Erick de Ventura Pacheco, también conocido como Perú, llevaba casi una década en busca y captura. A sus 37 años, era uno de los fugitivos más buscados por las autoridades nacionales.
En diciembre de 2014, cuando la Audiencia Nacional juzgó a su jefe, Ángel Suárez Flores, "Cásper", el líder de la organización criminal más peligrosa de las últimas décadas en España, Perú debía estar sentado a su lado en el banquillo en calidad de su lugarteniente. Nada se sabía de él desde entonces.
Pero ahora, tras años de largas pesquisas, una elaborada operación del Grupo de Fugitivos de la Policía Nacional ha terminado por arrestar a uno de los hombres más buscados tanto en España como a nivel internacional. Ventura ha sido detenido en la provincia de Toledo siendo uno de los Europe’s Most Wanted Fugitives de Europol en busca desde 2014.
Tenía en vigor una reclamación judicial emitida por la Audiencia Nacional por delitos de torturas, secuestro, tenencia ilícita de armas de fuego y municiones, amenazas, lesiones y delitos contra la salud pública. Según ha podido conocer EL ESPAÑOL, Ventura Pacheco era uno de los escuderos de la banda de Cásper, el clan de delincuentes más peligroso que ha habido en los últimos años en todo el país.
La búsqueda
En los últimos años, en consideración a la importancia del objetivo, se realizaron intensas gestiones para su localización que no dieron resultado debido a su habilidad para no dejar rastro de indicio alguno de su ubicación. Esta propició que se incluyera la imagen del fugitivo en campañas de colaboración ciudadana, de cara a intentar recibir informaciones anónimas conducentes a su localización.
Teniendo en cuenta el perfil del fugitivo se decidió su inclusión en la campaña de difusión pública Europe’s Most Wanted, desarrollada por Europol y la red ENFAST, que en el pasado año 2022 iba enfocada a la localización de miembros de organizaciones criminales huidos.
A raíz de esta publicación se recibieron numerosas informaciones y pistas anónimas que fueron comprobadas y descartadas por investigadores. No obstante, a finales de año se recibió un nuevo dato que apuntaba a que el fugitivo podría encontrarse residiendo en una localidad de la provincia de Toledo.
Tras la realización de gestiones indagatorias y comprobaciones operativas, los agentes lograron situar el domicilio donde podría residir junto a otros varones con los que guardaba cierto parecido. Perú nunca salía al exterior. Es por ello que el dispositivo de vigilancia y seguimiento se mantuvo en el tiempo durante días.
No fue hasta el pasado día 9 de enero cuando se observó cómo salía de la vivienda una persona ocultando su rostro con gorro y gafas negras.
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Se procedió a su seguimiento durante un tiempo hasta que en una zona alejada entró en una tienda de comestibles y los agentes tuvieron la posibilidad de verle a la cara. Aunque debido al paso de los años y el cambio radical de aspecto era casi irreconocible, fue posible confirmar su identidad gracias a un hoyuelo en el orificio derecho de la nariz, así como un lunar en la mitad de la mejilla derecha.
En ese instante se procedió a su detención. El fugitivo no opuso resistencia.
Condena
Su jefe fue condenado en 2016 por el Tribunal Supremo a 89 años de cárcel por delitos de torturas, amenazas, lesiones, tráfico de drogas, detención ilegal y tenencia ilícita de armas.
Entre otros hechos, se le consideró culpable de apoderarse de cargamentos de droga de otros narcotraficantes mediante métodos violentos y, en ocasiones, haciéndose pasar por agentes de la Guardia Civil. La sentencia condenó a otras 15 personas a penas de entre 1 y 43 años de prisión.
Perú se salvó de aquel macrojuicio. A día de hoy, a sus 36 años, continuaba siendo uno de los hombres más buscados del mundo. A día de hoy es sospechoso de al menos 36 delitos entre los cuales figurarían narcotráfico, detención ilegal, tortura, amenaza, secuestro y similares.