerse al frente de la Generalitat.
Baldoví es un veterano político valenciano, exalcalde de Sueca (Valencia), que cuenta con el reconocimiento de los tres partidos que integran la coalición. Goza de buenos índices de popularidad y es percibido por la ciudadanía como un político sensato. Es diputado en el Congreso desde 2011, hace ya más de una década.
Su trabajo en Madrid ha situado a Compromís en el tablero político nacional. Consiguió que la agenda valenciana formase parte del pacto de Gobierno que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa en 2020. Aunque pocos tantos más ha logrado apuntarse.
Su tirón electoral no es el de Oltra, según reconocen fuentes de la coalición a EL ESPAÑOL, pero durante varios años ha sido el político mejor valorado por el CIS y se ha convertido en un invitado habitual en programas de televisión de máxima audiencia. En Compromís creen que es el único que podría evitar el batacazo electoral que auguran algunas encuestas.
No obstante, la prioridad es y seguirá siendo Mónica Oltra, insisten estas fuentes. De hecho, poco después del anuncio, el portavoz del partido de la exdirigente dentro de Compromís, Alberto Ibáñez, pidió en redes sociales estar centrados "en el qué" porque el "quién ya vendrá". El entorno más estrecho de la exvicepresidenta receló abiertamente del movimiento de Baldoví. Ella, mientras tanto, dejó pasar toda la jornada sin pronunciarse sobre el anuncio en su activa cuenta de Twitter.