Se libró de la mili porque no ve casi nada con el ojo derecho, pero posiblemente sea el barón de la izquierda que está más a la derecha. A Emiliano García-Page (Toledo, 1968) muchos le consideran el líder del otro PSOE, el tradicional, el antagónico a Pedro Sánchez. Licenciado en Derecho, nunca ejerció como abogado porque se afilió al partido con 18 años y solo uno más tarde ya era concejal. Después diputado regional, alcalde de Toledo, senador y consejero del Gobierno autonómico con José Bono, su mentor político y todavía referente. Padre de dos hijos y separado desde 2020 —annus horribilis para él a consecuencia de una pandemia que le quitó a su madre y le obligó a medicarse contra la ansiedad y el insomnio—, el próximo 28-M opta a su tercer mandato consecutivo al frente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para seguir gobernando "contra nadie", fortaleciendo los servicios públicos "sin recortes" y aportando "estabilidad". Lo hace bajo las siglas socialistas, pero con una marca propia y reconocida con la que a lo largo de los años ha tratado de mimetizarse al máximo con la sociedad castellano-manchega.
Creyente no practicante, amante de los toros, defensor de la caza y feroz contra el independentismo, en sus mítines la bandera de España ondea con el mismo protagonismo que la regional. "No queremos ser más que nadie, pero tampoco somos menos que nadie", repite como un mantra a sus seguidores, que cada vez que le piden un selfi se llevan un achuchón y uno de los famosos cachetes presidenciales en la cara. El 28 de mayo será la segunda vez que García-Page se enfrente a Paco Núñez (Almansa, 1982) en unas elecciones autonómicas, después una victoria incontestable por mayoría absoluta de los socialistas en 2019. En aquella fecha, el candidato del PP acababa de ser bendecido por María Dolores de Cospedal como sucesor y, primarias mediante, llevaba solo unos meses al frente del partido en Castilla-La Mancha. Pese a que había sido alcalde de su pueblo y presidente de la Diputación de Albacete —el más joven en ponerse al frente de una de ellas después de Mariano Rajoy—, muchos castellano-manchegos ni siquiera le conocían.
Ahora, cuatro años más tarde y habiéndose recorrido la comunidad de cabo a rabo, su grado de conocimiento se asemeja al de su rival y las encuestas dicen que está en disposición de pelear por arrebatarle el poder, más aún con la certeza de que Vox entrará por primera vez en el Parlamento autonómico. Estudió Ciencias Políticas y fue compañero de Pablo Casado en un colegio mayor de Madrid, tiene tres hijos y presume de saber lo que es sacar adelante un negocio familiar después de haber ayudado desde que era un adolescente detrás de la barra del bar de sus padres. En la "Paconeta", como se conoce al autobús que utiliza el PP castellano-manchego durante la campaña electoral, su imagen aparece junto a la de Feijóo, Ayuso y Moreno Bonilla. No es casual: a Castilla-La Mancha le propone un "cambio tranquilo" para modernizarse, crecer y atraer empresas bajando impuestos, siguiendo la estela de la Comunidad de Madrid y Andalucía.
Población: 2.058.049 habitantes (dato del INE correspondiente al 1 de julio de 2022).
Renta bruta media: 23.462 euros (dato de 2020 facilitado por la Agencia Tributaria).