Una calma extraña recorre el contingente de la OTAN desplegado en el eje que va desde Letonia, en el mar Báltico, hasta Rumanía, en el mar Negro. Son unas Navidades distintas. Diez meses después de la invasión de Ucrania un millar de soldados españoles pasarán estas fechas atentos a los movimientos que se realizan al otro lado de la frontera.
Uno de cada tres soldados destinados ahora fuera de España se encuentra en países que limitan con la Rusia de Vladímir Putin. Son 3.000 los que están lejos de casa y pasarán las fiestas lejos de los suyos.
Uno de esos hombres es el teniente coronel Roberto Aranda Gil, jefe de las tropas españolas en Letonia. Tiene más de 600 soldados bajo su mando. A sus 47 años ha pasado por nueve misiones internacionales. Cuando le enviaron a esta, hacía cinco meses que había estallado la guerra.
No se advierte en el horizonte que la tensión vaya a disminuir en los próximos meses. Y con eso tienen que vivir sus hombres. "Es verdad que este año nos toca pasar la Navidad fuera de casa, con la familia militar, pero como otras tantas veces, pero le puedo asegurar que está siendo una gran satisfacción profesional", señala a EL ESPAÑOL.
La misión que tienen encomendada también le estimula como reto. Consiste en "desplegar, integrar y sostener una fuerza mecanizada y acorazada dentro de la Presencia Avanzada de la OTAN, para contribuir a la disuasión de la Alianza y, en su caso, a la defensa y protección de Letonia o de cualquier otro país báltico o Polonia, que expresamente se ordene".
"Nos encontramos para defender los mismos valores que nuestra Constitución, y nuestros principios morales nos llevan a defender nuestra Patria", continúa. A su juicio, la sociedad debe entender que las fronteras no tienen nada que ver con la Geografía: "Las fronteras las marcan nuestros compromisos internacionales y nuestros valores. Y por eso estamos desplegados aquí, para garantizar la paz y seguridad de Europa, y con ello la de España y de nuestras familias. Por eso compensa cualquier sacrificio".
Así pasarán las fiestas. Con nieve y con frío. Estos días han estado organizando las cenas navideñas del Nochebuena y Nochevieja en la base. El menú será letón, pero lo acompañarán de algunos productos adquiridos en España y de otros que les han enviado los mandos.
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Las tropas españolas llegaron a Letonia a mediados de julio de este año. Llevan ya cinco meses de los seis que tienen que cumplir. "Dentro de nuestras posibilidades, y con las limitaciones propias de seguridad, trataremos de pasar estas veladas de la mejor manera posible. Es una experiencia gratificante".
"Clima extremo"
La soldado Aroa Valverde Bejarano, destinada en una de las unidades de Artillería de Campaña, es conductora del obús ATP M109. Lleva quince años en este puesto en las Fuerzas Armadas. Es la primera vez que ejerce su cometido en una situación de operación real. Pese a todo, incluido el frío del Báltico, valora también la experiencia de una forma positiva.
"Me está aportando mucho a nivel personal y profesional. Trabajar en este ambiente internacional y en un clima tan extremo está suponiendo un reto para mí, pero estoy contenta de saberlo afrontar", celebra.
Las fiestas lejos del hogar la conducen a la nostalgia. "Estar alejada de la familia hace que tenga sentimientos encontrados. Tengo muchas ganas de volver a casa con los míos. Pero me encuentro muy bien. Estar lejos de la familia en Navidad se hace duro, pero en el contingente tenemos buen ambiente y se crean otra serie de
relaciones que hacen que pasar aquí el tiempo sea más llevadero".
"Ahora estamos preparando las cenas de Nochebuena y la comida de Navidad. También las campanadas", continúa. Unos y otros se apoyan para sobrellevar este diciembre tan distinto lejos de España. Para ello, en su grupo ya han realizado una "comida de hermanamiento".
Visita a Rumanía
Mientras tanto, al sur, en el otro extremo de la frontera con Rusia, se encontraba este viernes la ministra de Defensa arropando a parte de las tropas que pasarán las Navidades lejos de sus domicilios.
Con Margarita Robles viajó el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro López Calderón, y juntos felicitaron las fiestas a los militares españoles de los destacamentos aerotácticos (DAT) Viespe y Tigru, del Ejército del Aire y del Espacio, desplegados en Rumanía en la misión de Policía Aérea Reforzada de la OTAN.
La ministra incidió en que "más que nunca este año en las Navidades, que son unas fiestas de paz, que sepa todo el mundo que España está comprometida con la paz, con la paz y la solidaridad con Ucrania, y que donde hay un conflicto y puede ayudar, ahí está el Ejército del Aire y del Espacio".
Las últimas palabras de la visita las dedicó el JEMAD a agradecer "el esfuerzo y trabajo y, sobre todo, la altísima tasa de eficacia y disponibilidad de horas de vuelo" de los soldados. Al mismo tiempo, les animó a no bajar la guardia, así como a recordar la verdadera finalidad de la misión que realizan: "Mantener el grado de disuasión que estamos logrando hasta la fecha".