Los narcos entregaron a la UCO al asesino de Barbate: la presión policial estaba arruinando su negocio
Karim Baqqali, el piloto de la narcolancha que mató a dos guardias civiles, llevaba ocho meses oculto en Marruecos hasta su detención pactada.
20 septiembre, 2024 03:01Una entrega pactada y nocturna la pasada madrugada terminó con los ocho meses de fuga de la justicia de Karim Baqqali, el hombre más buscado por la Guardia Civil, el piloto de la narcolancha que arrolló y mató a los agentes David Pérez Carracedo y Miguel Ángel González Gómez el pasado 9 de febrero en el puerto de Barbate (Cádiz).
La presión policial de la Unidad Central Operativa (UCO), encargada de las pesquisas, ha resultado fundamental para que este marroquí de 32 años haya regresado de Marruecos, donde se ocultó desde poco después de perpetrar el trágico y mortal atropello. Según detallan a EL ESPAÑOL fuentes próximas a la investigación, el narco llegó esta madrugada de su tierra natal, y se entregó a los investigadores en el cuartel del Instituto Armado en Barbate.
La UCO le tenía localizado en la localidad de Dalía, en la región de Tánger, su pueblo natal. Allí, según las mismas fuentes, guardó al principio un perfil bajo, pero no tardó en comenzar a hacer vida absolutamente normal durante estos ocho meses en los que ha permanecido fugado. Fuentes de inteligencia en la zona acreditan a este periódico que le veían "a diario" en las calles de esa localidad, disfrutando de su libertad.
Capturarle era un objetivo prioritario para el Ministerio del Interior desde su huida. La colaboración de Marruecos, destacan los investigadores, ha sido "absoluta" en la operación que ha conducido a su arresto.
La unidad de élite de la Guardia Civil ha sido la parte "negociadora" que ha logrado finalmente poner fin a la huida y que ha torcido el brazo de la organización criminal a la que este individuo pertenece. También era del interés del clan presionar al piloto para que accediera a entregarse, con el fin de rebajar una tensión en el Estrecho que tampoco jugaba en su favor.
Presiones al fugado
Marruecos es un país que casi nunca entrega a sus nacionales a los países que los reclaman por sus crímenes. Uno de muchos ejemplos es el de Abdellah El Haj Sadek El Menbri, conocido como el Messi del Hachís.
La monarquía de Mohamed VI ha desoído las constantes peticiones de los últimos años para extraditar a España a este gran capo, uno de los responsables de que la Península se haya convertido en la puerta de entrada de esa sustancia a Europa.
Sin embargo, el asesinato de los dos guardias civiles de Barbate abrió un horizonte desconocido en un Estrecho de Gibraltar que lleva años sufriendo la actividad de los clanes de la droga. Incluso para lo que se había visto en la zona, los impactantes vídeos de la semirrígida pilotada presuntamente por Karim pasándole por encima a una pequeña zódiac del Instituto Armado, en medio del temporal, supusieron cruzar una línea que nunca antes se había sobrepasado.
Según las mismas fuentes consultadas, la presión de la UCO y de las unidades dedicadas a investigar al narco y de Marruecos al clan del prófugo se ha hecho notar en los últimos meses. Marlaska anunció un notable refuerzo de las comandancias de Andalucía para incrementar la presión sobre el narcotráfico.
Las actuaciones se multiplicaron. Y el nombre del clan al que pertenece el fugitivo salió a la palestra.
El detenido es sobrino de un capo marroquí del hachís asentado en la Costa del Sol que responde al nombre de Abdellah El Merabet. Apodado el Pus Pus, es el gran jefe de una de las principales organizaciones de tráfico de hachís en el Estrecho de Gibraltar, desde Marruecos hasta Europa.
Esta organización, destacan fuentes del antiguo OCON-Sur, el grupo especial creado para combatir el narcotráfico en el Estrecho, cuenta con una numerosa flota de narcolanchas y semirrígidas como la que acabó con la vida de los dos agentes aquella trágica noche de febrero.
Hasta el momento había permanecido en la sombra, en un discreto segundo plano. La fuga de su familiar directo le sacó de la cómoda situación de la que gozaba en el anonimato.
Hace unas semanas, La Voz de Cádiz publicó una imagen de este individuo disfrutando de un día de barco con sus amigos en el litoral entre Tánger y Ceuta. Era para muchos la gota que colmaba el vaso.
Tanto que Karim incluso llegó a recibir claras amenazas de otros colegas dedicados a este turbio negocio. Incluso fue presionado intensamente por su propio clan para que se entregase. Fuentes del Instituto Armado conocedores de los antecedentes de este individuo destacan que esas advertencias no han debido resultar menores. Karim es un tipo de carácter muy agresivo. "Por lo tanto", dicen, "ha tenido que haber una presión muy fuerte sobre él para que decidiera volver a España".
El más buscado
Karim pasará este viernes a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate. Mientras, la UCO ha solicitado al juez que dirige la investigación la emisión de tres órdenes internacionales de detención contra los otros tres ocupantes de la narcolancha, ya que también tienen el convencimiento de que también se fugaron de España desde fechas cercanas a los hechos.
La investigación dio un vuelco total el pasado mes de mayo, tras el informe de los investigadores en el que por primera vez reconocían que Kiko El Cabra y el resto de los detenidos en primera instancia no mataron a los guardias arrollándolos con su narcolancha, puesto que no iban a bordo de la embarcación que acabó con la vida de los agentes.
Con la información obtenida en los volcados de los terminales de los detenidos, los investigadores localizaron una grabación de vídeo de tres minutos y 33 segundos. En ella se apreciaba el ataque mortal y las embestidas de la semirrígida pilotada por Karim El Baqqali. Esa grabación fue registrada desde la lancha de El Cabra.
"Este vídeo recoge la secuencia de movimientos efectuados por una narcolancha diferente a la que se encuentra José Antonio González Cazorla (El Cabra) antes, durante y después de llevar a cabo la fatal agresión, la cual quedó filmada en el vídeo grabado por el usuario del terminal analizado", señalaba la UCO.
Se perdieron tres meses preciosos, pero los indicios de los que disponían los investigadores, así como los testimonios de los encarcelados hasta el momento, resultaron fundamentales. Fueron los detenidos de forma fallida en primera instancia los que apuntaron por primera vez a este individuo en sus declaraciones. La Guardia Civil comprobaría después la veracidad de ese testimonio.
También fueron ellos los que pusieron al juez sobre la pista de una embarcación incautada en Huelva que podría ser la que pilotaba el narco marroquí la noche de la tragedia. Tal y como adelantó este periódico, esta embarcación presentaba idénticas características a la que aquella noche mató a los agentes. Al conocer este hecho, las defensas de Kiko El Cabra y el resto de los detenidos como presuntos autores del crimen pidieron que "se cotejase esta lancha".
Ahora la Guardia Civil, tras analizarla, también cree que es la embarcación pilotada aquella trágica noche de febrero por Karim.