La mujer del guardia civil al que mataron y que no puede contener las lágrimas cuando le recuerda. El agente al que le embistieron con un coche en plena fuga y le aplastaron las piernas. El policía que perdió un ojo de una puñalada en la cara...
La uniformada a la que un maleante desfiguró la cara a puñetazos tras llamarla "puta" y "guarra". El agente que esta semana se ha salvado de milagro en Madrid tras una puñalada con una navaja de 25 centímetros. Los compañeros que irán a juicio porque tuvieron que abatir al hombre que se abalanzaba sobre ellos con un cuchillo...
Son solo algunos ejemplos de lo que viven, cada día más, los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en las calles de todo el país. Son las historias personales de agentes que han vivido ataques en sus propias carnes.
Ahora, un documental que se emite desde esta semana en Amazon Prime les pone cara. Se titula ¿Quién nos protege? Por primera vez en España, recoge testimonios de policías y guardias civiles heridos en acto de servicio, que narran desde un plano humano y directo las consecuencias que han sufrido en su carrera y en su vida como víctimas de la violencia en diferentes intervenciones policiales.
Peor cifra en 15 años
Este documental surge de una iniciativa de la Confederación Española de Policía (CEP), uno de los principales sindicatos policiales del país. Según datos que ha podido conocer EL ESPAÑOL, en 2022 se registró la cifra más alta de delitos de atentado contra agente de la autoridad de los últimos quince años. Hasta 12.843 policías y guardias civiles fueron víctimas de un delito de atentado en esos 12 meses.
[Los delitos por agredir a policías y funcionarios crecen un 20%: en 2021 hubo 14.660 condenas]
La cifra supone más de 1.000 agresiones al mes. El dato, sumado a las agresiones a los trabajadores de las prisiones -también en aumento-, refleja la magnitud del problema.
De cada diez delitos de atentado a la autoridad que se contabilizan, siete lo son contra policías nacionales. La cifra de sentencias condenatorias por atentado en 2021 fue la más alta en 15 años, con 7.257 resoluciones judiciales. Esto supuso un 36,15% más de condenas que el año anterior.
Arma reglamentaria
La mayoría de casos que se recogen en el documental detallan ataques a policías o guardias civiles que no usan o no tienen tiempo de emplear su arma reglamentaria, dada la violencia de sus agresores.
Son un total de ocho testimonios reales. Una de las víctimas, Estefanía, es una policía nacional que relata la ilusión con la que entró en el cuerpo, y lo que le pasó con un detenido cuando le ordenó que le obedeciera para cambiarle de calabozo en la comisaría.
"Me empezó a decir: 'Hija de puta, a mí una mujer no me da órdenes, me pagan por follarme putas como tú". Entonces, el detenido se levantó le pegó un puñetazo. La agente cayó al suelo y perdió el conocimiento. El delincuente se echó sobre ella y comenzó a golpearle. "Empiezo a notar que tenía la cara muy hinchada, muy inflamada".
El cirujano que le atendió le dijo que tenía la mandíbula partida por tres sitios. Tuvieron que operarla y luego pasó 3 meses sin comer ni masticar. La policía no es capaz de contener las lágrimas al recordarlo.
Otro de los protagonistas es otra mujer, que habla rota de dolor, cuyo marido falleció en acto de servicio a causa de una de estas agresiones. "La primera reacción era negarlo. No podía ser. Grité y lloré, y en ese momento me fui a la habitación con una sola idea: irme a su mesita de noche, coger su pistola pensando que estaba allí y quitarme de en medio".
Los hechos sucedieron en el año 2009 en Madrid. El agente atendía un accidente en la A-6 cuando fue arrollado por una mujer que iba bajo los efectos de sustancias estupefacientes. Circulaba sin seguro. Como no tenía antecedentes no pasó ni un solo día en prisión: "Me han quitado a mi marido y no pasa nada".
En total, son seis policías un policía local y la viuda de un guardia civil los protagonistas que dan su testimonio en el documental. Dos de ellos estuvieron un año imputados tras abatir a un agresor machista que trató de matarles con un cuchillo cuando entraron en la casa en la que estaba agrediendo a su pareja. Ahora siguen patrullando el mismo distrito.
El hijo de la viuda del guardia civil prepara las oposiciones para convertirse en agente como su padre. Otro policía quedó incapacitado de por vida. A Estefanía solo le pueden dar un puesto adaptado y los médicos le han recomendado la jubilación anticipada. Y así todos los agentes que dan la cara en la grabación.