Valencia

Niños gitanos y pobres recogidos de chabolas de toda Valencia y concentrados en un mismo colegio público: el CEIP Juan Manuel Montoya del barrio de Nazaret. Este es el escenario que mantendrá el Gobierno valenciano en el presente curso 2021-2022 por séptimo ejercicio consecutivo, tal y como reconocen a este periódico fuentes de la propia Conselleria de Educación que dirige Vicent Marzà (Compromís).

El departamento tiene por bandera "la lucha contra la segregación escolar desde 2015", año en el que la formación nacionalista accedió al poder junto al PSPV-PSOE. Pero desde entonces no ha logrado revertir la dramática situación de este centro. La práctica totalidad de sus escolares llegan en autobús procedentes de "asentamientos chabolistas o infraviviendas" de toda la ciudad, tal y como explicó a EL ESPAÑOL el propio Ejecutivo autonómico. En el colegio, ubicado lejos de sus barrios, solo coinciden con alumnos tan pobres como ellos. No se relacionan con niños de ningún otro estrato social y se agrava su exclusión social.

Acabar con este "colegio-gueto" -tal y como lo definió su propio director, David Ferrando- pasa por dos acciones. Por un lado, lograr que los alumnos actuales se matriculen en los colegios más cercanos a sus residencias junto a los niños de sus barrios. Por otro, que el CEIP Juan Manuel Montoya capte a escolares de su entorno y deje de ser un centro para alumnos descartados por el sistema. Pero la Generalitat Valenciana no ha logrado grandes avances en ninguno de ambos flancos.

"Se está ayudando al equipo directivo de la escuela en la actualización y mejora del proyecto educativo del centro con el objetivo de poder atraer a más alumnado", explican. "Paralelamente, los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Valencia, en colaboración con Inclusión Educativa, están haciendo trabajo de mediación con las familias con hijos e hijas escolarizados en el centro que viven en otros distritos escolares para que puedan ir a centros educativos más próximos a su lugar de residencia", agregan sin precisar cifras. En el 2020-2021, la escuela acogía a poco más de 70 niños. Solo unos pocos eran de Nazaret. 

Vicent Marzà (Compromís), 'conseller' de Educación de la Generalitat Valenciana. EE

Educación se escuda en que se trata de un cometido complejo. "Este trabajo no es fácil, porque el cambiar a un alumno del centro donde tiene plaza depende siempre de la voluntad de la familia", explican. "Cualquier colegio sostenido con fondos públicos en el que la oferta de vacantes supera la demanda de plazas está obligado a aceptar a un alumno o alumna aunque viva en otro distrito escolar o incluso resida en otro municipio. Esta circunstancia explica la razón por la que el CEIP Juan Manuel Montoya cuenta con alumnado de zonas muy diversas de Valencia, e incluso de otros municipios", precisó al respecto el pasado mes de mayo.

Profesionales del centro consultados por este periódico ponen en entredicho el esfuerzo que dice estar haciendo la Generalitat Valenciana. Lamentan que son determinados tutores quienes han logrado transmitir a algunas familias que tienen derecho a escolarizar a sus pequeños en colegios de sus barrios. "Se trata de familias vulnerables a las que no basta con enviar una circular como las que se les remiten. A la vista está que las comunicaciones realizadas hasta la fecha no han servido para cambiar las cosas en el CEIP Juan Manuel Montoya", critican.

Tal y como comprobó EL ESPAÑOL a las puertas del centro el curso pasado, la práctica totalidad de los alumnos llega en dos autobuses cumplidas las 9.00 horas tras atravesar toda Valencia. Los vehículos recorrían zonas como Torrefiel, Orriols, Poblats Marítims, Forn d'Alcedo, Montolivet, Benicalap, Amistat-Albors, Rascanya, La Plata, En Corts o La Punta. También por el término municipal de Xirivella. El año previo incluso recogían a niños de Burjassot y Paterna. Tan solo unos pocos llegaban andando desde Nazaret.

Autobuses que recogen los alumnos de infraviviendas de toda Valencia para llevarlos al Juan Manuel Montoya. Biel Aliño

La Conselleria de Educación confirmó entonces el perfil de los menores. "Se trata de familias muy vulnerables que viven en un contexto socioeconómico muy precario, en la mayoría de los casos en asentamientos chabolistas o en infraviviendas", explicaron. "Son familias extensas con vínculos familiares muy amplios que quieren que sus hijos vayan juntos, no solo los hermanos, sino también los primos", agregaron.

Y así seguirá siendo en el presente curso 2021-2022, en el que el CEIP apenas contará con un cambio palpable. "El CEIP Juan Manuel Montoya ya está adscrito a un centro de secundaria, el IES El Grau de Valencia", precisaron. Hasta ahora, ni siquiera tenía un instituto asociado para los pocos alumnos de esta escuela que llegaban a pasar a secundaria.

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