En las próximas elecciones catalanas del 12 de mayo, veremos caras familiares como las de Carles Puigdemont, Pere Aragonés y Salvador Illa, junto con nuevos aspirantes que buscan hacerse un hueco en los 135 escaños del Parlament.
Entre esos nuevos aspirantes se encuentra Sílvia Orriols i Serra, quien fundó Aliança Catalana. Esta agrupación, creada por la actual alcaldesa de Ripoll en 2020, se proyecta a obtener entre dos y cuatro escaños según diversas encuestas.
Su ascenso ha sido vertiginoso. En 2019, fue candidata al ayuntamiento por el Front Nacional de Catalunya, obteniendo 508 votos y asegurando un puesto en la oposición. Cuatro años después, liderando Aliança Catalana, superó todas las expectativas al convertirse en la fuerza más votada con casi un tercio del total de votos.
¿A qué se dedicaba antes de ser alcaldesa?
La presidenta del partido político de extrema derecha, y que abandera un duro discurso contra la inmigración, nació en Vic en 1984. De joven, estudio Biblioteconomía y Documentación por la Universidad de su ciudad natal, consiguiendo una diplomatura.
Según aparece en el currículum que aparece en el consistorio del que es regidora, fue “camarera, tendera y peón en la línea de producción de diferentes empresas privadas hasta 2006”. Luego trabajó como administrativa en una empresa privada hasta que agarró el bastón de mando del consistorio.
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Entre sus aficiones, y por denominarlo de alguna manera, está la pertenencia a la Colla gegantera de Ripoll.
Respecto a su carrera política, comenzó muy joven, con sólo 20 años. Por aquel entonces entró a formar parte de Estat Català, con los que formó parte de las listas de las elecciones europeas de 2004. No fue su primera experiencia ya que, mientras trabajaba y estudiaba, militó en L'Intransigent de Catalunya (que, entre otras movilizaciones, retiraban placas en castellano de las calles de Ripoll) o Jovent Republicà.
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Fue una de las tantas personas que, en 2017, y después del referéndum ilegal del 1-O, se manifestó en contra de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Y, en 2020, fundó Aliança Catalana.
Si hay una seña de identidad que la define esa no es otra que su independentismo y su deseo de regular la inmigración. Su partido considera que la inmigración es una invasión, de ahí sus posiciones antisalafistas e islamófobas.