Los chamanes de la secta obligaban a las víctimas a consumir de drogas, mezcal y sustancias alucinógenas para luego practicar desnudos colectivos o talleres relacionados con los chakras y terapias sexuales. A veces estos actos se realizaban en contra de la voluntad de los afectados, ya que conseguían anular su voluntad. Esos rituales sexuales eran, en ocasiones, filmados por los líderes de este grupo.
Es lo que pasaba desde hace años en Castellón, en los últimos tiempos el interior de un chalet de la localidad de Pobla Tornessa (Castellón). Allí ha sido desarticulada la secta "La Familia del Alma". Una operación de la Guardia Civil ha logrado el arresto de tres personas que integraban la cúpula de este clan, acumulando ya más de un centenar de víctimas a las que habían anulado su voluntad.
Es la llamada 'Operación Avicena', el médico y filósofo árabe del medievo. Entre los arrestados se encuentran los cabecillas, quienes se hacían llamar maestra, y su marido. Ofrecían terapias en las que realizaban rituales chamánicos con consumo de drogas que anulaban la voluntad de las víctimas.
A los detenidos se les atribuyen los presuntos delitos de asociación ilícita, intrusismo laboral, contra la salud pública, agresión sexual y revelación de secretos, entre otros. Entre los detenidos se encuentra la maestra de la secta y su marido.
[Los últimos días en prisión del tío Toni, el gurú de la secta sexual hallado muerto en su celda]
Los agentes han desarticulado una secta destructiva del tipo conocido como secta psicoterapéutica, la cual se ocultaba como un grupo de psicoterapia convencional. Su líder se había denominado a sí misma como maestra y afirmaba tener la verdad absoluta.
Los agentes comenzaron la investigación tras recibir la denuncia de los padres de dos de las víctimas, informando sobre la existencia de un grupo de perjudicados que habían conseguido salir de la secta y que también estaban dispuestos a denunciar los hechos sufridos.
"La Familia del Alma"
El líder del clan se presentaba ante sus supuestos clientes y seguidores como la única persona que podía ayudarles a solucionar sus problemas. Los líderes del supuesto culto llevaban años realizando esta actividad. Sus seguidores acudían con frecuencia a las terapias o rituales chamánicos desde diversos puntos de toda la geografía española.
Los investigadores han sido agentes del Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Tarragona, de la Jefatura de Información (UCE-3) y de la Comandancia de la Guardia Civil de Castellón. Tal y como pudieron averiguar, resultaba habitual la práctica de rituales chamánicos con sustancias destinadas a anular la voluntad de las víctimas para luego cometer sobre ellas diversas agresiones sexuales.
[Los audios de Lama Losel a los fieles de su secta: “Dios quiere penetrarte entera”]
A veces estos actos se realizaban en contra de la voluntad de las víctimas tras anular su voluntad. Muchas veces se grababa todo en vídeo. En el chalet donde se producían los hechos habrían sucedido, según la Guardia Civil, varios abusos sexuales. Las sesiones y rituales debían ser celebrados cuándo y cómo la maestra establecía.
Para conseguir sus objetivos, amenazaba a las víctimas con sufrir castigos, humillaciones e incluso con ser repudiados cuando ya existía una dependencia emocional del resto de miembros.
Modo de captación
Todas las víctimas habían sido captadas a través de personas de confianza de los líderes de la organización, siendo el objetivo prioritario jóvenes en situación de vulnerabilidad emocional y en búsqueda de soluciones a sus problemas.
Las edades de captación e iniciación en las terapias oscilaban alrededor de los 20 años de edad en la mayoría de los casos, todas con un bajo estado anímico por problemas personales o emocionales. Algunas de ellas han estado inmersas en el colectivo durante más de 15 años. Los investigadores detectaron incluso que algunos habían entrado en la secta cuando todavía eran menores de edad.
La situación de las víctimas facilitaba a la maestra su manipulación mediante el uso de diferentes técnicas de control, persuasión, dependencia emocional y separación afectiva de su entorno más cercano con el objeto de ser separados de ellos e integrados en la ‘Familia del Alma’.
[El harén de Paco, contado por una víctima: la Costa del Sol, el paraíso para las sectas en España]
La líder impartía las terapias a los afectados a cambio de abonar elevadas cantidades de dinero, y según aumentaba la fidelidad y dependencia emocional de las víctimas, aumentaba el precio de dichas terapias. Los pagos se realizaban mediante métodos de pago que permitieran ocultar la detección de estas actividades a las autoridades.
Las personas afectadas están ubicadas mayoritariamente en las provincias de Tarragona, Castellón y Barcelona y rondarían el centenar en base a las que han presentado denuncia y otras que ya han podido ser plenamente identificadas a lo largo del prolongado periodo de actividad de este grupo.
"El Círculo"
Los responsables de la secta llegaban a realizar pruebas de confianza a los adeptos más devotos donde se les exigió el pago de más de 10.000 euros bajo la promesa de acceder al círculo más cercano de la maestra. Si se negaban, se les amenazaba con ser repudiados por el resto de personas del único lugar del que ahora formaban parte tras su separación del resto de su entorno social.
Asimismo también existía un grupo más exclusivo y con una mayor relevancia en la jerarquía de la secta conocido como "el Círculo" o "los Veteranos". Este lo formaban varias personas, algunas de las cuales llevarían más de 15 años inmersas en ese colectivo, y sobre a los que a su vez se desvelaban intimidades y datos personales del resto de miembros para que pudieran ejercer influencia sobre ellos.
En el registro practicado en el chalet donde se realizaban las sesiones grupales y las de supuesta psicoterapia, se ha hallado una importante cantidad de dinero en efectivo, repartido en sobres con anotaciones de los nombres de las supuestas víctimas; listados de pagos por sesiones realizadas.
Los guardias también encontraron sustancias psicotrópicas empleadas para llevar a cabo los diferentes rituales y cuya finalidad era provocar en las víctimas un estado de alucinación, enajenación mental y una total pérdida de la voluntad; y una gran cantidad de agendas y anotaciones correspondientes a la vida y datos íntimos y personales de individuos que pudieran ser víctimas del entramado sectario.
La investigación ha sido dirigida por Juzgado de Instrucción 3 de Castellón, a cuya disposición han sido puestos los tres detenidos, así como todo el material y evidencias halladas durante el registro.