Valencia

La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, tildó este sábado de "engaño" el planteamiento de la Junta de Andalucía sobre la agricultura de regadío de Doñana donde, según aseveró, "no puede haber más agua" porque "ya está toda comprometida".

Ribera se manifestó en estos términos en declaraciones a los medios de comunicación antes de su intervención en la primera jornada de la Conferencia Municipal del PSOE, que se celebra en Valencia y que clausurará el domingo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Preguntada sobre la postura de algunos alcaldes socialistas a favor de los agricultores y del plan de la Junta que el Gobierno rechaza, defendió que la situación es "enormemente engañosa por parte de la Junta".

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"Por una parte, están los agricultores que cuentan con derechos, que exportan, y que sienten que la Junta los ha abandonado y necesitan que haya alguien que defienda la necesidad de no poner en riesgo esos cultivos", indicó.

A su vez, añadió, están "todas las otras personas que son las que han sido utilizadas por la Junta de Andalucía, que dice que sus medidas tienen vocación social, pero que nunca han ofrecido ninguna solución".

"Si de verdad estuvieran preocupadas por estas personas, de lo que de verdad estaríamos hablando es de qué alternativas de diversificación económica viables en el corto, largo y medio plazo quiere respaldar la Junta", consideró la ministra.

Según Ribera, la Junta "cuenta con recursos". "Desde el Ministerio hemos transferido a la Junta 5 millones de euros para actividades en las zonas de influencia del parque nacional que podrían servir para esto", destacó.

"En segundo lugar, porque la Junta de Andalucía podía determinar qué medidas de diversificación económica, políticas medioambientales y sociales quiere que se prioricen con arreglo a la dotación que recibe de la PAC", agregó al respecto.

"Utilizar el miedo"

Según la ministra socialista, "se intenta utilizar el miedo, la preocupación sin alternativas, ofreciendo algo que en realidad no es una alternativa, sino un gran engaño".

"No puede haber más agua, salvo que se detraiga del agua que en estos momentos está incluida en el Plan Hidrológico del Guadalquivir para ejecutar la sentencia a la que hemos sido condenados y para poder reducir las presiones de los acuíferos de Doñana", aseguró la dirigente.

Por eso, agregó, el Gobierno ha cerrado 500 pozos para poder reducir las presiones sobre el acuífero, y contempla a su vez el cierre de otros 400 "para poder cumplir con el compromiso que vigila de cerca la Comisión Europea".

"Toda el agua del futuro está ya comprometida, no sé de qué está hablando la gente", lamentó Ribera, que agregó que no sabe si los alcaldes "se manifiestan a favor de la Junta o a favor de encontrar salidas para sus vecinos", cosa que consideró "absolutamente normal".

"Para encontrar salidas para sus vecinos nos tienen a nosotros también, para dejarse engañar no", zanjó la titular de Transición Ecológica.