Los mecanismos habilitados por el Gobierno de Pedro Sánchez para afrontar el difícil ejercicio 2021 siguen discriminando a la Comunidad Valenciana, que es la peor tratada con el vigente sistema de financiación. La autonomía, gracias a las herramientas extraordinarias proporcionadas por el Estado, contará con un 4,1% de recursos más. Pero se da la circunstancia de que Cantabria, el espejo en el que siempre se mira por ser el territorio mejor tratado, incrementará su gasto un 5,5%, 1,4 puntos más.
Los porcentajes fueron aireados por los respectivos gobiernos autonómicos tras analizar el impacto en sus cuentas de los nuevos mecanismos. En concreto, Ximo Puig subrayó el pasado jueves en las Cortes Valencianas que la Generalitat contará el próximo año con una “financiación récord”, que superará “en un 4,1% a la recibida este año”, y que alcanzará los 13.800 millones de euros. “Ha cambiado completamente el escenario financiero para 2021”, destacó.
Pero los datos de Cantabria prueban que el Ministerio de Hacienda ha repartido café para todos, pues los ingresos extraordinarios benefician también a la comunidad autónoma mejor tratada con el actual sistema de financiación autonómica (las regiones del régimen común, sin tener en cuenta los forales de País Vasco y Navarra).
En concreto, el presupuesto cántabro dispondrá de 160 millones de euros más. Se trata de un 5,5% extra, según precisó la consejera de Economía y Hacienda, María Sánchez. La dirigente, igual que Ximo Puig, atribuyó el avance financiero a los cambios introducidos por el Gobierno de España en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
Sin fondo transitorio
Como informó este diario, la Generalitat Valenciana ideó una fórmula con el objetivo de aliviar su maltrato financiero el próximo ejercicio. Consistía en implantar un fondo transitorio que compensara a los territorios perjudicados. Habría costado 4.220 millones al Estado, de los que 1.336 habrían sido para la Comunidad, 1.070 para Madrid, 926 para Andalucía, 536 para Cataluña, 213 para Murcia y 138 millones para Baleares.
La propuesta llegaba avalada por todos los partidos (Vox, PP, Cs, PSPV, Compromís y Unides Podem), pero fue rechazada de plano por la ministra María Jesús Montero en el CPFF. A pesar de ello, la Conselleria de Hacienda de la Generalitat Valenciana, liderada por el socialista Vicent Soler, se esforzó en aplaudir los mecanismos anunciados por su compañera de partido.
Se trata de tres herramientas de liquidez: el mantenimiento de las entregas a cuenta realizadas en 2020 a las autonomías, la implantación de criterios de déficit más laxos (acogerse a una tasa de referencia no obligatoria del 2,2% o a un déficit autorizado del 1,1% y obtener transferencias por valor del 1,1% del PIB), y el acceso a los fondos europeos REACT y Next Generation.
Todo ello supondrá ingresos extra para la autonomía. Pero, como prueba lo ocurrido en Cantabria, también para el resto, incluso para las mejor financiadas, de modo que siguen vigentes los argumentos que empleaba hace solo unas semanas la Conselleria de Hacienda al reclamar el fondo de nivelación.
Entonces alertaba de que los ingresos por habitante que proporciona el actual sistema de financiación autonómica -según las cifras de 2019- oscila entre los 2.035 euros que percibe la Comunidad Valenciana y los 2.880 euros de Cantabria.