El presidente del Gobierno, en una imagen difundida por su equipo, haciendo ejercicio en Moncloa.
Pedro Sánchez, como en la pandemia: sólo sale de Moncloa para correr y da días libres a sus escoltas
El presidente canceló su agenda y se ha encerrado con su familia en el complejo. Sólo recibe visitas de "algunos ministros".
27 abril, 2024 02:23Dijo que necesitaba unos días para reflexionar en soledad sobre su futuro, sobre si dimitir o permanecer en el cargo, y eso está haciendo. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lleva desde el pasado miércoles al mediodía recluido en el interior del Palacio de la Moncloa junto a su mujer, Begoña Gómez, y sus hijas, sin salir del recinto presidencial nada más que parar hacer ejercicio y correr por los jardines.
Según cuentan a EL ESPAÑOL fuentes conocedoras de la seguridad del líder socialista, al cancelar su agenda y guarecerse en Moncloa, el equipo de Sánchez ha dado días libres a buena parte de sus escoltas. El mismo protocolo que la seguridad del complejo aplicó durante la pandemia de Covid-19. Y en ua situación casi tan marciana como aquella.
Sánchez está aprovechando estos días para "desconectar", aunque sigue trabajando en la planta baja del edificio principal, al que llegó hace casi seis años, en julio de 2018. Sin embargo, estos días sólo ha salido él al exterior. Ni a Begoña Gómez ni a sus dos hijas se las ha visto salir.
Así están pasando las horas cruciales en las que España aguarda en vilo la decisión más impredecible e insólita que el presidente del Gobierno ha tomado en toda su carrera política.
En Moncloa, eso sí, está habiendo cierto trasiego. Las fuentes consultadas señalan que han ido a verle "algunos ministros", entre ellos Félix Bolaños. Es cierto que el ministro de Presidencia y Justicia dispone de un despacho en el complejo presidencial debido a su cartera, por lo que han podido verse o no.
La decisión
Lo cierto es que nadie sabe a ciencia cierta cuál será la decisión de Sánchez a 48 horas del desenlace. No está siendo ajeno a la movilización de la militancia, que hoy acudirá en gran número a Ferraz a mostrarle su apoyo, pues está atendiendo llamadas de teléfono y mensajes de móvil, aunque, aseguran en su entorno, con pocas palabras.
Si algo ha dejado Sánchez claro su trayectoria política es que sus aparentes volantazos y giros de guion se sabe cómo empiezan pero nunca cómo terminan.
Detrás de esta última determinación de Sánchez hay muy pocas certezas. La primera, como ya desveló EL ESPAÑOL, es que podía haber ido a más y que el presidente estaba dispuesto a dimitir el propio miércoles, tal y como se lo trasladó a alguno de sus colaboradores durante el día. Cambió de opinión y, a lo largo de la tarde, ideó la voladura controlada de la carta junto a su gabinete más cercano.
Al mismo tiempo, ministros y dirigentes del PSOE, así como algunos miembros de su equipo, asumen ya en privado su pesimismo sobre la continuidad de Sánchez en la Presidencia del Gobierno. Creen que, a la espera de lo que pueda ocurrir de aquí al lunes, su decisión puede ser la de dimitir.
Por eso algunos han ido a verle, y en general se ha intensificado la presión sobre él con la confianza de poder lograr que dé marcha atrás a lo que consideran una decisión tomada.
En un primer momento se especuló con que Pedro, Begoña y sus hijas abandonarían Madrid para retirarse a un lugar más apartado. Pero finalmente ha sido la Moncloa el lugar elegido para decidir el camino que seguirá a partir del lunes.
