Con “¡Bienvenidos seáis, familia Sánchez!” termina uno de los artículos del digital marroquí Rue20, quien descubrió la visita de Pedro Sánchez a Marruecos el martes desde Lanzarote.
Tan pronto aterrizó en Marrakech, este diario cercano a la policía marroquí comenzó a difundir imágenes y vídeos del presidente haciendo turismo con su familia en la plaza Jemaa el-Fna. Además, el jueves continuaron sus vacaciones en Tánger, Chefchaouen y Tetuán.
En el país vecino se hace una lectura del viaje como “simbólico”. Un “capítulo importante en las relaciones bilaterales”, recogen varios medios magrebíes, que consideran que detrás se esconde un “mensaje político”.
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Estos días de vacaciones en Marrakech y Tánger se entienden como una consolidación de la asociación que anunció el rey Mohamed VI en marzo de 2022, tras el giro de Pedro Sánchez respecto al Sáhara Occidental. “Esta elección estratégica lleva un mensaje claro y contundente, reafirmando la importancia de las relaciones bilaterales entre España y Marruecos, especialmente tras los comicios del pasado 23 de julio y el reconocimiento por parte de Sánchez de la soberanía marroquí sobre el Sáhara marroquí”, recoge Rue20.
Efectivamente, se interpreta como un paso más allá en el reconocimiento del plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental. “El histórico reconocimiento de la marroquinidad del Sáhara ha dejado una marca indeleble en la política española y en las relaciones internacionales en la región”, publica el este diario.
En el mismo sentido, el representante del Frente Polisario en España, Abdullah Arabi, aseguró en un comunicado que el viaje de Sánchez reflejaba un “apoyo incuestionable de España” a Rabat, pero también a lo que describió como “violaciones sistemáticas e impunes de los derechos humanos” en el Sáhara Occidental.
Con esta acción, España ve a Marruecos como un país “amigo, aliado y socio” y la visita se interpreta “como un gesto de apoyo y compromiso hacia Marruecos en momentos de incertidumbre política en la región”.
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Igualmente, se cree que “está enviando un mensaje claro a la ultraderecha española y a Argelia sobre el fortalecimiento de los lazos con Marruecos”.
Respecto a que el presidente viajase en un vuelo comercial pagado por él mismo, se considera que “no es solo un acto político, sino también un gesto personal del presidente Sánchez y su familia”.
Por su parte, el digital Le360, cercano a Palacio, destaca que “Sánchez ha obtenido una fuerza considerable” en las elecciones del 23-J y que “casi seguro que será reelegido como jefe del ejecutivo”.
Lo califica de “invitado sin igual” por delante de otros visitantes como la princesa Hassa, hija del rey Salmane de Arabia Saudí, que se encuentra en Tánger desde el 31 de julio; o la presentadora estadounidense Oprah Winfrey, que pasó dos días de vacaciones en Marrakech en julio.
No son las primeras vacaciones de un presidente español en Marruecos. Antes que Sánchez, José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González disfrutaron de periodos de descanso en el norte del país. Incluso en el mismo alojamiento, el hotel Le Mirage, donde también se hospeda habitualmente el socialista José Bono.
En 2011, Zapatero pasó la Nochevieja con su familia en Tánger, acompañado de la entonces ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez. No obstante, desde Zapatero en 2012, ningún presidente del gobierno español ha realizado una visita privada al país magrebí.
A pesar de la insistencia en que este viaje se circunscribe completamente al ámbito privado, este digital destaca que “implica una importante dimensión política que va más allá del ámbito privado”.