El candidato del PP a la reelección, Juanma Moreno, con traje de chaqueta y corbata y con halo institucional, ha ejercido de presidente en el primer debate de la campaña electoral andaluza de cara a las elecciones del 19 de junio, organizado por RTVE.
Frente a las críticas más duras que han vertido contra su gestión los líderes del PSOE, Juan Espadas, y de Vox, Macarena Olona, a modo de pinza dialéctica, Moreno ha llegado a decir sin elevar el tono que es "el hombre de moda esta noche y receptor de todos los palos".
Los rifirrafes entre Espadas y Moreno han sido continuos, tanto que el primero lo ha nombrado más de 25 veces para intentar confrontar con él y relacionarlo con Vox y le ha pedido, incluso, que no se hiciera la víctima. Frente a ello, el candidato del PP ha sacado a relucir en varias ocasiones la herencia socialista y que él formó parte de ella.
Moreno ha acudido al debate con los datos en varias tarjetas, que tanto Juan Espadas como la candidata de Por Andalucía, Inma Nieto, han tildado de "dibujitos". Olona ha ido más lejos, le ha dicho que "los datos que muestra son un insulto a los andaluces".
Sin querer entrar en el cuerpo a cuerpo, el presidente andaluz sí ha atacado al líder socialista al pedirle rigor. "Usted ha gestionado, entró en la Junta en los años 90 y ha sido consejero en los gobierno de Manuel Chaves y José Antonio Griñán", le ha espetado Moreno, que sin nombrarlo ha querido traer a colación el caso ERE.
A su vez, ha defendido que en tres años y medio su gobierno ha hecho más que en 37 años de mandatarios socialistas. La respuesta de Espadas ha sido tajante: "Usted ha perdido los papeles".
La otra gran protagonista de la noche ha sido Macarena Olona, quien ha destacado en primer lugar que es nacida en Alicante, pero con raíces andaluzas y que quiere que su hijo tenga acento andaluz. Con un tono desafiante, ha hecho especial hincapié en los años de corrupción socialista hablando de "burdeles", de "cocaína" y del "fanatismo climático" de la Junta.
Las mayores críticas hacia sus políticas se han producido cuando ha sacado a colación la violencia de género. Olona ha asegurado que si Vox pone un pie en San Telmo cerrará "todos los chiringuitos ideológicos que pintan bancos de colores y semáforos" y acabará con "todas las leyes ideológicas y sectarias" aprobadas en Madrid y en Andalucía.
"Terrorismo machista"
En ese momento ha sido cuando Teresa Rodríguez, quien en todo momento ha querido vender su nacionalismo andaluz, se ha encendido y le ha llegado a definir su partido como "el brazo político del terrorismo machista". Todo ello cuando Olona ha tirado de su lema nacional y ha salido en defensa del hombre. "El hombre no viola, viola un violador" y "el hombre no mata, mata una asesino".
Juan Marín, muy firme, ha defendido la gestión de su partido junto al PP en estos tres años y medio. Ha tuteado a los andaluces, a quienes ha pedido que no frenen lo que funciona, refiriéndose al gobierno de coalición, y diciendo abiertamente que él si quiere gobernar con el PP.
Con Olona sí ha sido más duro Marín, quien también ha hecho de escudo del que ha sido su socio durante estos tres años y medio. Le ha llegado a reprochar que "no tiene ni idea de gobernar" cuando la diputada alicantina le ha echado en cara a ambos que han gobernado "cómodamente el cortijo que dejó el PSOE".
"¿Cómodamente en una comunidad de ocho millones de habitantes mientras se morían miles de andaluces en una pandemia?", ha espetado Marín a la candidata de Vox.
En su turno, Macarena Olona ha vuelto a elevar el tono cuando se ha referido a las políticas de inmigración e inseguridad en las calles, comparando a Andalucía como Saint-Dénis, un lugar donde "las mujeres y los homosexuales no pueden caminar tranquilos por la calle".
Ahí ha sido cuando el tono se ha elevado aún más. Juan Marín le reprochó que las políticas de inmigración son competencia del Gobierno central y no autonómicas y Espadas tildó sus palabras de "xenófobas" y "racistas", al igual que Teresa Rodríguez.
Uno de los momentos más tensos de la noche llegó cuando el líder socialista salió en defensa de los trabajadores de la administración paralela de la Junta. Olona le espetó varias ocasiones: "La banda del Word Perfect", en alusión a su mujer, Carmen Ibanco, investifada por el caso de la fundación Faffe y quien declaró en el Parlamento que había sido contratada tras acreditar que sabía manejar dicho programa informático. Espadas le pidió respeto porque los andaluces "no quieren un espectáculo".
Bajar los impuestos
Durante el primer bloque de economía se habló sobre todo de impuestos. Moreno le reprochó a Espadas que él restauraría el Impuesto de Donaciones y Sucesiones, pero éste se apoyó en la candidata de Por Andalucía para sacar pecho por la gestión del Gobierno central.
Inma Nieto hizo sus cuentas y criticó a Moreno porque con su bajada de impuestos, según ella, no beneficia a la inmensa mayoría con "solo cinco euros" de rebaja. Ambos pusieron el foco en los recortes en sanidad y educación y que en estos tres años Andalucía ha recibido más fondos del Gobierno que nunca. Las izquierdas iban, replicó Nieto en el segundo bloque, a "desmontar el publirreportaje" de Moreno.
La política en clave nacional también se ha colado en el debate. Espadas le ha preguntado al candidato popular si no está de acuerdo con la subida del Salario Mínimo Interprofesional y Moreno le ha reprochado que Pedro Sánchez siga pactando con Bildu para gobernar.
Futuros pactos
Las mayorías absolutas ya quedaron atrás. Todos los saben, incluso Juanma Moreno, cuando algunas encuestas le pronostican que la rozaría. Esa fue otra de las claves del encuentro a seis, los pactos del día después.
En el último bloque Moreno insistió en su objetivo de gobernar en solitario y que el PP sale a ganar, sin embargo Marín fue claro al respecto. Quiere repetir la fórmula de coalición de PP y Cs porque si no ya lo saben, dirigiéndose directamente a los andaluces, "habrá lío, bronca y follón", mirando a Macarena Olona.
Espadas, por su parte, ironizó con la acusación de Juanma Moreno de que los socialistas pactarían con las izquierdas un gobierno Frankenstein de ocho partidos diferentes: "A ver si tanto hablar de Frankenstein y van a formar el gobierno de otra película, El Exorcista".
"La resignación es mala cosa en una campaña electoral", espetó Nieto en su último minuto, mientras que Teresa Rodríguez se envolvió en la bandera andalucista para diferenciarse de los demás.
Olona se ha dejado para el final dar las gracias a los andaluces porque en 2018 consiguieron que llegara el cambio a Andalucía al votar a Vox. "Hemos escuchado a los políticos de siempre con sus recetas de siempre" y no funcionan, a su juicio.
La anécdota más llamativa del debate ha sido cuando Olona ha sacado un libro de texto que en una de sus páginas, según la candidata, enseña a los hijos de cazadores que sus padres son "unos criminales". Se lo ha regalado a Juanma Moreno y él ha aceptado el obsequio y le ha dicho que él necesita que "ella crea en Andalucía de verdad".
La próxima semana habrá un segundo debate, en el que volverán a medirse los seis candidatos y volverán a vender lo que harán si ganan las elecciones. En este primero no ha habido vencedores ni vencidos, aunque Juan Marín ha podido salir reforzado. El próximo será en la televisión pública andaluza que Vox precisamente quiere cerrar.