Greenpeace vuelca un coche en la Puerta del Sol en protesta por el clima y detienen a varios activistas
Los manifestantes pretendían reflejar los efectos de un "desastre climático" para denunciar que los combustibles fósiles destruyen la tierra.
29 noviembre, 2023 10:59Una nube de personas apuntaba con el móvil en la Puerta del Sol. Turistas, gente en general, diputados yendo a la apertura de las Cortes. En el centro, de la plaza, la Policía Nacional detenía a varios activistas del Greenpeace que se habían ‘encadenado’ a un coche que ellos mismos habían volcado.
“¿Cómo es posible volcar un coche en mitad de la Puerta del Sol?”, se preguntaban muchos de quienes se daban codazos para captar el momento con su teléfono. También han acudido los bomberos para deslindar a los activistas del material al que se habían adherido. Porque, además del coche, la escenografía incluía otro tipo de objetos.
El motivo de la protesta, según los propios organizadores, era simular “un desastre climático”. Habían colocado esta madrugada en la Puerta del Sol distintos objetos que simulaban el arrastre de la última DANA. Los miembros del Greenpeace iban vestidos con monos blancos y unas letras negras a la espalda trazadas con espray, que indicaban el nombre de la organización.
[Apertura de las Cortes Generales de la XV Legislatura presidida por el Rey, en directo]
Denunciaban, entre otras cosas, el uso de combustibles fósiles. Había barro, rastrojos, trozos de árboles, sillas y un largo listado de etcéteras que, entre policía y bomberos han ido desalojando. La Puerta del Sol ha amanecido así este miércoles mientras, a muy pocos metros, las fuerzas de seguridad levantaban el perímetro que ya blinda el Congreso con motivo de la visita de los Reyes al Parlamento.
El objetivo, no obstante, no consistía en presionar al poder legislativo reunido a un par de calles, sino en llamar la atención de la Cumbre del Clima Cop28 que tiene lugar muchísimo más lejos, en Dubai. “Los gobiernos deben acordar el fin del uso del petróleo, el gas y el carbón”, sostiene Greenpeace.
El objetivo de la protesta no se ha visto cumplido, por lo menos entre la mayoría de presentes, que seguían preguntándose: “Pero, con la seguridad que hay aquí, ¡cómo cojones han metido un coche y lo han volcado!”. Los curiosos estaban más centrados en observar las detenciones –se los llevaban con las manos a la espalda– que la crisis climática del planeta.
No ha sido fácil para los bomberos separar a los activistas de los objetos que habían llevado a la plaza. Uno de ellos, por ejemplo, había metido los dos brazos en una especie de tubo metálico. Han tardado varios minutos en liberar a ese hombre para ponerlo en manos de la policía.